UNA MUJER FUERTE (CAPITULOS 1-10)

                                                 
EL RINCON VELVET VIOLETA
UNA MUJER FUERTE

Suri se encontraba muy apura por llegar a su destino, estaba cansada y muy asustada, por la precaria situación en la cual se encontraba su hermana en ese momento, pero aun así continuo su camino, por aquellas terribles calles calurosas de la ciudad, soleada, de un verano extrañamente caliente 

 

El aire sobre el suelo brillaba a medida que el aire caliente se evaporaba bajo el calor. Parecía como si al subir el calor fuera un reflejo de lo que pasaba por las calles. 

 

En un día tan soleado como este, la calle estaba muy tranquila. Incluso el tráfico era bajo. Todos estaban en lugares más frescos para evitar el calor. 

 

Suri estaba vestido con una camisa color azul marino que había visto días mejores y un par de pantalones de traje color negro sin ya sin vida ni hablar de los zapatos de piso, que ya estaban en sus últimos días de utilidad; ella solo era una mujer. Más de tantas que corrían hacia el segundo hospital de la ciudad, un hospital popular como muchos otros, que se pueden encontrar en muchas ciudades. 

 

Suri tenía su rostro húmedo por el sudor que caía por los laterales de su cara, bajando hasta su cuello. Su camisa estaba mojada por el sudor y la hacía sentir incómoda. Pero Suri no tenía tiempo para preocuparse por todo eso. Agarró con fuerza su viejo bolso, donde se encontraban 250 mil dólares. Los necesitaba tanto para salvar la vida de su hermana ahora mismo. Su madre, Mariana DuPont, la buscó y llorando le suplicó o, más bien, le ordenó que tenía que conseguir 500 mil dólares para pagar el tratamiento de su hermana. Era imperante para ella que lo hiciera de inmediato. Ella solo podía obedecer como siempre lo había estado haciendo desde que había sido pequeña. 

 

Vendió todas sus pertenencias y con mucho esfuerzo reunió esa suma de dinero. La operación de su hermana mayor costaría alrededor de 500 mil dólares. Tendría que encontrar una manera de reunir los 250 mil dólares restantes. Por ahora solo tenía la suma de 250 mil, y no era suficiente, pero era lo necesario para que iniciaran el tratamiento 

 

Se dirigió directamente a la sala donde se encontraba la habitación de su hermana Haydée y, cuando las manos de Suri tocaron el pomo de la puerta, escuchó la conversación entre su madre y su hermana en la habitación. 

 

—Mamá, todo fue culpa de Suri. Si no fuera por ella, Charles no se habría divorciado de mí. —Esa era la voz de Haydée, la hermana de Suri. 

 

—Deja de llorar, ya he regañado de manera muy dura a tu hermana Suri, ya no tienes por qué sufrir por lo que pasó —dijo Mariana, la madre de Suri, mientras sostenía la cabeza de su hija mayor, Haydée, con el corazón dolorido de solo recordar todo lo que había sufrido por el divorcio. 

 

Suri, que estaba parada afuera de la habitación, estaba conmocionada de cómo podía llegar a ser su hermana tan descarada que había olvidado la verdadera razón de su divorcio. ¿Acaso su hermana no había tenido una aventura que resultó en el divorcio de Charles? Pero, ¿qué tenía que ver esto con ella?, si la que fue infiel fue Haydee. 

 

Al pensar en Charles, Suri sintió un poco de tristeza. Recordó cuando lo conoció, hacía ya algunos años atrás 

 

Charles era el novio de Suri. Sin embargo, Haydée planeo como quedar embarazada del hijo de Charles, lo sedujo y después hizo un gran drama diciendo que él la había obligado, así que después de ese gran lio, tenían que casarse. 

 

Mariana reprendió a Suri por este hecho. ¿Dijo a Suri que ella tenía muy malas intenciones y era una pequeña perra, ya que no solo le arrebató el novio a su propia hermana, y además que todo era culpa de ella, y cómo fue su culpa?, su madre siempre tenía esa mala costumbre de culparla de todo, lo malo que pasaba en la familia, de decirle cuantos problemas había sucedido desde que nació en esta familia 

 

Su hermana perdió al bebé, que había estado esperando, cosa que no fue una realidad, al final nunca estuvo embarazada, pero siempre se tiene que buscar un culpable cuando no se quiere asumir las consecuencias. Y para poder buscar un culpable y que le creyeran que perdió un bebe inexistente, Culpo a Suri de dañarla. 

 

 

Finalmente, Suri abandonó la relación con Charles y les permitió estar juntos. No podía más con la presión de su madre y los golpes que recibía por parte de las dos. Era muy cansado, iba a trabajar llena de moretes y marcas todos los días. 

 

—Mamá, Charles se divorció de mí. Mi hijo tampoco está a mi lado y he contraído esta enfermedad. ¿Qué debo hacer? Mamá, no deseo morir. No he cumplido con mi devoción como hija para ti. «Realmente no deseo morir». 

 

En la sala, Haydée abrazó a Mariana y lloró. Ella era muy joven y tenía un futuro brillante por delante.  Haydée realmente no quería morir. 

 

Mariana se sintió profundamente conmovida cuando escuchó la intención de su hija mayor de ser filial con ella a pesar de estar gravemente enferma. 

 

Mariana le dio una palma dita en la espalda a Haydée y dijo: —No. Mamá no permitirá que te pase nada. Debido a Suri, esa desdichada niña, mamá ya ha pagado los gastos para ti. «Cuando tengamos 500 mil dólares, te recuperarás pronto». 

 

Poco después de que Haydée se divorciara de Charles, tuvo insuficiencia renal y necesitó un trasplante de riñón inmediato. 

 

Sin embargo, Suri sabía muy bien que Haydée tenía la culpa en ese problema , ya que había tenido una aventura extramatrimonial. Por lo tanto, abandonó el matrimonio sin recibir manutención ni compensación matrimonial. Ahora que había contraído esta enfermedad, como consecuencia de las infidelidades, no tenía medios para pagar sus facturas médicas. Era una mujer muy sucia y fría. 

 

No tenía conciencia de sí misma ni de las consecuencias que lo que estaba haciendo tendría como consecuencias. 

 
EL RINCON VELVET VIOLETA
UNA MUJER FUERTE

Aunque Suri estaba acostumbrada al favoritismo de su madre, no pudo evitar sentirse herida por esta conversación. Siempre fue lo mismo desde que eran pequeñas. A su hermana se le daba la ropa nueva, los libros nuevos, incluso la carne a la hora de comer; a ella no se le permitía ni siquiera tomar un baño con agua caliente, porque era un gasto que no se podía permitir. 

 

La enviaron a trabajar desde los 14 años, y a su hermana la enviaron a estudiar; para nada nunca aprobó ninguna materia, solo se la pasó de novio en novio. 

 

Su madre siempre la quiso más porque decía que era idéntica a ella y que Suri era la misma cara de su patético padre perdedor, pero aun así nunca abandonó a su papá. 

 

Ahora ya tenía 40 años. Después de romper con Charles, nunca volvió a tener una relación. No era que no estuviera dispuesta, era porque su madre no se lo permitía. 

 

A lo largo de los años, le había dado la mayor parte de sus ingresos a su madre, quien utilizó el dinero que había ganado para comprar una suite de 150 metros cuadrados para su hermana mayor. Ella tuvo que vivir en un apartamento alquilado de 50 metros cuadrados. 

 

Ella pagaba todas las cuentas de la casa de sus padres. Cada vez que su hermana visitaba la casa de sus padres, ella llevaba algo, pero también se llevaba más cuando se iba. 

 

A esa edad, todavía no estaba casada y los demás se burlaban de ella porque la dejaban en la estacada. Suri sabía que su madre no la dejaría casarse porque quería que siguiera dándole dinero para la casa. Ella era la que mantenía a su madre y a su hermana; por esa razón su madre nunca dejó que ningún hombre se acercara a ella. 

