BUSCANDO LA VERDAD TRAS MI MUERTE CAPS. 151-160 MAS EPÍLOGO




EL RINCÓN VELVET VIOLETA
BUSCANDO LA VERDAD TRAS MI MUERTE
Michell, estaba feliz después de conocer a la tía de Keira, además de conocer sobre todo la fuerza con la que trataba las cosas, esa mujer con se andaba por las ramas, ella se encargaría de arreglar los últimos problemas que se interponían entre Keira y su familia para poder lograr que fueran felices por fin.

En cuanto a su familia él ya les había advertido que si ponían un solo dedo sobre ella, lo pagarían muy caro, incluso haría lo imposible por expulsarlos del clan de los Haggard sin pensarlo, ella sería la esposa del hombre que sería quien domine la familia Haggard, así que tenía que respetarla, además ya había logrado expulsar a la familia de su cuñada, y sus sobrinos estarán viviendo en el extranjero por una larga temporada más con su madre, su ama no tendrá nadie que la perturbe hasta que termine sus estudios, ya casi termina su primer año, escolar así que solo le quedan tres más, ya le falta menos para que puedan casarse eso lo hace sentir el hombre más afortunado del mundo.

Hasta ahora, no le ha preguntado sobre el cambio de su apellido, ya que tiene que ser reconocida por su familia biológica, pero es tiempo de que lo haga, no porque él lo requiera para casarse, sino porque su madre sería muy feliz si lo hiciera y más ahora que ya están encontrándose con sus otras familiares.

Tendrá que hablar con ella y después con la familia Howland, para poner una fecha para realizar una fiesta de presentación, donde la den a conocer como la hija menor de la familia.

Eso será la mejor oportunidad también para hacer formalizar su compromiso. Ya no puede esperar más tiempo para proclamarla como su mujer y que es solo de él. Así que irá a buscarla pronto para que se pongan de acuerdo, está seguro que ella piensa igual.

**********

Keira estaba en la universidad cuando se encontró de nuevo con David, de frente, y él la saludó, como si fueran amigos de toda la vida. Ella simplemente le sonrió a manera de saludo cortés sin decir más, no quería que se prestara a malos entendidos nada de lo que ella hiciera.

Además, ya habían charlado el día anterior con Michel sobreponer fecha a su compromiso y ella había aceptado hablar con sus padres para que eso sucediera lo antes posibles además que Michell, tenía razón, ya era hora de que ella se ponga el apellido de su familia biológica y use el nombre que le corresponde como hija de Mayce.

Sería algo extraño para ella tener que usar su nuevo nombre, pero era hora de ser la mujer que debería haber sido desde que nació.

Y será esa mujer cuando se casó con Michell, no la mujer que inventaron y esa mujer que está manchada con un pasado tan turbulento en una vida pasada. Quiere iniciar una vida diferente cuando esté casada con el hombre que ama, para eso está dispuesta incluso a usar su verdadero nombre, aun cuando sea tan extraño.

Keira llegó a la mansión de los Howland, para buscar a sus padres y hacerles saber lo que acababa de decidir.

—Mamá, tenemos que hablar, he decidido que es tiempo de cambiar mi nombre.

—¡Estás segura, hija! No sabes lo feliz que me haces, que estés dispuesta a formar por completo parte de esta familia, tenemos que hacérselo saber a tus hermanos y a tu papá. 

—Sí, mamá, estoy segura; además, Michell quiere que realicemos ya una fiesta de compromiso. Creo que sería bueno que se realice el mismo día que me presenté como su hija.

—Esa es una perfecta idea, será fantástico, que te presentemos como la hija perdida y a la vez como la prometida de Michell, me haces la madre más feliz del mundo, pero como sabes ahora mismo Matt está grabando una película regresara en un par de semanas y Leroy está dando varias conferencias, y también regresará pronto, así que tenemos que avisarles. Primero, para que hagan tiempo.

—Lo sé, por eso tenemos que llamarles ya, mientras tanto tendremos el tiempo suficiente para preparar la fiesta de compromiso.

—Por supuesto que tendremos que llamar a tu tía Naomi a que venga a casa para que nos ayude con los arreglos, estará loca de alegría como yo.

—Si lo haremos, mamá. Pero primero tienes que decirme cuál es mi nombre porque sé que es sumamente largo y difícil. 

—ja, ja, ja. No te preocupes, si quieres, podemos cambiarlo por uno sencillo, no tienes que tener uno tan largo, ya que no serás la reina del país X, ¿o si quieres serlo?

—No, no quiero, así que solo me decido por un nombre sencillo: será mucho mejor. ¿Qué te parece si me pongo el nombre de ustedes dos, el de mi tía y el tuyo?

—Será mejor que hablemos con tu padre primero.

—ja, ja, ja. Mamá.

—Bueno, entonces llama a la tía, así sabremos cómo lo está pasando aquí en la ciudad. Dile que venga a casa, para que nos visite y no esté sola en esa enorme casa. Ella está sola.

—Ya voy, la llamaré de inmediato, además quiero saber qué ha decidido sobre algo sobre lo que charlamos hace un par de días. Me tiene algo curiosa sobre un pequeño asunto.
Solo espero que haya hecho lo más razonable posible, que es lo que de verdad espero sea lo mejor para todos.




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Naomi charló con Alessandro sobre realizar una prueba de ADN, después de contarle sus dudas, sobre las raíces de su madre biológica, y él aceptó hacerse la prueba con ella y con Macey, por lo cual fueron a un laboratorio a que les tomaran un poco de sangre para que realizaran el examen.

Alessandro, de hecho, pensó que él no tenía nada que perder al realizarse ese examen, pues siempre se había preguntado por qué tenía esa apariencia, desde que conoció a Naomi, ya que nunca había visto a otras personas así de bellas como ellos. Sobre todo con sus facciones y físico tan atractivos.

Cuando salieron los resultados, después de estudiar. Los comparativos genéticos de un tío/tía y un sobrino/sobrina, los cuales comparten alrededor del 25% de su material genético. Esta relación de parentesco se demuestra con el estudio de los cromosomas autosómicos. Demostrando que de los 22 cromosomas con los que se puede tener parentesco eran compatibles.

Macey y Naomi eran tías biológicas de Alessandro. Él era el hombre de la leyenda, quien podría llegar a ser el rey de la nación X.

—Alessandro, ahora que sabes que perteneces a la familia real, ¿qué es lo que piensas? Quieres que te apoye a tomar el poder de la nación y ser el rey de la nación X, sabes que como tu madre puedo hacerlo sin pensarlo.

—Yo nunca imaginé ser rey o tener el poder para gobernar una nación madre, pero si lo que deseas es ser la reina de la nación X, estoy dispuesto a apoyarte hasta el final.

—¿Hermana, sabes que no podemos obligar a que sea el rey de la nación X, pero si de verdad quieres recuperar el trono para nuestra familia, debes saber que tendrás que tener un hijo o hija, estás dispuesta a casarte de nuevo?

—¿Madre, si quieres el trono, tendrás que dejar en otras manos el bajo mundo, que harás cuando eso suceda?

—Alessandro, solo puedo dejarlo en tus manos.

—Naomi, estás segura de verdad que quieres atarte a una silla por el resto de tu vida. ¿Aún puedes dar a luz?

—En realidad no sé si puedo tener hijos, ni sé quién podría ser mi rey, pero no puedo dejar que nuestra nación siga siendo la basura del país que es hasta ahora.

—Madre, pero eso lo podemos cambiar de otra forma. Si exiliamos al rey que está ahora y hacemos que cambie de monarquía a república, entonces podrías tener poder de otra manera sin dejar tus negocios. Sería una nueva revuelta, pero puede también ser una transición por medio de la paz si se realiza una elección.

—Alessandro, tiene razón, piensa las cosas antes de tomar una decisión tan abruptamente. Mis hijos pueden ayudarte, además, también el novio de mi hija te puede asesorar.

—Está bien, veamos esto como algo secundario, ahora ya sabemos que todos nosotros somos familia gracias a ese maldito duque. En fin, vamos a tu casa, Macey a ver eso de la fiesta de compromiso de mi sobrina.

—Las llevaré a casa de la tía, después de ahí me iré a la oficina —dijo Alessandro.

*********

Grace ya no podía más con su carga psicológica, estaba al borde de la locura, por estar escondida en una casa vieja y a punto de caerse, esperando a no ser encontrada por los hombres de Marcus, cuando ni siquiera pensaba que en realidad ese hombre ya ni pensaba en ella que era otra persona la que la estaba buscando para hacerla sufrir por todos sus pecados.

Ya no visitaba a Camila, ya la había dejado sola en el manicomio, de hecho ya no sabía el paradero de Luck, ni de su hijo, solo quería estar a salvo y no morir de hambre o en manos de esos malvados hombres.