 

Pero era su propia madre. Cada vez que planeaba asistir a una sesión de búsqueda de pareja, su madre armaba un escándalo y amenazaba con suicidarse. Suri no tenía otra opción. Se quedaba sola y solo veía cómo otras mujeres se casaban y tenían una familia. 

 

Todos estos esfuerzos parecieron ser en vano cuando escuchó a su madre llamarla niña miserable. Especialmente después de enterarse de que Haydée le estaba echando toda la culpa de su relación extramatrimonial y divorcio, se aferró con fuerza al dinero que tenía en la mano. 

 

Por todo lo que escuché, no tenía ganas de dárselo a Haydée. Ya estaba cansada de siempre ser la que las salvaba de sus tonterías y que de todos modos la culparan de todos sus problemas cuando ellas eran las que se buscaban los problemas… Antes de que Suri se fuera, escuchó la última conversación que la dejó completamente desesperada. 

 

—Mamá, no es tan fácil. ¿Qué pasa si no puedo encontrar un riñón compatible incluso después de que Suri haya recaudado el dinero? El médico dijo que, siempre que mi pariente más cercano pudiera donarme un riñón, la compatibilidad sería mejor y mi cuerpo no enfrentaría el rechazo tan fácilmente". 

 

En los brazos de Mariana, Haydée dijo lastimeramente: —Si pudiera tener el riñón de un ser querido, lo más probable es que pudiera reducir mis gastos de tratamiento médico. 

 

—No sería tan fácil encontrarlo, ¡algunas personas murieron antes de que llegara la oportunidad! 

 

Mariana sabía muy bien que el dinero por sí solo no era suficiente para resolver su problema y permitirle seguir viviendo. Tenía que encontrar otras alternativas. 

 

—¿Quieres que me haga el análisis de sangre, para que pueda ser yo una donante, sabes que por ti doy la vida misma?—preguntó Mariana con cierta vacilación. 

 

Haydée negó con la cabeza una y otra vez. Su madre ya era mayor y su riñón definitivamente no estaba tan bien ni tan sano. Ya que le harían un trasplante, más le valía conseguir uno bueno, más joven y sano —Mamá, tú me diste a luz y me criaste, no puedo soportar que pases por el quirófano. Lo mismo para papá. 

 

—Eso… —Mariana pensó por un momento, y sus ojos se iluminaron—. Cuando la desgraciada venga, le pediré que se haga el análisis de sangre, para saber si es compatible contigo. Es tu hermana biológica. ¡Estoy segura de que será la persona adecuada! 

 

—Suena bien, pero Suri puede que no esté de acuerdo. Después de todo, esto es un riñón, no le estamos pidiendo solo dinero como siempre lo hemos hecho. — Haydée tenía una mirada intrigante en sus ojos. 

 

—Señorita DuPont, ha venido a ver a su hermana. ¿Por qué no entra? — Haydée y Mariana oyeron la voz de la enfermera en la puerta durante la conversación. 

 

La expresión de Haydée cambió drásticamente. —Mamá… ¿Nuestra conversación anterior fue escuchada por Suri, buena para nada? Corre, alcánzala y ve que no se haya enterado de nada. 

 

Suri escuchó los gritos de su madre. Se negó a darse la vuelta o detenerse. Las lágrimas caían sin control, como si de un collar roto se tratará. Estaba desconsolada. 

 

Por amor a su madre y a su hermana, ni siquiera tenía una casa propia. Sin embargo, no solo querían hacerse con su dinero, sino también con su riña. 

 

Tal vez Mariana no entendiera del todo las palabras de Haydée, pero Suri sí. Cuanto más las comprendía, más las odiaba. Sentía que, aunque le debía algo a la familia DuPont, ¡ya se había sacrificado lo suficiente! 

 

—¡Miserable! Se nota que no sabes el sufrimiento que tiene tu hermana. Sabes que tu hermana está enferma de gravedad y aun así quieres dejarla que muera tirada en una cama sin ayudarla a que salga sana y salva de esta enfermedad. 

 

Suri fue tirado por su madre en medio de la calle fuera del hospital, sin que a su madre le importara en lo más mínimo lo que pasara o quien las viera; lo único que quería era que esa hija suya no se fuera y las dejara sin el dinero para salvar a Haydée y sin el riñón que necesitaba. 

 

Mariana sujetó muy fuerte a Suri sin dejarla moverse ni un centímetro, mientras la insultaba y timoneaba de su bolso para hacerse con el dinero. 

 

Nunca escuchó el aviso de Suri, que le decía que venía un auto, que tenían que moverse en medio de la carretera. 

 

Suri empujó a su madre con todas sus fuerzas a la orilla, y su madre calló sobre la orilla de la calle. Entonces se escuchó un estruendo ensordecedor. Suri tenía tanto dolor que no podía hablar. Se obligó a abrir los ojos porque quería ver cómo estaba su madre. 

 

Después de soltar la mano al ver el coche que se acercaba, Marian estaba realmente asustada. Al ver a su hija menor tirada en un charco de sangre, corrió hacia ella y le dijo: —Suri, tú… aún muerta, también servirás de algo—. Al menos puedes ayudar a tu hermana. ¡Haydée, tendría dos riñones y dinero, tanto dinero para sanarse! 

 

Mariana sabía que ahora podría cobrar el seguro de vida de Suri y cobrar a la persona que golpeó a su hija menor, pues fue asesinada. Tenían que compensarla por el accidente. 

 

Cuando escuchó las palabras de Mariana, Suri le lanzó una mirada mortal. ¡Antes de que llegara la ambulancia, su propia madre la llevó a la muerte! 

 







EL RINCON VELVET VIOLETA
UNA MUJER FUERTE    


Hacía tanto calor que Suri se sentía como si estuviera en llamas, como si todo su cuerpo se estuviera quemando hasta convertirse en cenizas. ¿Qué le estaba pasando, no estaba muerta entonces, solo se había desmayado en el accidente; ya le habían quitado el riñón para esa perversa hermana que tenía?

No podía abrir los ojos de lo cansada que se sentía, no tenía fuerzas de lo enferma que estaba, tenía mucho frío y calor a la vez. Tenía la garganta muy inflamada y sentía mucha sed.

Después de una larga lucha, Suri finalmente abrió los ojos. No vio una sala blanca, ni luces brillantes, como las que hay en una sala de hospital; más bien vio algo que le recordó a su pasado, a ese pasado tan miserable y triste en el que vivía cuando era niña, una habitación antigua y familiar, muy pequeña donde apenas entraba una cama de 80 centímetros de ancho por 190 centímetros de largo y una silla.

Y esa lámpara oscura en el techo y las ventanas que estaban abiertas las recordó ahora mismo…

El accidente que vivió no fue hace un momento; fue 25 años después de este día. Eso quería decir que regresó al pasado, al día en que su madre provocó que ella enfermara terriblemente y no pudiera ir a inscribirse en la escuela superior para después ir a la universidad, todo para que comenzara a trabajar en la fábrica donde ella trabajaba, y ahí fue donde ella comenzó a quitarle todo el dinero para su hermana Haydée.

Por todos los cielos, ¿cómo sucedió esto? ¿Cómo puede estar en el día en que su madre planeó todo para que ella no se inscribiera en la escuela?

Habían pasado 25 años y ella estaba de nuevo en la casa de la familia DuPont. Suri de inmediato reaccionó y pensó: entonces ahora mismo debo tener 15 años; no puedo dejarme engañar de nuevo por esas dos mujeres, o terminaré de nuevo en sus manos y trabajando toda mi vida para ellas.

Ese año, la noche anterior a la fiebre de Suri, llovió a cántaros. Como era otoño, el clima era particularmente frío.

Suri recordó que se había cubierto con una manta antes de irse a dormir esa noche. Sin embargo, cuando se despertó ya se sentía mal; encontró toda la manta al final de la cama.