No sabía que fue lo que vio en Marcus, cuando lo conoció, de hecho él nunca le prometió nada, solo le daba regalos, y ella quedó impresionada por eso, pero él fue muy claro diciéndole que no se casaría con ella, se fue cuando ella se quedó embarazada de su primera hija, cuando regreso simplemente se la quito y se la llevo, después cuando quedo embarazada de su segunda hija se fue de nuevo, pero conoció a Luck quien había quedado viudo y logro engañarlo sobre que esa bebe era de él.

¿Quién le iba a decir que ese maldito tenía un tipo de sangre difícil de conseguir y eso la delataría, cuando Camila se enfermara de pequeña? Si no hubiera sido por eso, podría haber vivido bien sin tener que encontrar a esa maldita de Keira, quien solo llegó para arruinar su vida perfecta.

Grace se encontraba recordando el pasado cuando dos hombres corpulentos vestidos de negro entraron a la casa vieja y la sujetaron por ambos brazos, sacándola a rastras hasta la calle para llevarla a donde se encontraba un auto de lujo con cristales polarizados.

—¿Esta es la perra que trató de matar a mi sobrina?

—Sí, señora, es ella

—Vaya qué gustos tan asquerosos tiene Marcus. No puedo ni imaginar lo feas que deben ser sus hijas. Ya saben qué hacer con ella. —Después de decir eso a Naomi, los hombres regresaron a la vieja casa con Grace, y la golpearon hasta acabar con esa mujer.

Ahora solo tenía que encontrar a la hija mayor de Marcus. La loca ya estaba en la morgue. Su madre le haría compañía dentro de muy poco tiempo. Hasta donde investigó, esa niña llamada Camila trató de matar a su sobrina, así que ya no era necesaria sobre esta tierra.

Pero también Naomi sabe que la otra hija no tiene idea ni de quién es hija. Si esa persona no representa ningún peligro, quizás la deje en paz, solo hará que sufra las consecuencias de su padre. Marcus sabrá hasta dónde ha fallado.



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Después de dos semanas de preparaciones, ya tenían todo listo para la fiesta de presentación. Y dónde también se les haría saber a los presentes sobre el compromiso de Michel y Keira.

Sus hermanos también ya estaban en la mansión de la familia Howland, además de que el nombre de Keira se había escogido, y estaba confirmado por toda la familia.

Las invitaciones se destinaron a todas las familias más importantes de la ciudad, así como a los inversores de ambas familias. Se buscó el salón más relevante de la ciudad capital del país M. Para la celebración, sería el evento fundamental del año.

El vestido que se eligió para Keira estaba bordado en pedrería, ceñido en el dorso del cuerpo. Con un cuello en V en la espalda hasta la cintura, creado por Leila, la madre de Kelly, la cuñada de Michell, quienes se encontrarían también en la fiesta, así como los padres de Michell, que habían regresado del extranjero.

Estarían presentes los hermanos de Keira, Claude, Leroy y Matt, así como los abuelos y la hija adoptiva de la abuela Zoe, quien es la hija biológica de Grace y Marcus.

La tía Naomi y Alessandro. Entre muchas otras personalidades, la gran sorpresa sería en realidad la entrega del anillo de compromiso en esa fiesta, delante de todos los invitados. Para los padres de ambos enamorados, era la mayor felicidad, pues deseaban la felicidad de sus hijos. Sobre todo la familia Howland quienes sabían cuánto había sufrido su hija todo el tiempo que vivió fuera su cuidado.

Por fin llegó el día tan esperado, Keira estaba lista a la espera de la llegada de su hermano mayor para que la acompañara hasta el hotel donde se encontraba el salón donde se llevaría a cabo la fiesta, ella se encontraba ya maquillada, vestida y ataviada con un juego de joyas que había recibido con antelación de manos de Michell.

Su hermano llegó en un hermoso Rolls-Royce, Phantom en color negro, para ir al salón. Haciendo una entrada sin Tarancón al llegar, cuando bajó del auto, todos los que se encontraban ahí esperando a ser recibidos quedaron perplejos al verla llegar, parecía un hada, luciendo su largo pelo hasta la cintura solo con las puntas enroscadas y una pequeña diadema de diamantes, haciendo que sobresaliera su bello rostro y esos ojos de color estrella azulados, en forma felina.

Michel que la esperaba a la entrada por ella, no hizo la diferencia, también quedo sorprendido por la belleza etérea que mostraba la mujer que amaba, sabía que era hermosa, pero ahora que se mostraba con ese vestido de pedrería que brillaba como miles de estrellas y sus ojos a juego, era como una verdadera hada, que hacía cierta la leyenda de la diosa que bajo del cielo a salvar y fundar la nación X.

Ella era realmente una heredera de la sangre real de la mujer que baja del cielo.

Mayce y Naomi, estaban muy felices al ver a Keira. Aparte de ser dos mujeres que mostraban un orgullo grandioso al saber que Keira representaba su descendencia en ese momento, nadie podía negar que fuera una mujer de línea de sangre real.

Alessandro, al saber que eran primos, pensó que si lo hubiera sabido en aquel entonces y la hubiera logrado atrapar, seguro que ella hubiera tenido la misma vida que él y no habría tenido que sufrir todo por lo que pasó, el destino es muy malvado, juega de una forma extraña con la vida de los seres humanos, al menos así lo hizo con él y con Keira. Pero al final sobrevivieron y aquí están ahora. 

Michel y Keira entraron en el salón, para que pudiera comenzar la celebración. Sin ellos, en la mesa principal al lado de sus padres no daría inicio, así que se dirigieron a su lugar asignado mientras todos los presentes los admiraban como la pareja perfecta, mientras un par de ojos los veían con celos y a Keira con resentimiento.

Zoe, siempre pensó que algún día la presentarían como la hija de la familia Howland, y que ella sería quien llamaría la atención de toda la alta sociedad, logrando encontrar un marido muy rico y sobresaliente, pero hasta hora solo había sido la hija adoptiva de la abuela Wilma, y nada más, siempre despreciada por los tres hermanos Howland, desde que llego a esa casa.

Nunca se le permitió entrar la habitación que estaba reservada para la hija de los Howland en la mansión de la familia, los hermanos se ponían furiosos si ella intentaba entrar, una ocasión llego a solo abrir la puerta y vio lo enorme que era y cuantas cosas había dentro, está llena de juguetes y decorado de una forma tan hermosa que quedo encantada, pensando que algún día ella llegaría a tener esa habitación.

Pero Claude, le dijo que esa era la habitación donde algún día regresaría su verdadera hermana, no una impostora, por eso siempre compraban cosas, para que cuando ella llegara, encontrara regalos y ropa lista para usarla.

Entonces Zoe, se dio cuenta de que para ellos ella solo era una impostora, una niña, que habían llevado como una suplantadora momentánea. No como una hija verdadera.

Ni siquiera la loca de Mayce, la quiso cuando no reconocía a nadie. Ella la llegó a llamar mamá y Mayce le dijo que ella no era su hija, que era una desconocida y comenzó a gritar.

Esos sueños y deseos se hacen añicos por completo hoy. Ella nunca será reconocida como hija de la familia Howland, siempre será solo una chica adoptada para cuidar a la señora Wilma Howland, es como la conocen todas las amigas de la abuela.

Eso no es lo que ella quiere, tiene que encontrar una forma de lograr su finalidad, o estará perdida. Y nunca tendrá una elegante fiesta, un novio o mucho menos un gran matrimonio.

Mientras los presentes estaban envueltos en un ambiente festivo, Zoe estaba dejándose llevar por unos oscuros deseos de celos y venganza.

Dicen que la maldad se puede tener en las venas dependiendo de quienes sean nuestros padres, aun cuando no existe una prueba real de esto, al parecer en las hijas de Grace se está comprobando como un hecho real, son hijas de dos personas realmente egoístas y malvadas y así se comportaron Primero Camila deseando que Keira fuera destrozada de diversas formas, en esta vida y lográndolo en su vida pasada.

 Y ahora, Zoe, está llenando su mente de cosas y pensamientos de maldad, sin darse cuenta de las consecuencias que le pueden traer todos sus actos. No toma en cuenta lo que le puede pasar, al tratar de luchar contra una mujer que está protegida por su familia y el hombre que la ama.





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El banquete se estaba desarrollando como se había planeado, todos los invitados se encontraban felices y festejando con la familia Howland y Haggard, Keira estaba realmente feliz, pensando en todo lo que estaba pasando a su alrededor, y cuanto había tenido que vivir y sufrir para poder llegar a este momento tan feliz de su vida, nada valía la pena ahora, solo disfrutar este momento al lado de las personas que la aman y a quienes ama ella.

En algunos momentos más se daría a conocer su nombre como miembro de la familia Howland y será con el que vivirá a partir de este momento, dejando atrás todo su pasado, no como si lo pudiera borrar, sino comenzando un nuevo libro en su historia de vida, en el cual solo espera escribir cosas felices.

Todas las personas que ya no le hacen daño a su mente, ni a sus recuerdos como fueron los Cox, secuestradores, los hombres que la usaron y violaron en su vida pasada y que ahora son solo un mal recuerdo, pues muchos de ellos ahora mismo por una u otra razón logró enviarlos a la cárcel, así como a los que intentaron matarla en esta vida. Incluso la familia Black, recibió su castigo al quedar Scott lisiado y ellos casi en la ruina. Cindy, está como una muerta en vida. Murdock está muerto. Grace y Camila están perdidas (muertas), ha logrado su venganza. Está lista para librarse de ese lastre que cargaba en su corazón y alma.

—Damas y Caballeros, solicitamos su atención, por favor,  a continuación. Se hará la presentación de Lady Tamila  Naomi Howland von Aventéis. Hija de la familia Howland. A quien invitamos a realizar su primera aparición en sociedad esta noche.

Keira, quien ahora se llamaba Tamila, hizo su aparición del brazo de su padre, Jonathan Howland, llegando al centro que se había preparado para que ella realizara su primer baile acompañada de su padre, como presentación en sociedad.

Tamila (Keira), bailó con su padre felizmente, sabiendo que cuando terminara ese baile se haría el anuncio de su compromiso con Michell. Cuando se terminó, en seguida, regresaron al escenario que se había preparado con antelación. Donde se quedó para en espera de Michell.

Cuando Michell llegó a su lado, todos se preguntaron qué es lo que se anunciara a continuación, ya que no estaban seguros de lo que sucedería.

Michel era el sucesor de la familia Haggard, y ya se había hecho el anuncio público de ese hecho, dejando en sus manos todos los negocios de la familia, esperando que sea un patriarca que los llevara aún más lejos que los había llevado su abuelo. Por lo cual estaban seguros de que era tiempo de que se casaran.

—Tenemos un anuncio muy especial para nuestras familias, tanto para los Howland, como para la familia Haggard. —Tomó la palabra el padre de Michell —Con este anuncio llegaremos a tener una unión importante entre nuestras familias, la cual será trascendental no solo como familias sino en muchas áreas.
Nuestros hijos han decidido comprometerse en matrimonio a partir del día hoy. Por lo cual me complace presentarlos como una pareja oficialmente comprometida en matrimonio.

Todos los presentes aplaudieron, y se acercaron para felicitar a los padres de ambos, así como a los novios, sabían que una unión de dos familias tan poderosas era un acontecimiento del cual se hablaría no por un año sino hasta el día de la boda y aun después de esta, ya que llevarían a cabo negocios multimillonarios entre sí.

Alessandro se acercó para felicitarlos y muchas chicas que ya lo habían estado viendo desde hacía tiempo, preguntándose quién era ese chico extraordinario de apariencia tan especial, corrieron a acercarse a los recién prometidos para averiguar algún chisme.

—Felicidades, prima, espero que seas muy feliz, porque lo mereces más que nadie. Y espero que la boda sea pronto, porque no quiero esperar demasiado para ver un bello sobrino.

—Alessandro, no le des ideas a este hombre, si por él fuera desde que me conoció, me hubiera secuestrado para casarnos.

—Querida, sabes que cuando te conocí prometí que esperaría hasta que cumplieras 20 años, ahora ya tienes 20 años, así que, es momento de planear una boda.

Al recordar ese tiempo cuando lo vio por primera vez y recordo que era el hombre que ordenó que la sepultaran en su otra vida, decidió que confiaría en él a ojos cerrados, solo por agradecimiento, pero ahora lo hace, por amor.

—Sí, lo haremos, pero dame un año más cuando menos no crees.

—Quizás seis meses, solamente.

—Porque son tan crueles y hablan de amor frente a un soltero como yo, que no tiene ni un perrito en casa. —les dijo Alessandro.

—ja, ja, ja, no seas tan exagerado, primo, eres un hombre guapísimo, solo mira cuántas chicas están detrás de ti ahora misma.

Alessandro vio a todas las hijas de hombres ricos que lo veían como si estuvieran codiciando un gran trozo de carne jugosa, y sintió que tenía que huir de ahí de inmediato, esas chicas solo lo buscaban por lo que podían sacar de él o recibir, no por quien era, si supieran la verdad sobre su vida, ni siquiera se acercarían a él. Todas las cosas que ha vivido ninguna mujer las soportaría saber.

—Es mejor que me vaya ahora, tengo cosas que hacer, sigan divirtiéndose, ya nos veremos después —Así se alejó Alessandro de Keira y Michell.

Naomi vio como su hijo estaba charlando con su sobrina y su novio felizmente, pero después cambio abruptamente su estado de ánimo, ella sabía muy bien que Alessandro en el fondo no se sentía un hombre que mereciera ser feliz, y ella no estaba de acuerdo en esa forma de pensar, él tenía que encontrar una mujer que lo aceptara así como era y con todo su pasado acuestas.

En algún lugar estaría esa mujer, siempre podría encontrarse alguien así, Keira encontró a Michel, porque su hijo no podría encontrar a una mujer que lo ame, sin pensar en lo que pasó y en la forma en la cual se crio. Él tiene un buen corazón.

Naomi decidió ir a felicitar a su sobrina cuando estaba por llegar a donde se encontraba. Vio que una chica se acercaba acompañando a una anciana, que se encontraba de muy mal humor. 

—No creas que yo te reconoceré como mi nieta, no estoy de acuerdo con la decisión del loco de mi hijo, haré todo lo posible para que te quiten nuestro honorable apellido, solo reconoceré como mi nieta a la niña que traje a casa yo misma hace años y es Zoe.

Después de decir estas malas palabras, esa anciana se fue arrastrando a la joven que estaba detrás de ella, pero Naomi notó que esa joven se parecía extremadamente a la loca que sacaron sus hombres del hospital psiquiátrico. Tenía que averiguar de inmediato quién era y cómo llegó a la familia Howland.


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Naomi, estaba pensando en lo que haría si descubre que esa chica que estaba hacía un momento en la fiesta es la otra hija de Marcus, si de verdad sería capaz de perdonarle la vida a la chica.

Hasta el momento tenía a Marcus bajo su custodia. Después de que sus con sus hombres lo encontraron con una de sus amantes, eso fue una buena escusa para poder detenlo en el calabozo hasta que ella regrese y le imponga un severo castigo, mientras tanto estará encerrado ahí.

Pero lo que tiene prioridad ahora es quitarse esa duda de encima, sobre esa chica, que acaba de ver, así que decidió realizar una prueba de ADN. Entre ella y Marcus, tenía que enviar a alguno de sus hombres a conseguir algo que la ayude para hacer esa prueba.

—Tienes que conseguir de alguna forma, pelo, o cualquier cosa que contenga saliva de la chica que estaba a un lado de la señora anciana Howland y enviarlo a comparar con la sangre de Marcus de inmediato, quiero saber si es hija de él.

Le ordeno a su hombre de confianza, Naomi.

—Está bien, sé lo que tengo que hacer, iré de inmediato a que consigan lo que se necesita para que se realice la prueba.

No quiero dejar ningún cabo suelto antes de regresar al país X. Tenía que resolver todos los problemas que había causado ese hombre a sus espaldas, y dejar que la vida de su familia siga su curso de una forma en paz.


Al final de todo, ni ella ni sus dos hermanas tenían la culpa de quién fue su padre, o de quién las había engendrado, o de la forma en la que tenía que haber vivido cada una de las tres, por lo cual habían tenido que encontrarse en la vida de Marcus al menos ella y Macey.

Después de dar la orden a su hombre, continuó acompañando a Macey en el festejo del compromiso de su sobrina.

Todo continuo como se había planeado hasta el final.

********

Keira y Michell esa noche habían decidido pasarla en la casa de Michell, por lo cual al terminar la fiesta se fueron a la mansión que se encontraba a la orilla del mar, donde se quedarían. En cuanto llegaron, Michell la ayudó a bajar del auto y la llevó al salón donde se quedaron un rato más charlando.

—Ahora no sé cómo es que te tengo que llamar, si Tami o Keira.

—Es como si comenzara algo nuevo en mi vida, pero llámame como tú desees

—Entonces, para complacerte, te llamaré Tami, así será como un comienzo, pero en la intimidad deseo llamarte Keira.

—Si es tu deseo, será el mío. Sabes que lo que tú quieras lo respetaré, te amo tanto que lo que tú me pidas, eso haré.

—Estás segura de que lo que te pida lo harás — Michell, se acercó a Keira, tomándola de las manos y viéndola directamente a los ojos con una mirada anhelante.