Mientras Suri recordaba vagamente que, cuando la lluvia era más fuerte en medio de la noche, alguien parecía haber entrado en su habitación.

Al final de la noche, Suri ya no estaba cubierta por la manta. Incluso la ventana que estaba al lado de la cama estaba abierta de par en par.

Si este no fuera el caso, Suri no se habría resfriado ni tenido fiebre.

En su vida anterior, Suri siempre creyó que alguien había entrado en su habitación. En cuanto a la ventana que se cerró antes de dormir y se abrió después, asumió que era una ilusión, que estaba demasiado enferma y confundida. Pero esta vez, Suri no pensó que ese fuera el caso.

“Anoche”, alguien debió haber estado en su habitación. No solo le había quitado la manta, sino que también había abierto la ventana intencionalmente. ¡El motivo era hacerla enfermar para que no pudiera inscribirse en la escuela antes del plazo límite!

Ahora estaba totalmente segura de que su madre planeó todo desde un principio para que ella nunca fuera a la esclavitud. Siempre fue su plan que trabajara, para ella y para su hermana, porque desde que comenzó a ganar dinero, su madre empezó a dejar de ir a la fábrica. Hasta sus compañeras le decían que tenía una hija muy buena que ya la estaba manteniendo y ella decía que estaba orgullosa de ella, cuando la verdad era que siempre había planeado tenerla como esclava para ella y Haydée.

Incluso para poder llevar más dinero cuando Haydée pidió más, Suri estudió en la escuela nocturna y así pudo aprender inglés y tradujo documentos y trabajos, aparte de su trabajo de día. Siempre buscando un empleo mejor para ganar más, sin poder tener un centavo para ella.

Pudo ser rica, de tanto que trabajó, pero todo fue para esas dos, que al final la mataron.

En esta vida estudiará tanto como quiera. No las ayudará con nada.

—Mamá, Suri está enferma, ¿está bien que la dejemos sola?

—Está bien. Tu hermana es muy fuerte y está acostumbrada a una vida dura. Una enfermedad tan leve no le costará la vida. Además, al día siguiente empezará la escuela. Menos mal que está enferma, así no podrá matricularse en la escuela.

Lo dicho estaba planeado por mi madre para que no fuera a la escuela desde el principio. Suri estaba escuchando a su hermana y a su madre.

Para Mariana lo primordial eran todas las cosas que necesitaba su hija mayor; solo ella importaba en su vida: un vestido nuevo, un libro, zapatos, incluso la mejor comida; ni siquiera su hija o su esposo; solo su hija mayor era la que importaba.

Era tan bonita que esperaba que un día consiguiera un marido guapo y rico que la sacase de la pobreza en la que vivía. Esa era su esperanza, por eso la trataba bien, para que nunca la fuera a dejar tirada en esa casa pobre el día en que lograra irse con una familia rica.

—Mamá, esta sandía es muy dulce. Dale un mordisco. Ven, come un poco, pero solo un poco porque sabes que me encanta y no me gusta compartirla… —Satisfecho con lo que había oído, Haydée sonrió y le dio a Mariana un bocado de sandía.

Cuando escuchó el diálogo entre madre e hija, Suri, que tenía fiebre alta, finalmente supo dónde estaba. Ya no tenía duda alguna; regresó a vivir con su madre y su hermana, esas dos mujeres amorosas. No sabía si era una bendición regresar o una maldición. Pero lo que sí tenía claro era que se dedicaría a salir adelante, hacer todo lo posible para que nadie la detenga como lo hicieron en el pasado y sacar una carrera y ser una mujer que demostrara lo inteligente que es y capaz.

Tendrá que superar los problemas de la falta de dinero, es verdad, y una madre y hermana tan envidiosas y malvadas, también; pero eso será algo que tendrá que resolver con el tiempo.

Ahora tiene que encontrar un poco de medicamento para ponerse bien para ir a inscribirse el día de mañana a la escuela.

No quiere que se repita la historia y termine sin poder ir a la escuela por culpa de una fiebre alta.

Justo cuando Marina y Haydée estaban pasando un momento feliz juntos, hubo un fuerte estallido que los dejó atónitos a ambos.

—¿Suri, Suri?— El rostro de Haydée, que sostenía y comía felizmente la mitad de la sandía, se puso rígido. Se sentía extremadamente incómoda mientras sostenía la cuchara y no sabía si seguir sosteniéndola o dejarla.

Al ver la mitad de la sandía en la mano de Haydée, Suri se rio para sí misma.

Haydée fue malcriada por su madre. Desde muy pequeña, fue autoritaria y egoísta. Haydée tenía la costumbre de comer sandía: le gustaba sostener la mitad de la sandía y comérsela con una cuchara ella sola. Era algo normal; no le gustaba que nadie tomara sus cosas; hacía tremendo escándalo.

Pero eran los años 80 y su situación económica no era tan buena, así que cada vez que Mariana compraba sandías, le decía a Suri y Haydée que solo había comprado la mitad de la fruta.

Indicando que era solo para Haydée.

Suri no recordaba haber podido comer una sola vez fruta en esa casa. Solo podía probar un poco de comida fuera cuando su padre la sacaba a escondidas y le compraba un poco de dulces a escondidas de Mariana.

Su padre, siempre segado por las mentiras de su madre, espera que en esta vida abra los ojos y no crea tanto en esta mujer.

O también se alejará de él.

 

EL RINCON VELVET VIOLETA
UNA MUJER FUERTE

Suri salió de su habitación miniatura para buscar algún medicamento que le ayudara para solucionar su fiebre, pero al hacerlo empujo muy fuerte la puerta y su madre se asustó y a la vez se enfureció por lo que hizo la chica. Como siempre que hacía cualquier cosa, por lo mínimo que fuera.

Siempre había considerado a Suri la más fea e insignificante de las dos hermanas, y además la odiaba, porque durante el embarazo su marido perdió su puesto en una empresa, donde en los años 70 era un puesto de los mejores pagados, ya que él era un hombre que había sido dado de baja del ejército con grandes honores, pero debido a que ella estaba pasando por problemas médicos, él faltó mucho y le dieron avisos de que no debería de faltar más.

Pero puesto que no tenían quien cuidara de Haydée, pues su esposo era huérfano y ella tenía a su familia lejos en el campo, era imposible que alguien los ayudara, ya que en ese tiempo el país estaba en problemas económicos, donde se estaba saliendo de una crisis muy fuerte y todos estaban tratando de sobrevivir como bien podían.

Mariana se casó con Jordán, pensando que no tendría problemas, pues no sufriría por una suegra o un suegro que tener que cuidar en la vejez, ni cuñados o cuñadas que le pidieran ayuda… Además, su esposo estaba con muchos beneficios, y en un puesto de trabajo, siempre imaginó que sería una mujer con muchos buenos recursos.

No como todas las que había vivido en su pueblo, que terminaban casadas con hombres igual de pobres que ellas.

Pero al final se quedó embarazada de esa maldita niña, y en esa época estaba prohibido el aborto, así que se vio obligada a tenerla.

Y no podía decir que nació muerta, pues Jordán fue quien no se separó de ella y vio en los cueros que estaba viva y sana.

Desde entonces la odio hasta la muerte. Pues su marido perdió su empleo y siempre ha tenido que trabajar en una fábrica cualquiera. Aun cuando es el jefe, no gana tanto como lo hacía en la otra.

—Miserable niña, ¿por qué pateaste la puerta? ¿A quién quieres asustar? — El rostro de Marina, que no mostraba ningún signo de culpa, se puso negro. Señaló la nariz de Suri y comenzó a regañar.

Suri aguantó a pesar de su enfermedad: —Tengo fiebre. ¿Dónde está la medicina para la fiebre?

—¿Qué medicamento para la fiebre? Ya te lo terminaste. No queda nada. — Los ojos de Mariana tenían un matiz de culpa mientras decía eso.