—Sí, estoy segura de lo que digo ahora mismo.

Michell, se acerca a Keira y comienza a besarla, primero con dulzura y después con más premura, deseo y necesidad.

Keira sentía que por su espalda recorrían, millones de hormigas que subían y bajaban, dejándola entumecida, haciéndola sentir que necesitaba algo más, no solo basarse con Michell, pero no sabía qué era.

Michel comenzó a acariciar la espalda desnuda de Keira sintiendo su piel con sus manos tibias, haciendo que ella se estremeciera entre sus brazos. Deseaba sentirla por completo, ya había esperado demasiado tiempo, su cuerpo la anhelaba tanto que le dolía.

Bajo sus labios por el cuello de Keira sintiendo que le estorbaban esas joyas y ese elegante vestido ahora mismo estaba de más, solo necesitaba que ella se presentara ante él, desnuda, quizá solo con la diadema de su pelo luciendo como su reina, sería como una fantasía hecha realidad.

—Te amo tanto, Keira, que te deseo por completo ahora.

—Michell, no sé qué me pasa, pero yo siento lo mismo.

—¿Estás segura, amor?

—Sí, lo estoy. —Ella ya había esperado demasiado tiempo, para entregarse a Michell, ya era tiempo de ser su mujer por completo.

—Vamos a la habitación

Michel la llevó a su habitación, la comenzó a ayudar a desnudarla con calma, quitándole ese complicado vestido, dejándola solo con las joyas que le había regalado. Quería verla solo luciendo lo que él le regaló y su bello cuerpo.

Poniéndose con cuidado sobre la cama, tomando el tiempo necesario para desnudarse él también, quería mostrar su cuerpo por completo a esa mujer que sería suya, para siempre. Demostrar que él también se integraría totalmente en este momento a ella.

Keira estaba sin miedo al verlo como mostraba poco a poco su cuerpo Michell, ella confió en él desde el momento en que lo encontró en esta vida por primera vez, ahora que lo veía por completo al desnudo, era como si los fueran a fundirse en una promesa eterna, donde solo ellos dos fueran a existir y convivir.

La vida le dio otra oportunidad de vivir, y le agradecería al destino por eso, ya que había encontrado al hombre que se encontraba delante de ella, al hombre que vio antes de morir en su anterior vida, y que fue quien se encargó de su cuerpo sin conocerla.

Él ahora en esta vida se encargaría de ella y ella de él, le agradecería en esta vida lo que hizo por ella en los últimos minutos de su vida, por toda la eternidad, y con todo su corazón.

Michell, se subió a la cama donde se encontraba Keira y la tomó entre sus brazos, para continuar besándola, pero ahora tocándola, por todo el cuerpo, acariciando cada rincón de ella, haciendo que se sintiera que se derretiría en cualquier momento.

Keira estaba deseando que Michel la tocara en medio de sus piernas, pero no sabía por qué, solo sabía que necesitaba que él la tocara en ese lugar. Ella inconscientemente se acercó más a él para hacerlo saber, arqueando a su cuerpo y posándose contra su parte baja de Michell.

Michell sabía lo que necesitaba Keira, así que comenzó a masajear la parte que necesitaba atención en el cuerpo de su amada, haciéndola que comenzara a ronronear como una gatita.

Cada ronroneo era un pequeño tormento para Michel, sentía que explotaría de necesidad si no entraba ya en el cuerpo de Keira, por lo cual decidió comenzar a realizar pequeños avances acercándose a la entrada secreta del cuerpo de Keira.

—Ya no puedo más, necesito tenerte.

—Yo no sé qué es lo que siento, pero creo que también quiero que estés dentro de mi amor. —Keira fue la más audaz.

—Oh, mi amor, no sabes cómo te deseo ahora mismo, cuánto he esperado por este momento. —Michell, comenzó a entrar con calma, para no lastimar a Keira

—Es tan agradable saber que seré tu mujer, para siempre.

—Entraré ahora. Puede dolerte cariño.

Keira sabía que le dolería un poco, así que solo tomó aire suficiente para soportar la invasión, y así no sentir la sorpresa de la invasión de Michell dentro de su cuerpo.

Una vez que él entró y comenzó a moverse suavemente, dejó de doler y comenzó a disfrutar de los movimientos de Michell dentro de ella.

Disfrutarón haciendo el amor hasta el amanecer, entregándose completamente el uno al otro, de forma libre y total.




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Zoe regresó a la mansión de los ancianos Howland en compañía de la vieja señora, no se encontraba de buen humor, ya que había visto cómo presentaron a Keira como la hija de la familia, y además el compromiso entre esa chica y Michell Haggard, eso era insoportable de aceptar para ella.

Y mucho menos podía soportar ver cómo ese hombre guapísimo se presentó como primo de ella, era como un ángel caído del mismísimo cielo.

Todo eso debería de ser de ella, no de esa arribista, que apareció de la nada. Ella llegó a esta familia primero, fue adoptada por la vieja señora hacía tantos años, que no pueden hacerla a un lado como si solo fuera una basura. 

—Zoe, no te preocupes. Si no te reconoce mi hijo como parte de su familia, lo haremos nosotros. Te presentaré ante la sociedad como mi hija adoptiva.  

—Gracias, abuela, sé lo mucho que me amas. —Pero Zoe sabía que no sería lo mismo, pues no tendría la misma base para poder encontrar un buen marido, solo seguiría siendo una hija nominal, no una hija reconocida por el cabeza de familia.

—Esa chica que han reconocido como hija nunca pisará esta casa, nunca la reconoceré como nieta mía, ante ninguna de mis amigas, no sé de dónde salió. 

La vieja señora Howland, estaba decidida a ir en contra de Keira, solo por el simple hecho de que se parecía a su nuera, ella jamás había estado de acuerdo en que su hijo se casara con esa mujer, si no fuera por su marido que se empeñó en emparentar con la familia real del país X, ella la hubiera rechazado desde el momento en que su esposo la eligió como nuera.

Por esa razón preferiría que Zoé fuera la que reconocieran como la hija de la familia Haggard, y no Keira.

Por su parte, Zoe, está tan decepcionada que lo único que desea es que Keira desapareciera de su vida en ese mismo momento. Si ella no hubiera aparecido nunca, quizás la hubieran aceptado al final como miembro de la familia. Ahora lo único que le queda es desaparecer ella misma a Keira.

Así que en su mente comenzó a maquinar mil formas de cómo destruir a la persona que cree ha destruido su brillante futuro en la familia Haggard. Sin medir las consecuencias, solo pensando en la felicidad que obtendrá cuando ella sea la única hija de la grandiosa familia.

Primero tenía que ir a buscar a Keira a casa de los Haggard, para felicitarla.
Después buscaría la oportunidad para quedarse a solas con ella, así es como sería la forma más fácil de realizar cualquier maniobra en contra de esa intrusa.

Lo mejor es que localice algunos hombres que se la lleven lejos a donde nadie la encuentre, eso sería perfecto. Que la mate donde nunca puedan encontrar sus restos sería perfecto para todos, sobre todo para sus grandes planes.

Eso es lo que hará mañana a primera hora buscar a quien realice ese sucio trabajo en su lugar, ella solo puede encargarse de sacarla de la casa, los hombres de lo demás.

*******

Naomi, al día siguiente de la fiesta, se encontraba en la casa provisional que usaba en la ciudad, desayunando con Alessandro, antes de que este saliera rumbo a la empresa.

—Alessandro, ¿por cuánto tiempo más permanecerás en la empresa de tu familia?

—Ya no lo haré por mucho tiempo, solo el necesario para que David pueda manejar los negocios principales, dejaré a un hombre de mi confianza al frente de todo lo más importante.

—Ya has permanecido alejado, demasiado tiempo de tus verdaderos negocios, no puedes continuar por más tiempo de esta forma.

—Lo sé, madre, he estado alejado de mis negocios, pero no significa que no esté al tanto de todos ellos.

—No estoy diciendo eso, hijo, y lo sabes. A lo que me refiero es que tienes que regresar a donde de veras te hace ganar millones.

—No he dejado de ganar, si es eso lo que te preocupa, no dejaría de ser hijo de quien lo soy.

Naomi comenzó a reír por la última respuesta de Alessandro, sabía perfectamente que su hijo siempre se comparaba con ella cuando se trataba de hablar de grandes empresas. Nunca le había temido a nada, solo a una cosa, las mujeres. No sabía cuándo tendría por fin una novia, una pareja que lo hiciera feliz.

Solo esperaba que fuera pronto, y que dejara de estar solo siempre, por miedo de que solo lo busquen, por su posición social, o por lo que puedan obtener de él, o su belleza.

—Hijo, me gustaría que pronto me presentes a una novia.

—Ya hemos hablado sobre eso, pero bueno, nunca se sabe.