Ignorando a Mariana, Suri fue a buscar la medicina. Recordó que en su vida anterior no tomó ninguna medicina y su fiebre empeoró. No la enviaron al hospital a tiempo y casi contrajo meningitis.

Debido a esto, su familia tuvo que afrontar gastos médicos adicionales, lo que le hizo creer las palabras de su madre, que decía que había agotado los fondos familiares para curar su enfermedad. Esa fue la razón por la que dejó la escuela y se puso a trabajar para ayudar a Haydée. ¡Qué buen trabajo hizo su madre en su vida pasada para manejarla!

—¡Miserable niña, ¿qué estás buscando? — La acción de Suri ¡había enojado a su madre! Marina agarró y tiró hacia atrás el cabello de Suri con su mano izquierda, mientras abofeteaba la cara de Suri con su mano derecha.

El sonido de la bofetada fue frío y ensordecedor.

Con la bofetada en la cara, a Suri le zumbaban los oídos. No le dolía la cara, pero le dolía la nariz. Su nariz empezó a sangrar sin control, como un grifo abierto, manchando el cuello de su camisa.

—Si estás enferma, ve y recuéstate. ¡Deja de comportarte como un demonio!, que esta vagando por la tierra.

Mariana se dio cuenta de que Suri no sería lo suficientemente fuerte físicamente. Quería arrastrar a Suri de vuelta a la habitación y dejar que Suri siguiera durmiendo. Pase lo que pase, no dejaría que Suri tomara medicina.

Si la desdichada muchacha se recuperase, seguramente se inscribiría en la escuela y malgastaría su dinero.

Mariana tenía la intención de dejar que Suri continuara enferma hasta un mes después de que comenzaran las clases. Mariana nunca dejaría que Suri consiguiera ir a la escuela. ¿Quieres tener tu medicina? ¡Es una ilusión!

En ese momento, Suri se dio cuenta del plan de Mariana. No estaba dispuesta a ceder. Golpeó su cabeza contra el cuerpo de Mariana. Este movimiento no le dolió, pero fue demasiado inesperado. Mariana se quedó atónita y retiró la mano que usaba para tirar del cabello de Suri.

Suri aprovechó la oportunidad para salir corriendo de la casa. Necesitaba huir de inmediato de esa casa y encontrar ayuda, para poder encontrar algo de medicamento.

—¡Miserable niña! —Mariana, que estaba unos pasos pisoteo el suelo y gritó—: ¡Si tienes valor, no vuelvas nunca más!No te quiero ver de nuevo.

Esta fue la primera vez que Haydée vio a Suri rebelarse. Ella se quedó atónita.

—Mamá, ¿qué le pasó a Suri? ¿No solía obedecerte en todo?

—No te preocupes por ella —dijo Mariana dándole una palma dita a la mano de su hija mayor y no pareció afectarle.

—A pesar de tener fiebre, salió corriendo y se negó a descansar en casa. Busca la muerte a propósito —comenta Haydée.

Suri corría sin saber a dónde se dirigía exactamente. Lo único que le importaba era que tenía que alejarse de la casa de sus padres y conseguir ayuda. Sin darse cuenta, chocó contra alguien. La nariz que no dejaba de sangrar le dolía aún más y sus lágrimas comenzaron a rodar.

—Tienes cuidado. —Era un hombre con una voz profunda y baja. En comparación con la calurosa temporada de agostó, la voz que llegó a los oídos de Suri era fría. La cintura de Suri parecía haber caído sobre un brazo que era tan resistente como el acero.

Cuando Suri recuperó el equilibrio, recuperó el sentido solo después de sacudir la cabeza tres veces. Cuando levantó la vista, vio un par de ojos fríos que parecían tan afilados como una espada.

—¿Tienes fiebre? — El hombre frunció el ceño al entrar en contacto con el cuerpo de Suri. Cuando vio la sangre en el cuello de Suri, sus labios afilados se estiraron. Al momento siguiente le dijo: —Sígueme.

Suri siguió al hombre, sintiéndose confundida. Solo después de sentarse en un sofá suave recuperó el sentido.

—Medicina contra la fiebre —dijo el hombre con voz fría mientras le entregaba la medicina con una mano y sostenía una taza con la otra.

Dada su situación, Suri no tuvo tiempo de mostrarse digna, ni con miedo. Tomó la medicina de la mano del hombre y la tragó. Luego miró al hombre con atención.

El hombre era muy apuesto: tenía un rostro escultural, cejas pobladas que estaban en una línea recta bien definida, una nariz recta de forma muy varonil, mentón cuadrado con una pequeña hendidura y esos ojos acerados eran impresionantes. Tenía los labios fruncidos, como si estuviera triste. Suri no pudo evitar sentirse un poco nerviosa, además de mareada.

 








 
EL RINCON VELVET VIOLETA
UNA MUJER FUERTE

La pequeña Suri fue sujeta en los brazos de Mirko Goldstein. Él era un chico vecino del lugar donde vivían. El barrio estaba dividido en dos partes. En la época en la que aún llegaron a vivir familias militares a ese lugar, se establecieron por rangos, así que la familia de Suri estaba en el área donde estaban algunas familias que pertenecían a militares retirados condecorados, una zona bien establecida de casas no malas.

Pero la familia de Mirko estaba en la zona de los militares activos, por lo cual su casa estaba entre las mejores y más bellas de la zona. Era grande y muy elegante; de hecho, la familia Goldstein era de un abolengo militar de antaño y por parte de su madre tenían un historial político muy largo.

Suri provenía de una familia militar por parte de su padre. Su abuelo fue un hombre que luchó en la guerra de su país contra los enemigos e invasores, y condecorado por tal hecho, pero falleció después del nacimiento de su padre. Un amigo de su abuelo fue quien colocó en un buen puesto militar a su padre.

Todo cambió cuando los partidos políticos cambiaron, como en cualquier país. Pero su madre la culpaba a ella y en su nacimiento cada persona tenía un culpable y una mente estrecha de miras.

Tanto que presumía de ser vecina de la familia de Mirko como si fuera su propia familia. Suri a recordaba cómo su madre llegó a tratar de hacer un sin fin de trampas para que Mirko coincidiera con su hermana y fueran pareja en su otra vida; pobre de ella que fue la que pagó las consecuencias del coraje de su madre de nunca lograr verlo.

Y ahora estás aquí en sus brazos, y, por cierto, ella nunca lo volvió a ver después de que cumpliera los 15 años. Él se dedicó a estudiar a la par que estaba en el ejército, entonces, qué hace aquí ahora?

—¿Eres Mirko, Mirko Goldstein?

—Sí, tú eres la hija menor del Sr. Jordán Dupont.

—SI, soy su hija.

—Tiene fiebre, y muy alta. Sígueme.

Suri, después de comprobar que sí era la persona que pensaba, lo siguió y llegaron a esa casa que recordaba. La elegante casa de los Goldstein. ENTRARON por la puerta de la cochera.

Y la llevo hasta un pequeño recibidor donde estaba un sofá y la dejo ahí sentada esperando por él. Si no calculaba mal, él ahora mismo debería de tener unos 19 años de edad. Recordaba que cuando eran niños jugaban juntos y era uno de los niños más bonitos de toda la zona. Ahora es muy guapo, aun cuando tiene la piel muy bronceada por estar al sol. Recordaba que en su vida pasada nunca lo vio, pero se enteró que fue muy sobresaliente y rico. Nunca se enteró si se casó o no; ella tenía tantos problemas para salir adelante que no sabía nada de los demás. Pero le hubiera gustado seguir conociendo a los pocos niños del barrio con los que hablo.

—Toma, es medicina —le dio un par de píldoras y una taza con agua.

—Gracias—Suri las tomó sin hacerse la tímida; se sentía demasiado mal como para ponerse quisquillosa en ese momento.

—Te sentirás más cansada, así que toma una siesta aquí, no hay problema.

—Está bien. Suri se fue quedando dormida en el sofá donde estaba sentada.

Mirko tomó un libro enorme que se encontraba en inglés y comenzó a leerlo. Mientras veía a Suri dormir, sintió un poco de pena por la niña; estaba demacrada y muy delgada; sus facciones eran largas. Parecía como si el mundo lo llevara sobre sus hombros, mostrando tristeza, soledad y tal vez un dolor que no quería que los demás vieran.

Mirko continuó leyendo su libro durante mucho tiempo hasta que casi terminó la tarde cuando por fin despertó Suri.

Cuando Suri despertó, se sentía mejor, ya no tenía fiebre y estaba sin el dolor fuerte en el cuerpo. Había descansado bien; Mirko la había dejado dormir varias horas, y eso fue algo muy bueno para ella, además de que la cubrió con una manta.

—Estas despierta, ¿Cómo te sientes?

—Mejor, creo que es hora de irme a casa; ya está anocheciendo. Al darse cuenta de que Mirko había estado leyendo su libro todo el tiempo a su lado, Suri sintió vergüenza.

—Si tienes problemas, ven a buscarme —Mirko, no dudó en ofrecerle su ayuda a esa niña; pensó que en el futuro la necesitaría.

—Sí gracias.

Suri expresó su gratitud por lo que había hecho por ella y se dirigió a su casa. En el camino, se encontró con su padre que regresaba del trabajo y caminaron juntos a casa.

Mientras tanto, en la casa de los Goldstein, Evelyn, la hermana de Mirko, llegaba del campamento militar, y vio que estaba lleno de sangre el sofá del recibidor y también su hermano en la parte baja de su pantalón y no pidió tiempo para investigar lo que había sucedido.

—¿Hermano, no pudiste esperar a llegar a la cama y dejaste que sucediera aquí en la entrada, no crees que nuestros padres se enteraran de lo que has hecho?

—¿De qué demonios estás hablando?

—Esa sangre en el sofá y en tu ropa, a quien has desflorado, mira que si vienen a tocar a la puerta reclamando y te dañan reputación, no podrás estar en el ejército.

—¡Lárgate!

—Está bien, me voy a duchar.

Mirko se quedó pensando en cómo había sangrado Suri; pobre niña, seguro no comía bien. Por eso estaba tan delgada y aún pequeña; para la edad que debería tener, seguro tenía unos 15 años.

Se levantó del lugar donde había estado leyendo y fue a su recámara a cambiarse de ropa; cuando había terminado de hacerlo, su hermana se asomó y le dijo.

—¿De verdad, no me vas a decir que chica fue la afortunada?

Mirko cerró de una patada su puerta.

*******

Suri, mientras caminaba al lado de su padre, recordó muchos acontecimientos de este año en su vida pasada, cuando enfermó y su madre la acusó de que el dinero de los ahorros de la familia se había acabado debido a su enfermedad, y que tenía que ponerse a trabajar para recuperarlos. Años después descubrió que no fue por su culpa, ya que el coste del hospital fue cubierto por una ayuda social.

Pero su madre había gastado todos los ahorros para que su hermana entrara en un colegio privado, donde no la podían recibir por sus bajas calificaciones, ya que Haydee, a quien nunca le gustó estudiar, era incapaz de entrar a una buena escuela por medio de becas.

Y siempre la culpo de no tener ahorros por su enfermedad.

Si ella ahora apenas entrará al primer año, en nada Mariana perderá los ahorros de la familia; qué inventará esta vez para justificar eso?

Será muy interesante ver cómo van a actuar su madre y su hermana para conseguir lo que necesitan para lograr que entre en un colegio privado, que no pueden pagar.

Mientras eso sucede, ella se mantendrá lejos de ellas, para no meterse en las patas de los caballos; o la van a embarcar en sus problemas. Buscará la posibilidad de que la acepten en un internado, así no tendrá que venir a su casa.

 







 
EL RINCON VELVET VIOLETA
UNA MUJER FUERTE


Como ya estaba oculto Suri encontró a su padre, el señor Jordán no se había dado cuenta del estado en el cual se encontraba la ropa de la niña. Solo le había preguntado cómo se encontraba, y ella respondió que estaba aún con fiebre, que se sentía mal y débil.

En la mañana de ese día, Jordán Dupont se dirigió al trabajo y no encontró a su hija. Por lo tanto, se preocupó por ella y fue a su cuarto a ver que estaba pasando. Al tocarla, notó que tenía fiebre y le dijo a su esposa que necesitaba darle medicamentos. Él había revisado que había suficientes medicamentos para el resfriado y la fiebre antes de salir de casa.

No entendía porque la niña aún se encontraba tan caliente a estas horas de la noche.

En el camino se encontró con una vecina, la cual le comentó que había visto salir a Suri corriendo de la casa, después de que la golpeara su esposa. Eso lo enojó mucho, pues supuso que Mariana no le contaría nada de lo sucedido. Para cuando se encontró con Suri, ella tampoco le dijo nada; ya aclararía el asunto en casa.

En cuanto Jordán entró en casa en compañía de Suri, Mariana estaba a la defensiva, lista para iniciar una pelea.

—¿Puedes decir porque la niña aún está enferma y estaba en la calle, con este viento?

—Todo es culpa de esta maldita niña que no obedece; le dije que se quedara en casa descansando y ella se salió a caminar por las calles.

—¿Y la medicina a qué hora se la has dado?

—Cuando te… Fuiste al trabajo, solo que estaba tan atontada por la fiebre que no se enteró.

—Suri, eso es verdad, ¿Por qué estás toda manchada de sangre del cuello y la ropa?

—Eso no es verdad; ella no me dio nada de medicamentos; cuando yo se los pedí, ella me tomó por el pelo y tiró hacia tras para darme una fuerte bofetada en la cara y me golpeó en la nariz y salió mucha sangre; por eso es que estoy toda manchada de la ropa; si no me hubiera ido a esconder me hubiera golpeado más fuerte.

—¿Esa es la forma en la cual cuidas a la niña?

—No, yo sí le di medicina.

—Suri, ponte algo limpio y vamos al hospital, para que te vea un médico.

—No, no, ella no necesita ir al hospital, no gaste dinero en eso —dijo de inmediato Mariana a su esposo.

—¿Crees que lo que gano no es suficiente como para que mi hija pueda ir a ver un médico?

—No es eso, solo que, para gastar dinero en eso, solo déjala que descanse; ya mañana estará mejor. Mariana no quería gastar ni un centavo en Suri. Ella necesitaba hasta el último centavo disponible para Haydee. Ella era la que merecía todo el dinero que entraba en esta casa.

Mientras se cambiaba de ropa, Suri recordó algo de su vida pasada. Salió del cuarto, pero Haydee le estaba impidiendo el paso.

—Suri, a donde vas, solo acuéstate y duérmete, así podrás estar mejor, ya no salgas de tu cuarto.

Haydee tenía miedo de que Suri encontrara algo, y descubriera lo que había hecho su madre.

Suri logró escapar del agarre de Haydee y fue a la cocina, vació el bote de la basura y ahí encontró los frascos de las píldoras para la fiebre y para el resfriado. Las tomó y se las mostró a todos en el salón donde estaban.

—¿Por qué estaban estos frascos en la basura, mamá?

Mariana ya había dicho que los medicamentos se habían terminado, por eso no podían encontrar medicamentos en casa y los escondió entre la basura, para que no los vieran, pero esa maldita niña los había encontrado. Ahora tendría que inventar una mentira más.

—Esten caducadas, por eso las tire.

—De verdad, aquí dicen que serán caducadas hasta el próximo año —le mostró Suri.

—Muéstrame los fracasos —pidió su padre.

Cuando los revisaron notaron que era verdad; Mariana estaba mintiendo; siempre fue su plan mantener enferma a Suri.