Alessandro recordó a una chica que le dio una grata sorpresa, no hace mucho, y le hizo que su corazón vibrara por primera vez, haciéndolo sentirse vivo. Dándose cuenta de que ese músculo que pensó atrofiado hacía mucho tiempo, aún puede saltar algunos latidos más cuando ve a alguna mujer.

Nunca había puesto atención a ninguna mujer como para algo serio, solo las mujeres que pasaron por su cama para saciar esas necesidades pasajeras, que todo hombre sano puede sentir. Y que ahora mismo no recuerda ni cómo eran.

Pero Zara, no se puede clasificar dentro de ese paquete de chicas, ella es diferente, hasta el momento, tendría que tratarla y saber más de ella para estar seguro de sus verdaderos colores.

Y de cuánto puede llegar a confiar en ella, sobre todo por la vida que tiene día a día.

No se puede llegar a confiar en cualquiera, como ejemplo están sus padres. Ahora su padre es rehén de su madre, todo por sus mentiras y engaños, y sus padres biológicos. Su padre fue un hombre infiel.

No tiene buenas referencias como para poder tener ganas de meterse en una relación de pareja, tendría que ser una mujer excepcional para que lo haga caer en esa trampa.

El matrimonio no es para él.


EL RINCÓN VELVET VIOLETA
BUSCANDO LA VERDAD TRAS MI MUERTE
  Alessandro estaba en su oficina pensando en lo que durante los últimos dos meses había estado sintiendo al lado dé Zara, no había puesto más atención a ella desde que había decidido no pensar en mejores que pudieran interponerse en sus planes a futuro, pero en especial ese día había ido a trabajar envuelta en un traje sastre muy formal con falda de tipo corte lápiz hasta debajo de la rodilla, con tacón de 6 centímetros, un peinado limpio y de lo más formal, con un saco de corte a la cintura que hacía que su figura se mostrara de lo más hermosa y profesional posible.

Alessandro nunca había visto a Zara en especial por la belleza en su rostro, si se pusiera a pensar en bella, podría decir que había visto uno sin fin de mujeres hermosas a lo largo de su vida, Zara simplemente era una chica del montón, que a simple vista no llamará la atención de ningún hombre superficial.

Pero él buscaba una mujer, inteligente, sincera y sobre todo muy recta, que pudiera soportar sobre sus hombros una verdad tan fuerte como la que él ocultaba, así mismo que la amara por lo que es y pudiera tener en cuenta lo que se puede esperar de un hombre como él.

El ser hijo de una mujer como su madre no sería nada fácil para la mujer que llegara a ser su esposa, y ahora, con toda la verdad que se ha revelado, mucho menos.

Eso era lo que ahora lo detenía para acercarse a Zara de forma romántica, a romper esa barrera de empleada y empleador.

Pero en el fondo de su alma de cazador sabía que se arrepentiría de no hacer el esfuerzo por solo saber lo que ella sentía por él y cómo podría actuar ante él de otra manera que no fuera solo su empleada de confianza.

Aun cuando ya había investigado por completo la vida de Zara, quería que ella misma le contara los problemas que había tenido para salir adelante, lo que le pasó de joven y todo lo que había vivido hasta que se conocieron.

Pronto tendrían una oportunidad para que eso sucedía. Programaría un viaje de negocios de tres días a al país X para que hicieran una visita a sus otros negocios, esperando ver su reacción, y así investigar más sobre su vida de ella.

Hoy mismo simplemente le haría saber que estaría preparado el avión para que salieran de inmediato. No le dio oportunidad para que se negara, ni para que nadie más se enterara. Dejaría esta empresa en manos de su hermano Davis.

—Zara, ¿puedes venir a mi oficina por un momento?

—Sí, señor.

—Zara, tendremos un viaje de negocios. Esta tarde, saldremos en dos horas, regresaremos en tres días, ya todo está preparado, tenemos que ir de inmediato al aeropuerto a tomar un avión ahora mismo.

—Pero señor, yo no tengo nada preparado, ¿cómo puedo irme por tres días sin nada?

—Eso no importa, lo que necesites, lo comprarás a donde vamos, esto es urgente.

Zara estaba confundida, pero sabía que Alessandro era un hombre imprevisible, que podía decidir viajar en un momento, como podía despedir al siguiente. Lo mejor es solo seguir sus órdenes.

—Perfecto, señor, solo tomaré mi bolso y estaré lista.

Durante el camino al aeropuerto no preguntó nada Zara, estaba acostumbrada a que solo recibiría órdenes una vez que llegaran al destino a donde se dirigirían, así que esperó a subir al avión privado de Alessandro para que tomaran rumbo a donde su jefe quisiera ir.

Zara, durante el viaje, solo pensó que quizá era bueno, que ella era una chica huérfana, que no tenía a nadie a quien dar explicaciones de lo que hacía o de cuándo regresaba. Con este jefe tan voluble, sería complicado si tuviera que dar explicaciones.

Zara nunca pensó que algún día diría eso o pensaría así, sobre estar sola en el mundo, durante muchos años, solo se preguntaba que sería de ella, al vivir sin nadie que la ayudara a salir adelante, sobre todo cuando existían esos días en los que no tenía dinero ni para comer, y que por más que trabajaba en empleos de medio tiempo no le alcanzaba ni para un alquiler de un cuartucho de mala muerte mientras estudiaba, aun cuando fue una de las mejores estudiantes en la escuela media y bachillerato, la competencia por becas era férrea.

Y en la Universidad, al ser pública, se le complicó mucho conseguir ayudas, pero sacó la carrera con honores, aunque llegó a trabajar como pasante a la empresa de Alessandro, donde solo la tenían preparando café para las amantes de los jefes.

No tenía un salario que le ayudara a vivir mejor que cuando estaba en la escuela, hasta que llegó ese gran cambio aquel día en que apareció ese ángel.
Cuando todos se encontraron caminando por un camino karmicos, donde todos antes o después terminaron pagando todos sus malos pasos dados en la empresa. 

Si no hubiera aparecido Alessandro, no sabía qué hubiera pasado con ella, pues ya estaba por renunciar de esa empresa que le parecía más un burdel gigante que un lugar donde trabajar con buenos modelos a seguir.

—Prepárense, vamos a terrizas, abrácense los cinturones — se escuchó la voz del capitán del avión.

Todos los tripulantes se prepararon para el aterrizaje, en especial Alessandro, quien estaba pensando en cómo le explicaría a Zara la visita, sus otras empresas y sobre todo que lo llamaran Márquez.

El pensarlo le causaba gracia, ya estaba viendo la cara de la pobre chica cuando se diera cuenta de que él, por ser hijo de quien era, pertenecía a la realeza de ese país. Eso sin tomar en cuenta de que incluso su madre fue una de las herederas a la corona mientras estuvo en vida, y que su prima es la actual heredera a la corona. ¡Qué vida tan complicada le tocó vivir!

—Bien, Zara, lo mejor es que no quedemos en mi casa, así podremos descansar mejor. Desde ahí podrás pedir la ropa que necesites, no tendrás problema alguno para conseguir lo que requieras.

—Bien, jefe, me pare perfecto, lo que decida.

En la puerta de las afueras del aeropuerto ya los esperaba uno de los choferes de Alessandro. Zara pensó que seguro sería una casa como la que tenía en el país M, que no pasaría nada. 

Pero cuando estaban saliendo de la sala VIP del aeropuerto, notó que muchos reporteros fotografiaban a Alessandro, y le hacían preguntas muy personales, como sobre su madre, la Marquesa, o sobre si era verdad que ya tenía una novia en el país M y ella sería la nueva Marquesa.

Zara se quedó boquiabierta al pensar en las preguntas que estaban realizando estos reporteros a Alessandro. Tardó en reaccionar cuando se dio cuenta de que él pertenecía a la realeza del país X.

Zara había pensado que era un hombre rico, quizás millonario y que se estaba recuperando de las malas inversiones hechas por su madrastra, ella había soñado tontamente que se estaba acercando a Alessandro, como empleada de confianza, que un futuro podrían ser amigos, pero al escuchar lo que le preguntaban y saber quién era realmente, sus sueños y quimeras cayeron hechos añicos.

Alessandro notó, lo que estaba pasando con solo ver el rostro de Zara, que se estaba poniendo triste. Sabía que tenía que llevarla a pasar por eso, para ver si soportaría una prueba como esa, y eso solo era el comienzo, aún le faltaba mucho por ver. Tenía que soportar al ver cómo estaba pasándolo mal Zara para saber si podía confesar sus sentimientos a esa mujer.

Alessandro solo sonrió a todos los reporteros sin hacer caso a sus preguntas, sacando a Zara de en medio de aquel lío de personas, cámaras y flashes. La llevó hasta el auto que los esperaba, y subieron dando órdenes al chofer de que los llevara a su casa de la ciudad.