Su madre era demasiado cruel. Al parecer, había medicamentos contra la fiebre en la casa, pero prefería tirarlos a la basura antes que dárselos. Prefería que estuviera enferma antes que inscribirse en la escuela.

Jordán Dupont, que la seguía, también vio el medicamento en el basurero. Lo reconoció como el medicamento para la fiebre que había visto por la mañana.

—¿Me dijiste que no quedaba nada? ¿Qué es esto?

Suri se secó con firmeza las lágrimas de su rostro. —Mamá, ¿acabas de decir que ya me habías dado la medicina? Entonces, ¿la tomé o está vencida?

A Suri le dolía el corazón tanto al darse cuenta que desperdició 25 años de su vida y al final su muerte por un plan que fue forjado por su madre cuando ella solo tenía 15 años.
Comprendió que este día con su enfermedad, el abandono y el plan de la escuela fueron una estratagema desde el principio.



 

                               EL RINCÓN VELVET VIOLETA
UNA MUJER FUERTE



Jordán, al escuchar que no habían atendido en todo el día a su hija menor, decidió tomarla y llevarla al hospital más cercano para que fuera atendida de inmediato, antes de que surgieran complicaciones que fueran a causar problemas que después resultaran en una grave enfermedad.

Cuando Mariana vio que se estaba preparando para salir con Suri, los detuvo, les dijo que no fueran.

—No es necesario que salgan a ninguna parte, solo necesita sudar un poco esta noche y será todo lo que necesite para amanecer bien.

Jordán se le quedó viendo y se preguntó qué estaría pasando por la cabeza de su esposa, para creer que su hija sanaría sin tomar ningún medicamento.

—¿Crees que no gano el suficiente dinero para poder llevar a mi hija al hospital a que sea atendida, y le den los medicamentos necesarios?

—No es eso, solo digo que no deberías de gastar dinero, en cosas innecesarias.

—¿La salud de mi hija es un gasto innecesario para ti?

—Yo creo que lo que quiere decir mamá es que mi hermana Suri necesita es descansar y no salir a estas horas de la noche de casa, papá, así es mejor que se quede aquí —Haydée, decía a su padre para salvar un poco la cara de su madre.

—No creo que sea lo mejor, así que la llevaré a que la vea un médico ahora mismo.

Haydée y Mariana estaba muy enojadas por el dinero que se gastarían en Suri al llevarla al hospital, ese dinero podría usarse en un  nuevo vestido para Haydée ahora que regresara a la escuela, es un desperdicio usar dinero en esa chica inútil, que no sirve para nada, era imperante que comenzara a trabajar, para que comenzara a llevar dinero a casa y conseguir mejores cosas para su hermana mayor, o nuca podría, llegar a conseguir un novio decente.

Por otro lado, Jordán estaba preocupado por su hija menor, él le había dejado dicho a su mujer que cuidara de ella cuando se fue a trabajar, pero no lo hizo, sino que al contrario tiro los medicamentos y golpeo a la niña, cuantas cosas más habrá hecho a la pobre chica, cuando él no está y se va a trabajar.

Estaba realmente triste por Suri, ella era muy joven aún, era una niña alegre y muy inteligente, siempre sacaba las mejores notas y nuca se quejaba de nada, pero cuanto de eso era verdad, su risa y su felicidad.

Llegaron al hospital, entraron a donde se encontraba el médico de guardia y fueron atendidos de inmediato por una médico mujer, que en esos años era común que atendiera a las enfermas mujeres, ya que si se les hacían preguntas muy personales era más fácil que las respondieran.

Revisó a Suri y vio que tenía fiebre y un poco de inflamada la garganta, pero notó algo más grave.

—¿Señor, usted le da más preferencia a los hijos varones que a las hijas?

—¿No, solo tengo dos hijas, porque lo pregunta?

—¿Esta niña qué edad tiene?

—15 años ya

—¿Ya tuvo su primer periodo?

—No, aún lo he tenido —respondió Suri, algo avergonzada por estar su padre ahí

¿Jordán sabía que su hija mayor había tenido su periodo a los 13 años, porque su esposa hizo un gran alboroto sobre eso, pero su hija menor ya tenía 15 años y no lo tenía aún, estaría enferma de algo?

—Señor, lo de la fiebre de su hija, se puede solucionar con píldoras, pero tardará un par de días, pero si le ponemos un suero y medicamento intravenoso, ahora mismo será mucho más rápido y eficaz.

—Está bien que le pongan el suero, para que se ponga mejor.

—Pero la niña está desnutrida, a tal punto que si no se le dan los alimentos adecuados, puede ser que su menstruación no aparezca ni a los 16 años y eso será un grave problema para ella como mujer.

—Pero ella, como lo mismo que su hermana, no comprendo cómo es que está mucho más delgada.

—¿Señor usted pasa tiempo en casa?

—Yo salgo temprano a trabajar y regreso casi al anochecer

—Comprendo, entonces debería de hablar con su esposa para saber qué es lo que le da de comer a esta niña, porque está al punto de la inanición.

—¿Inanición?

—Es decir, que solo recibe la comida suficiente para mantenerla con vida. Voy a prepararlo todo para que le pongan el suero a su hija.

Jordán miró a su hija y entendió por qué estaba tan delgada. Su mujer siempre le decía que era porque ella no quería comer o que porque nunca tenía apetito.

—Suri, ¿no comes porque no tienes apetito?

—No, mamá, dice que debo ser delgada porque soy una mujer y siempre me da muy poca comida, además dice que tú debes de comer más porque trabajas y ella porque tiene que trabajar unos días y mi hermana porque tiene que nutrir su cerebro, y dice que después de eso ya no queda comida para mí.

—¿Suri qué pasa, cuando ella pone un trozo de carne en tu plato?

—Dice que lo tengo que regresar a la olla de la cocina

Jordán sintió que no podía con la vergüenza ante las palabras que acaba de escuchar de la doctora, y ahora, ante las palabras de su hija, él que trabajaba de sol a sol, para que no faltara en su casa, y su mujer matando de hambre a una de sus hijas, mientras a la otra le compra de todo.

—Suri, espera aquí a que te pongan el medicamento. Saldré a buscarte algo de comida, regresó en seguida.— Jordán necesitaba salir del consultorio, sus lágrimas estaban saliendo ya de sus ojos, el dolor que sentía en su corazón era inmenso, no podía soportar lo que le estaba pasando a su hija

Cuando regreso le llevo algo de comer, ligero para que lo pudiera comer despacio mientras se terminaba el gotero después de que termino de recibir el medicamento se fueron de regreso a casa, cuando llegaron encontraron en la pequeña sala de la casa a Mariana y su hija Haydée, esperando a la pareja de padre e hija, cuando los vieron llegar, notaron que algo no estaba bien, pues la cara de Jordán estaba mostrando un grave malestar, por lo cual Haydée decidió encerrarse de inmediato en su cuarto y Jordán acompaño a Suri al suyo la ayudo a acostarse y la cubrió con una manta gruesa y cerro la puerta

Suri se fue quedando dormida paulatinamente, ya que fue un día de muchas emociones para ella, había regresado al pasado y amanecido enferma, así que era todo muy confuso, solo escucho entre sueños que sus padres gritaban y peleaban, en su vida pasada por el bien de la paz familiar ella siempre se metía entre los dos, en esta vida ya no lo hará más




 

EL RINCON VELVET VIOLETA
UNA MUJER FUERTE



A la mañana siguiente se despertaron temprano como todos los días lo hacían tanto suri como su padre y salieron a realizar su caminata matutina juntos durante la cual suri decidió tener una conversación después de que su mente se despejara ya, después de la fiebre y la bruma de darse cuenta de que había regresado en el tiempo.

—papá ¿soy tu hija biológica y la de mamá?—después de limpiarse el rabillo del ojo, suri no pudo evitar preguntar. si fuera adoptada, se sentiría mejor; después de todo, era natural que el niño adoptado pudiera ser tratado de manera diferente a un biológico.