Zara, esperaba que no fuera una mansión de esas que solía ver en el canal de viajes alrededor del mundo, donde presumían las mejores casas de los más ricos del mundo, que tenía, incluso, caballerías, piscinas y cancha de tenis, porque entonces sí que se sentiría poco menos que nada.

Ella, que apenas y lograba pagar una habitación en los peores barrios de la ciudad, con caseras, chismosas y maridos que la veían como si fuera su próxima presa.

El corazón de Zara estaba un poco apesadumbrado y tembloroso, por los nervios y por saber que cada vez estaba más lejos de ella, ese hombre que admiraba tanto, por su inteligencia, poder y sabiduría para manejar los negocios con precisión. Y para que negarlo, había comenzado a sentir algo por él.

Llegó a un palacete de tres pisos, estilo georgiano, con su típico techo de pizarra negra y altas chimeneas, ventanales de piso a techo y una entrada de escalinata con una bella combinación de torres corintias, en mármol blanco.
Jardines bien cuidados con fuentes hermosamente cuidadas.

Zara, no quería siquiera quedarse en ese lugar, prefería que la enviaran a un hotel.

—Jefe, no es necesario que me hospede en su casa, basta con que me deje en cualquier hotel.

—Zara, te traje, sin nada, y aun así quieres que te deje sola en el hotel, eso sería una tremenda descortesía de mi parte. Además, tenemos mucho de lo que hablar antes de salir temprano mañana para realizar nuestro trabajo.

—Tiene razón, comprendo. —Respondió Zara, ya resignada.

—Adolf, por favor, envía a alguien para que traigan ropa para la señorita Zara y que escoja lo que necesite.

—Inmediatamente, señor, haré que venga a la mansión.

—Zara, puedes descansar hasta que vengan a mostrarte lo que necesites.

—Por aquí, señorita, le mostraré su habitación.

Alessandro se quedó en la sala de la gran mansión, pensando en todo lo que tendría que revisar, ya que se encontraba en el reino de su madre y sobre todo revisar al inframundo, porque no se puede dejar solo en el negocio por mucho tiempo, cuando el gato no está, los ratos hacen fiesta.
Sobre todo desde que su madre tiene encerrado a su padre en los calabozos de su casa. Y mató a una de sus amantes.

Esta misma noche tendría que ir a revisar cómo estaban las cosas, o saber quién fue la afortunada que perdió la vida por estar metida en la cama de su padre ese día. Solo esperaba que no fuera alguna hija de sus subordinados o tendrian alhguna gente con malestares. Pero ellos tenia la culpa por enviarlas a la cama de su padre sabiendo como era Naomi, una mujer sin alma.

Pero Marcus nunca aprendió a permanecer de manera discreta en sus relaciones extramaritales.

También tiene que ver cuánto han crecido sus empresas en estos meses que las ha manejado desde el país M. Por lo último que había visto, tenía un 300% más que hacía dos meses. Su madre se preocupaba por nada, él siempre había cuidado bien de sus empresas y sobre todo porque las creó desde cero.

Naomi, siempre quiso que se mantuviera fuera de su mundo en cuanto a lo monetario, aun cuando la inmensa fortuna de Naomi, en el futuro, le pertenezca a Alessandro. Quería que tuviera sus propios negocios donde pudiera después invertir el dinero de Naomi, para blanquearlo.

En fin, es hora de ir a ver a su padre y hacerle algunas preguntas, antes de que su madre quiera saberlas y se las saque con tortura.



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Alessandro avisó al mayordomo de su mansión que si Zara preguntaba sobre él, le dijera que había salido a revisar algunos negocios importantes. Que regresaría para la cena, así salió rumbo a la mansión de Naomi, donde se encontraba detenido bajo la mansión en la prisión subterránea Marcus.

Cuando llego hasta ese lugar, solo sintió nostalgia, pues hacía mucho que no bajaba a ese lugar desde que tenía unos 15 años, después de que su prima Keira lo lesionara en aquel entonces jamás le asignaron algún tipo de trabajo peligroso, solo se dedicó a estudiar y ser un perfecto caballero, para poder saber manejar el negocio por la superficie.

Aun cuando no era un lugar aterrador, no era un lugar donde hubieran pasado cosas agradables. Alessandro presenció cosas atroces y desgarradoras desde muy joven, pero ahora que ya era un adulto, si las viera de nuevo, solo sentiría que son gajes del oficio. Nada especial.

Todos los que se involucran en lo que hacen los hombres que están bajo el mando de Naomi y de Marcus, no son angelitos del cielo, son solo algo, pero que demonios sacados del infierno, venderían a sus familias si con eso pudieran obtener dinero, para agrandar sus fortunas o conseguir el siguiente chute de droga, no valen un comino, por esa razón, no salvaría a ninguno de ellos si los viera estar siendo torturados en este lugar por su madre.

Alessandro encontró el lugar donde se encontraba su padre. Era una celda que estaba apropiadamente adecuada para él, parecía una habitación de lujo, incluso su madre no lo estaba dejando sufrir, solo lo tenía preso, para que no hiciera más daño.

O quizá solo está dando tiempo al tiempo para encontrar la mejor forma de desaparecerlo de sobre la faz de la tierra y así poder darle el título al propio Alessandro. Como sea, son asuntos entre ellos dos, nada tiene que ver con él, solo lo que quiere saber es donde diablos tiene escondida a la otra hija bastarda viva. Si esa hija no aparece pronto, de verdad que lo matará su madre.

—Marcus, ¿qué tal estás en tu nueva habitación?

—Hijo mal agradecido, ¿cómo es posible que no me avisaras de lo que esa loca pensaba hacerme? —Le espetó Marcus con ojos llenos de ira a Alessandro en cuanto lo vio.

—Tal parece que cuando me fui, olvidaste mi advertencia de que fueras discreto con todas esas mujeres que metías en tu cama, o mi madre te mataría. Además, tú sabías que mi madre era tía de la chica que querías matar, ¿cómo es posible que no quieras que ella esté ahora tan molesta contigo? Además de que sabes que tienes dos hijas bastardas.

—Como es posible que se enterara de todo eso, lo guardé muy bien durante tantos años.

—Solo los muertos guarda secretos, Marcus y tú dejaste muchos vivos que sabían lo que hiciste, así que esos hablaron. Nunca fuiste tan cuidadoso como creíste. Así que ahora necesito saber dónde está tu hija bastarda mayor.

—¿Por qué debería de decírtelo a ti?

—Si no lo haces, mi madre te matará sin pensarlo dos veces. Tú decides, me lo dices a mí o viene ella.

—Le dije a esa estúpida de Grace, que me la entregara, así que ella nunca se enteró de lo que fue de esa hija. Yo le pagué a un hombre para que fuera y que la dejara en la puerta de la servidumbre de la mansión de la madre de Jonathan Howland, a la hora de que todo el personal entraba y salía. Sabía que de esa forma la encontrarían.

Alessandro sabía perfectamente que para crear líos y problemas, Marcus era un as. Pero todo lo que hizo para vengarse de su tía sí que fue una gran historia rocambolesca. 

—¿Con qué finalidad plantaste a tu propia hija en la familia de los Howland?

—Para que con los años ella llegara a remplazar a la verdadera hija de Macey, esa sería mi venganza, que mi hija recibiría todo lo que su hija biológica debería de haber recibido, mientras su hija perdida solo estaría sufriendo o quizá estaría muerta. 

—Entonces, ¿tu hija bastarda es esa chica que vive con la abuela de mi prima?

—¿A quién llamas prima?

—No te lo han informado, qué lástima, Marcus mi madre biológica, también fue hija de ese Duque de mierda, soy sobrino de sangre de Naomi y de Macey.

—¿Cómo puede ser eso cierto? 

—Pues resulta que así lo es, por esa razón es que soy como soy, por lo que he podido pasar como hijo biológico de Naomi, porque en realidad somos parientes

—¿Me estás diciendo que, eres el chico del mito? Si eso fuera real, quiere decir que eres el siguiente al trono de este país. Maldita sea, cuántas cosas hice para poder tener el poder y llegar al trono de este país y mira quién es realmente el heredero al trono, ese niño que encontré hace tantos años en manos de los cazadores de personas.
Ese niño que enseñe a ser un hombre capaz de matar con sus propias manos. Quiero que, como a mi propio hijo, sea el futuro rey de este país.

Marcus reía como si estuviera encloqueciendo.

Alessandro, comprendía la forma en la que estaba actuando Marcus, durante años, había buscado a una mujer, pero olvidó la parte del mito donde aparecería un hombre idéntico a la diosa de la luna, que haría que cambiara el régimen de gobierno del país establecido por la diosa lunar.

Por eso nunca pensó en él como uno de los  descendientes de la familia real.