Todavía suri por haber recordado que antes de viajar en el tiempo su hermana Haydee, le dijo claramente a su madre que el nivel de compatibilidad de sus órganos internos sería mucho mejor, ya que eran parientes con sanguíneo cercanos y ese pariente era ella su hermana biológica coma así que, si era su hija biológica, entonces realmente eran parientes.

Pero entonces porque su madre siempre la maltrató tanto como más bien, si en este momento le dijeran que era una niña adoptada comprendería porque siempre hicieron una diferencia tan marcada entre ella y su Hermana

y realmente no culparía a sus padres por eso en ese tiempo había familias que tenían en adopción a los hijos de sus familiares o de otras personas, ya que en las décadas de los sesenta y los sentasen el país estaba convulso por los problemas políticos y tuvieron que acoger a niños en orfandad.

Suri reconocía que su país sufrió muchos problemas políticos, pero hora era tiempo de paz, ya no podían estar sufriendo de problemas tan graves ni hambrunas o falta de comida, ya que el Gobierno había cambiado y la política también.

No había una razón para que su madre ahora la tratará tan mal

¿por qué su madre la seguía culpando de que su padre ya no fuera un militar de alto rango ?

Después de estar charlando sobre esto tanto Suri como su padre se limpiaron los ojos de las lágrimas que estaban derramando.

—Claro, que eres mi hija yo estaba presente en el hospital cuando naciste nadie más estaba ahí con tu madre solo tu hermana y yo, te vi cuando te pusieron en el cunero, eras tan bella, que aún recuerdo lo delicada que estabas.

Los ojos de Jordán se negaron de lágrimas por el dolor que sentía su corazón por su hija pequeña, no podía saber todo lo que ella sentía en este momento, pero estaba seguro de que había toda clase de sentimientos dentro de su pequeña alma, pero él haría todo lo que estaba en su mano, para allá hacer que ella no sufriera más.

Justo cuando Suri realmente pensaba que ya no necesitaba una respuesta ella todavía recordó algo más.

Recordó, las últimas palabras de su hermana en el hospital diciéndole a su madre que era muy alto el nivel de compatibilidad de los órganos que tenía ella y que tenía que ser obligada a ser la donadora de los riñones para que ella viviera más tiempo porque era demasiado joven para morir, pero qué pasaba con ella con Suri ella solo tenía cuarenta años nunca se casó nunca tuvo un novio nunca vivió para mella misma solo trabajó para pagar todo lo que le pidieron tanto su hermana como su madre incluso Haydee estaba por cumplir cuarenta y cuatro años nunca había trabajado estaba divorciada siempre había vivido del dinero de los demás había tenido varios amantes había disfrutado de toda una vida y aparte vivía en un piso que era propiedad de Suri.

Vaya hermana biológica era. Una que solo sirvió para darles todo lo que quisieron a esas dos personas tanto a madre como hija

—Suri, no sufre allá por eso como tu madre está vieja ya, no pienses que no eres nuestra hija, eres nuestra hija biológica nacida de tu madre y de mí, tu mamá está confundida.— Jordán estaba forzando una sonrisa que parecía más fea que un llanto

Si Suri, hubiese tenido tres años en ese momento podría haberle creído punto pero ella ya estaba mayor aún cuando tenía el cuerpo de una niña de quince años por dentro era una mujer de cuarenta años tenía un alma vieja incluso Jordán pudo ver en sus ojos que no creía sus palabras y ella pudo ver que ni siquiera el mismo Jordán creía sus mismas palabras.

era completamente imposible creer que Mariana era una mujer confundida, si nunca la recordó que alguna vez de diese un abrazo, un beso, o que siquiera le ayudase a ponerse los zapatos, mientras que recordaba perfectamente bien que peinaba a su hermana hermosamente mientras que ella ni siquiera la ayudaba a ponerse el uniforme la enviaba sucia a la escuela y sin peinar y todos los niños ensuciaron se burlaban de ella y le gritaban la sucia y sin embargo su hermana era la más bella de toda la clase.

—cada uno estaba haciendo sus propios recuerdos Jordán estaba meditando sobre lo que le habían dicho la noche anterior los médicos la delicada situación en la que se encontraba su hija el deterioro físico que tenía y la necesidad de alimentación se imaginó como algún día podría llegar a casa y encontrar la muerta por inanición y todo por culpa de su esposa y de todas las mentiras que le había dicho, la miró y vio como es que su cuerpo era tan delgado sus sus dedos estaban huesudos sus ojos estaban sumidos en sus cuencas su rostro estaba alargado, los pómulos se le notaban sobresalientes de verdad su hija no era una niña de quince años.

Jordán tomó una decisión ya no seguiría bajo el influjo de las mentiras de Mariana a partir de ahora ya no sería negligente en cuanto a la comida que tendría la niña ni todo lo que es vendría que cuidar de ella tanto su ropa su higiene la escuela ya no iba a creer más de que ella no comía porque era berrinchuda o que no comía porque simplemente no tenía ganas el mismo se encargaría de que su hija tuviera alimentos para ella sola.

Jordán se volvió a frotar los ojos para evitar que su hija viese que aún seguía llorando no quería que notara lo triste que estaba y cuanto le dolía el corazón por haber sido un padre tan negligente.

 





 
EL RINCON VELVET VIOLETA
UNA MUJER FUERTE


Suri, sabía que tenía que tocar otro punto también con su padre antes de que llegaran a casa era imposible hablar con él enfrente de su madre si lo hacía sabía que llegarían a tener unos problemas muy graves.

por esa razón fue por la que decidió que tenían que hablar durante la caminata que tenían esa mañana así que se armó de valor y decidió tomar el toro por los cuernos y hablar con él en ese mismo instante.

—papá puedo preguntarte algo

—claro que sí hija puedes hacerlo

—qué pasaría si mi madre no quiere que yo siga estudiando

—mi hija no tiene razón alguna para que tú no vayas a la escuela, de mis hijas eres la más sobresaliente.

—pero mi padre me ha dicho que no debo ir a la escuela y que tengo que dejar de hacerlo para que vaya a trabajar porque se necesita dinero en casa

—yo aún soy joven y el dinero que gano es suficiente para mantenerlos a los cuatro así que tú puedes ir a la escuela y no hay ningún problema mientras yo esté trabajando

—padre mi meta es llegar ir hasta la universidad, ser una mujer de bien, y poder llegar a ser alguien importante en la vida alguien que llegue a reconocer todo el mundo

—Suli, siempre ha sido muy inteligente desde pequeña ha sido sobresaliente incluso sobre todos los niños de la escuela siempre ha sacado la misma calificación desde que ingresaste al jardín de niños hasta ahora que vas a ingresar a la escuela superior así que no dudo en el que tú llegues a conseguir lo que quieres

Suli, ahora podía comprender el porqué antes de regresar a esta vida en su anterior pasado había sufrido tanto no fue por culpa de su padre sino porque su madre nunca le hizo saber lo que estaba pasando realmente sino simplemente le hizo creer lo que ella quería y también fue culpa de ella por quedarse callada y no contarle a su padre lo que realmente estaba pasando.

—Jordán comenzó a recordar cuando conoció a Marina, realmente su matrimonio fue un matrimonio arreglado entre el padre de ella y el abuelo de él.

Su abuelo antes de morir hizo los arreglos cuando él regresó de la milicia después de aplacar con las últimas revueltas fue a ver al padre de Mariana para recelos arreglos necesarios para el matrimonio cuando vio que clase de familia tenía Elsa imaginó que quizás ella sería una buena mujer tranquila y hogareña.

Pero con el tiempo se fue dando cuenta realmente de qué tipo de persona era era todo lo contrario ella siempre quiso sobresalir ser una persona con más dinero con más cosas muy materialista ella creía que se iba a casar con un gran militar con un capitán o con un comandante no era una mujer humilde no era una mujer de su casa.