¡Qué tontería perder una vida en tramas, planes malvados y realizar tantas muertes para nada, cuando tenía frente a él a quien estaba buscando!

—Me voy, Marcus, tengo cosas que hacer, no creo regresar a este lugar de nuevo.

Alessandro salió de aquel lugar sin mirar atrás. No sintió pena ni remordimiento alguno por lo que estaba pasando en ese lugar.


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Zoe, se encontraba sumida en sus pensamientos, que a este punto ya eran muy turbios y oscuros, ya la razón no estaba presente sobre su cabeza, solo pensaba que necesitaba hacer desaparecer a Keira de una u otra forma, pero tenía que saber como hacerlo, ya que estaba tremendamente cuidada por los guardias de sus hermanos y los de su prometido. Sería casi imposible llegar hasta ella.

Para por lograr su cometido tendría que convencer a la abuela de que la lleva a la casa de la familia principal, así tendría la oportunidad de quedarse a solas con Keira y ahí estaría la oportunidad para poder hacerle algún daño, sin que nadie se entere y tengan tiempo de salvarla.

De esa manera convenció a la vieja señora Wilma, para que fueran de visita a la casa principal de la familia Howland, con el pretexto de saber cómo iban los preparativos de la boda de Keira.

En un comienzo, la vieja señora no estaba muy convencida, pero por la persistencia de su adorada compañera y nieta adoptiva, la conmovieron y aceptó, por lo cual llamó al chofer y así fueron a donde quería Zoe. A sabiendas de que estarían ahí todas las mujeres, pues estarían ocupadas con los preparativos, ya que solo quedaba un poco de tiempo para la boda.

Zoe estaba más que feliz de saber que podría llevar a cabo su plan antes de que pudiera llegar el gran día de su boda, así si muriera Keira, Michell quedaría desolado y necesitaría alguien que lo consolara, y ahí estaría ella para hacerlo, entonces tendría mucho tiempo para poder conquistarlo y que se enamorara de ella.

La mente de Zoe divagaba en sus pensamientos de locuras, de camino a su destino, sin pensar en si realmente lograría su cometido o no, solo pensando en la vida feliz que le esperaba una vez que Keira muriera.

Después de unos cuarenta minutos de camino, por fin llegaron. Al bajarse del vehículo en el que viajaban, fueron recibidas por el mayordomo y no por Mayce, quien se encontraba dentro discutiendo con Naomi y Keira los detalles de muchos de los últimos arreglos e invitados para la boda. Este hecho molestó tanto a la vieja señora Wilma que casi sentía que le estaba por explotar el corazón de un coraje.

En cambio, Zoe estaba la mar de feliz, al darse cuenta de que se encontraba Keira dentro.

—Lamento no salir a recibirlas a la puerta, pero estamos retrasadas con los últimos arreglos sobre la boda de Keira y el tiempo se nos está echando encima. —Comentó Mayce.

—¿No hay problema, sabemos que están muy ocupadas, solo vinimos a ver en qué podemos ayudarlas? —Comentó por cortesía y educación Wilma

 —Keira, ¿ya tienes tu vestido de novia listo? —preguntó Zoe con la intención de que se lo mostrara.

Keira no era muy cercana a Zoe, pero tampoco quería parecer grosera al negarse a mostrar su vestido.

—Sí, ya está listo, es un regalo de la tía Naomi, lo mando hacer en el país X, está en mi habitación. ¿Te gustaría verlo?

—Claro que imagino que será una belleza.

Las dos chicas se dirigieron hacia las escaleras de caracol que se habría en dos al llegar al descanso, y subieron por el lado derecho, para dirigirse a la habitación de Keira. Zoe ya estaba pensando en cómo haría para dañar a Keira.

Mientras tanto, Naomi recibió un mensaje en su teléfono de Alessandro comunicándole que se encontraba en el país X, eso la desconcierto por un momento, pero no la preocupó. Él era así, como podía estar, aquí podía estar ahí. En cuestión de horas.

Pero lo que le llamó más la atención fue lo que escribió después.

—Mayce, creo que acompañaré a las chicas a ver el vestido de novia.  —Comentó sin más Naomi

—Está bien, yo me quedaré aquí con mi suegra.

Nada parecía raro, solo cuando Naomi subió la escalinata de forma un poco apresurada.

Cuando Naomi, llegó hasta la puerta de la habitación de Keira, decidió quedarse fuera y escuchar lo que decían las chicas, y si notaba algo extraño, entraría.

—Keira este vestido es demasiado hermoso para ti, debería de llevarlo puesto alguien que de verdad lo merezca.

—¿Así lo crees?

—Por supuesto que lo creo y lo aseguró, yo he estado en esta familia por más de 16 años y nunca me han tomado en cuenta, me adoptaron para que fuera la hija perdida, pero nunca me han aceptado como tal, solo he sido la chica que acompaña a la señora Wilma, incluso cuando era pequeña, llamaba hermanos a Claude y los otros y ellos me despreciaban diciéndome que ellos no tenían ninguna otra hermana que solo tú y que regresarías algún día.
Siempre viví a la sombra de tu recuerdo, no creo que sepas lo que es eso, que una niña de 7 u 8 años tenga que llorar a escondidas porque no puede entrar en la habitación gigante llena de juguetes y ropa elegante, preparada para una niña que está desaparecida.
Mientras a ella nunca le regalan nada. Saber que no es la hija que esperan, que solo es una niña que dejaron en la puerta de la servidumbre una noche y que decidieron adoptar para ver si con ella podría obtener algo de alivio la señora de la casa principal. Pero que solo me aumentaba e incluso me intentó ahogar cuando insiste en llamarla mamá.

—¿Por qué me cuentas todo esto, Zoe? —preguntó Keira

—Sabes, mi vida sería magnífica si tú nunca hubieras aparecido, si nunca hubieras regresado, si te hubieras muerto en algún lugar lúgubre y frío donde nadie te encontrara, así yo tendría todo esto ahora y no tú.

—¿Estás segura de eso, tú crees que mis hermanos y padres alguna vez me hubieran dejado de buscar? Yo creo que no, además ellos nunca te hubieran reconocido como su hermana, ellos son demasiado inteligentes y saben reconocer a las personas solo con mirarlas y tú eres una persona con malas intenciones.

—¿Cómo sabes que yo podría tener malas intenciones solo cuando era una niña pequeña?

—Porque ya lo llevas en la sangre, yo sé de quién eres, hija, e incluso tu hermana terminó loca en un manicomio y tu madre huyendo para que no la mataran, tu padre es un asesino.

—Estás loca, eso lo dices solo para, hacerme sentir mal, que vas a saber tú sobre mí.

—Tu madre, fue la mujer que me buscó para decir que yo era su hija perdida, pero en realidad fue la mujer que me robó. Ella fue la amante de un hombre terrible y tuvo dos hijas con él, una de ellas eres tú. Solo fuiste un peón en sus planes para dañar a mi familia.

Zoe sintió que la sangre le hervía al escuchar las palabras que decía Keira. Eso no podría ser cierto, siempre había fantaseado que quizás podría ser la hija de una familia millonaria que la había perdido, como podría ser cierto que fuera hija de un par de seres tan repulsivos.

En el calor de la ira, sacó de entre sus ropas una afilada y brillante daga, con la que había pensado matar a Keira. Zoe ya había perdido por completo la última gota de cordura que le quedaba, estaba dispuesta a matar a esa enemiga, que ahora había destruido su última ilusión sobre sus padres ricos.

Soltó un grito ahogado cuando vio la daga que tenía en sus manos Zoe, de inmediato pensó en qué podía usar para defenderse. Vio que estaba a su lado una charola de plata que podría usar como escudo mientras lograba pedir ayuda. La tomó sin pensarlo mucho  —Zoe piensa muy bien lo que quieres hacer, suelta esa daga, las cosas una vez hechas no tienen retorno.

Naomi, que se encontraba fuera de la puerta, no perdió tiempo y entró rápido a la habitación, encontrándose con una escena dantesca en la cual una mujer que por lo regular aparentaba un rostro sereno y tímido, ahora lo tenía terriblemente distorsionado por la rabia y la ira.

No perdió tiempo y la atacó, lanzándole una patada directamente al estómago para derribarla, asiéndola que se tambaleara y soltara la daga que tenía entre las manos.

Cuando Naomi controló la situación, llamó a sus guardaespaldas para que se hicieran cargo de Zoé.

—Niña, te pensaba perdonar la vida si no atacabas a mi familia, pero al parecer tienes los mismos genes de tu padre, así que lo mejor será enviarte con él ahora mismo y que tengan el mismo fin. Ya tu hermana menor está muerta, enloqueció y murió en un manicomio. Tu madre es cosa aparte, ahora tu final será el mismo que el de tu padre.