Para cuando se enteró se dio cuenta realmente de cómo era ella y era demasiado tarde para divorciarse con eso no se veía bien en el ejército sin embargo también poco después salió embarazada de su primer hija para entonces el amigo del abuelo de Jordán, lo apoyó y le consiguió empleo a ambos en un buen puesto en el nuevo gobierno allí estuvieron por un tiempo hasta que volvió a embarazarse ella sin avisarle, ya que él pensaba que estaba tomando el medicamento anticonceptivo que el Gobierno había empezado a dar ya para evitar la sobrepoblación.

fue una negligencia por parte de Marian pues habían acordado que solamente se iban a quedar con la niña que tenían ya para no perder el empleo que tenían que era bastante bueno pero ya comenzó a ver que las compañeras que tenía todas tenían un niño y una niña y esa mujer era tan egoísta y además tan envidiosa que hasta eso envió de sus compañeros y se embarazó pensando que tendrá un niño.

Y al final lo que resultó fue una complicación en el embarazo y muchos problemas que resultaron en el despido de ambos ya que tenía ella muy poco tiempo trabajando y él faltaba mucho para cuidarla a ella y a la niña y cuando nació su hija Suri la culpó a ella de todo lo que les estaba pasando.

Jordán se había perfectamente bien que su pequeña hija Suri no tenía culpa alguna de lo que estaba sucediendo todo era culpa de Mariana por su egoísmo su necedad su negligencia y por todo todo lo que había hecho mal más sin embargo nunca se lo echó en cara y ahora se da cuenta de cuánto daño le ha hecho a todo tiempo a su pobre hija.

y todo por lo que querer ser diferente de todas las otras mujeres que tenían dos hijos la envidia es mala era tan codiciosa tan mala que así fue lo perdió todo no perdió por egoísta necia y envidiosa

—papá hoy es el día en que tengo que ir a ver cómo hago para inscribirme en la escuela cómo le voy a explicar a mamá que tengo que salir

—primero que nada Suri y dime si ya te encuentras mejor ayer estaba muy mal

—ya no me encuentro tan mal ya me siento capaz de poder ir a la escuela a ver los requisitos para inscribirme además pronto se cerrarán las inscripciones

—comprendo que tienes que ir entonces no importa yo hablaré con ella y le explicaré que vas a tener que salir así que no te preocupes

—gracias papá así ella no me regañará por estar fuera de casa

esa mujer siempre regañando a la pobre de su hija no entiende como es que deja ir a la mayor con cualquiera de sus amigas y nunca le he preguntado dónde va y aparte le da dinero y yo para gastos de verdad es madre solo de una.

—papá cuando logra ir a la universidad serás el padre más feliz porque yo lograré todo gracias a ti 




 
EL RINCON VELVET VIOLETA
UNA MUJER FUERTE


Jordán siempre supo que no importaba cuántas buenas palabras pusiera su esposa, en Haydee, sabía muy bien que ella no tenía la capacidad ni las ganas de salir adelante, Haydee era igual que su madre, esperaba que todo se le diera en la mano sin hacer nada, pensaba que merecía todo, por el simple hecho de haber nacido.

y la hija menor obviamente tenía menos años de educación que la mayor, los resultados de los exámenes de Suri siempre eran mejores sin importar de qué manera lograra sacra los resultados, y ahora que lo analizaba apreciaba más sus esfuerzos.

Los resultados de los exámenes de Haydee fueron inconsistentes y promedio. Sin embargo, las calificaciones de Suri siempre fueron las mismas. Siempre fue la mejor de su clase, e incluso de toda la escuela.

Tan pronto como regresaron de su camita los vio de regreso y Mariana salió a la puerta corriendo, tiró de la mano de Jordán y preguntó: —¿Cuánto costó, lo que gástate anoche en el hospital?

La cara de Jordán era larga y el tono no era demasiado bueno, parecía que después de la discusión de anoche no había aprendido nada esta mujer. ¿Qué Importa cuánto se gastó? ¡Lo importante es que la enfermedad de Suri se pueda curar! No importa que el medicamento para la fiebre haya caducado, el hospital tiene muchos de ellos. Mira, con solo una botella de goteo, la fiebre de Suri disminuyó.

Aunque a no le importaban mucho los asuntos domésticos, no era tonto. Sabía muy bien Jordán que ella había provocado todo el problema del día anterior, para que Suri estuviera enferma, y sufriera así de mal.

A su esposa le importaba el dinero. Estaba claro que se resistía a gastar dinero en su hija menor.

Jordán se molestaba más y más al ver cómo se ponía Mariana en relación a todo lo que le pasaba a Suri, antes no había prestado mucha atención a lo que hacía con las niñas, pero ahora ya no sería igual, y menos desde que la doctora le había dicho que su hija estaba muriendo de hambre cuando él trabajaba lo suficiente como para que en su casa haya comida para todos.

Los pensamientos de Jordán se agitaron al recordar las preguntas que Suri hizo mientras estaban en la camita. Su esposa incluso había querido escatimar en gastos para el tratamiento de la hija. Sería peor cuando se tratara de sus cuotas universitarias.

Es cierto que cuando escuchó las palabras de Jordán, el rostro de Mariana se puso pálido y lamentó profundamente sus acciones.

Un viaje al hospital y el goteo, Mariana se pellizcó los dedos y contó. Habría costado al menos 10 dólares. Estos dos despilfarros.

Si supiera que esto sucedería, no habría tirado el medicamento para la fiebre. Bien podría haber ahorrado dinero dejando que la desdichada muchacha se lo llevara. Esa chica no sabía cómo ganar dinero, ¡pero tenía talento para gastar!

En cuanto vio a Suri Mariana no pudo soportar, las ganas de golpearla hasta la muerte.

—No comprendo cómo es que hiciste que tu padre fuera anoche al hospital a gastar el dinero que no tenemos, solo por unas cuantas pastillas, cuando te dije que las que encontraste en la basura no estaban caducadas.

cuando dijo eso golpeó a Suri en la espalda varias veces con la mano empuñada, antes de que su padre la colocara detrás de el

—Que te pasa mujer, ¿estas locas?, quiere decir que mi hija tiene que tomar medicina caducada o sacada de la basura para que tu seas feliz?

—Ella solo sabe derrochar dinero.

—Ella necesita estar vivía y sana y a partir de ahora comerá cualquier cosa que quiera y se le antoje en esta casa, ya no se le va a limitar, si se le dirá que tiene que ser delgada, lo comprendes mujer

Haydee, escucho lo que dijo su padre, y eso le dio mucho coraje, aun recordaba cuando era pequeña y no le cumplían todos sus caprichos porque su madre se comía todo lo que había, porque según ella tendría un niño, y al final nació esa inútil hermana suya, por eso ahora deberían compensarla dándole todo solo a ella.

Por eso habían acordado que Suri tenía que trabajar para que compasara todas las perdidas por su nacimiento.









































Comentarios

Entradas populares de este blog

BUSCANDO LA VERDAD TRAS MI MUERTE CAPS. 151-160 MAS EPÍLOGO

AMARANTA EN BUSCA DE LA FELICIDAD 1-20

MUJER FUERTE (71-80)

NIKITA Y SASHA ¿COMO ECONTRARÁN EL AMOR? (CAPITULOS 71-90)

UNA MUJER FUERTE CAP 81-90

AMARANTA EN BUSCA DE LA FELICIDAD 41-60

BUSCANDO LA VERDAD TRAS MI MUERTE CAP. 141-150

EN UN PAIS LEJANO EXISTIO UNA CHICA QUE DOLIA EL CORAZON SI NO AMABA (CAPÍTULOS 71-80)

BUSCANDO LA VERDAD TRAS MI MUERTE (111-120)

BUSCANDO LA VERDAD TRAS MI MUERTE (CAPITULOS 81-90)