Naomi ordenó que la enviaran al país X para que fuera encerrada en los calabozos de su mansión de inmediato.

—Tía, y cómo le explicaremos esto a la abuela Wilma.

—Esa vieja se tendrá que quedar calla si no quiere que todo su círculo social la repudie.

Keira no esperaba en realidad que el lobo estuviera tan cerca, pero en su otra vida ella misma siempre vivió con la mujer que la robó de bebe y la usó para destrozarla de todas las formas. En esta vida logró salvarse de ese espantoso final. 






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BUSCANDO LA VERDAD TRAS MI MUERTE


Alessandro, se encontraba listo para comenzar el día. Cuando regresó de ver a Marcus, ya había pasado la hora de la cena, así que ya no vio a Zara. Ahora estaba esperando a que bajara para que desayunaran juntos y así comenzar a revisar todos los negocios que tenían que ver ese día en el país X.

Zara se encontraba en la habitación que le habían asignado, por lo que le había dicho el mayordomo estaba al lado de la de Alessandro, así que escuchó cuando entro a su dormitorio la noche anterior, ella no podía conciliar el sueño, estaba pensando en todo lo que había pasado durante el día desde que le dijo que tenía que salir en un viaje de negocios hasta que llegaron con la ropa para que ella la eligiera.

Zara siempre había sido muy frugal con cuestiones que no le eran muy necesarias, como la ropa o zapatos. Mientras le fueran funcionales y duraderos, no gastaría mucho dinero en ello.

Pero por la tarde del día de ayer, llegaron un grupo  de personas con mucha ropa de marcas de renombre tanto zapato accesorios y ropa interior, para que escogiera, la que necesitara para los días que estaría en la ciudad, lo que más la sorprendió es la cara de sorpresa de las vendedoras, como si ella fuera solo una mosca que estaba esperando a ser tomada en cuenta.

Si no hubiera sido por una de las encargadas de la mansión que entró y no se movió del lugar, seguro que la hubieran tratado como una pordiosera.

Ella solo pensaba escoger algunas prendas no muy caras y elementales para poder usar los días que estaría trabajando con Alessandro, pero la mujer que apareció de la mansión dijo que tenía órdenes de escoger varios conjuntos de ropa para ella, así como accesorios y zapatos.

Cuando terminaron de escoger, las vendedoras la veían con cara de envidia. Mal oculta, incluso escuchó a alguna de ellas mencionando que sería imposible que el Marqués pudiera fijarse en una mujer tan simple como esa.

Toda la noche la pasó pensando que era verdad. Alessandro era un hombre no solo muy rico e importante, sino extremadamente guapo. Él merecía una mujer igual de hermosa que él, que lo haga brillar tanto como sea necesario.

Ella solo puede verlo de lejos y soñar como muchas otras, en que algún día podrían encontrar un hombre así en su vida.

Zara bajó y encontró a Alessandro sentado esperando por ella en el comedor, ya listo para salir a  realizar los negocios que los llevaron hasta el país X, que en realidad ella yo no conocía, pues no le había informado nada hasta el momento.

Alessandro vio a Zara, quien estaba perfectamente vestida, con un elegante vestido en color azul agua que está acorde con el color de su piel, así como un abrigo de punto en un tono muy parecido y un bolso blanco a juego con los accesorios. Se veía muy elegante y sobria. Sintió que su corazón soltó un par de latido con solo verla bajar las escaleras.

—Zara, ya es un poco tarde, no alcanzarás a tomar nada para el desayuno.

—No importa, no me acostumbro a tomar nada hasta la hora del almuerzo.

—Toma solo un poco de jugo.

—Está bien.

—Este día será muy largo, visitaremos las empresas que tengo aquí, así que tendremos mucho que hacer, espero que soportes, el ritmo que manejaremos.

—No se preocupe, jefe, haré todo lo posible para no causarle ningún inconveniente.

Cuando salieron de la mansión, subieron al auto que los esperaba fuera, que sería el que los llevaría por el recorrido de ese día. El chofer estaba listo para que así fuera.

Zara se encontraba nerviosa, pues no tenía la menor idea de que tan grandes serían las empresas, sino más grandes o más pequeñas que las que la que tenía en el país M.

Después de unos 50 minutos llegaron a la zona empresarial de la ciudad capital del país X. Era muy llamativa, sobre todo por los edificios altos que se encontraban ahí, representativos de las principales empresas del país.

Se estacionó el auto que los llevaba fuera de un edificio de más de 70 pisos, en el cual  se encontraban ya afuera varios hombres completamente bien vestidos, de forma elegante, esperándolos. 

—Bienvenido, CEO, esperemos que tenga una buena estancia en nuestras oficinas en este momento.

Zara en ese momento se dio cuenta de que esa era una de las empresas propiedad de Alessandro, y no era una empresa pequeña, era muy grande, ahora tendría que saber a qué se dedicaban.

—Muy bien, espero que esté todo listo para la reunión de directivos, de inmediato —ordenó Alessandro a los que estaban en la recepción.

—Sí, señor, como ordeno, está lista la sala de reuniones y todos esperando con sus informes.

Zara siguió a Alessandro hasta el piso 69, donde se encontraba la sala de reuniones. Cuando llegó, vio que se encontraba una gran sala de reuniones llena de hombres bien vestidos y todos con diversos informes, ordenadores y dispositivos electrónicos en sus manos. Así como una mujer muy guapa sentada ya lista para tomar nota de la reunión.

—Zara, asiéntate a mi lado, pon atención a la reunión. —Alessandro le dijo a Zara con una voz que no dejaba margen a una negación. 

Nadie especuló quién sería la mujer que estaba al lado de su jefe, sabían que hacerlo sería cortejar a la muerte, conocían el carácter de Alessandro que era tan parecido a su madre que no dejaba que nadie lo cuestionara.

Inició la reunión y cada uno de los directivos comenzó a dar un informe sobre sus departamentos. Zara notó que la gran diferencia entre esta empresa y la empresa en la que ella había estado trabajando era mundos aparte, en aquella todos hacían lo que querían y aquí sabían muy bien sus funciones cada uno.

Zara notó que Alessandro escuchaba los informes de una manera impasible, como si nada lo alterara, pero cuando estaba dando los informes de ganancias y pérdidas, un hombre que al parecer era el encargado de finanzas, Alessandro puso una cara divertida.

—¿Estás totalmente seguro de los informes que me estás dando en este momento o quieres rectificarlos antes de seguir?

Todos en la sala se quedaron lívidos y con la cara blanca como si fuera papel arroz. Zara sintió que algo malo estaba por llegar, algo como lo que había sucedido cuando lo vio por primera vez.

—Señor, este informe está revisado a la perfección.

—Entonces puedes explicarme a dónde han ido los últimos ingresos que llegaron por las ventas en el extranjero apenas hace dos semanas, no es algo que se pueda esconder debajo de del tapete.

—Jefe, ese ingreso no se realizó, ya que los clientes no realizaron al final la transacción de compra.

—¿De verdad? Qué curioso, ellos mismos me agradecieron por los productos y la buena calidad, entonces, ¿cuándo es que no se realizó la transacción?
¿Dónde está ese dinero ahora mismo?

—Jefe. Yo...

—Fuiste solo tú el de la idea de robarme o alguien más te ayudó.

Zara ya está lista para ver rodar cabezas. Casi quería sacar un cubo de palomitas y unas gafas, tres D. Fue todo un espectáculo en la empresa, donde ella era solo la que preparaba el café, que haría aquí Alessandro.

—No estás dispuesto a hablar verdad, muy bien, entonces te haré hablar de otra manera. —Después de eso hizo notar a unos hombres vestidos de negro, quienes lo hicieron arrodillarse frente a él y golpearlo, hasta que casi perdió el sentido.

—¿Me dirás dónde está mi dinero?

—Está en una cuenta en el país Z, se encuentra a nombre del hijo del jefe de personal.

El jefe de personal estaba a punto de salir corriendo, cuando un hombre igual de fuerte que los otros lo atrapó y llevó hasta Alessandro y ordenó que le hicieran lo mismo que al otro.

—Saben ustedes dos estúpidos, que el chico me llamó de inmediato para entregarme el dinero, no quería morir por culpa de la estupidez de su padre. Yo no soy dios para perdonar, llévenselos, ya saben qué hacer con ellos.

—Este espectáculo terminó. La próxima vez que sea una reunión, espero que sea una verdadera reunión de gerentes y no una farsa. Vamos de aquí, Zara.

Zara se levantó sin decir una sola palabra y solo siguió a Alessandro fuera del edificio, hasta llegar de nuevo al auto que los había llevado. Ella, en realidad, no estaba sorprendida, ya esperaba una reacción semejante, pues les había hecho lo mismo a un par de disolutos gerentes en la otra empresa.—Te sorprendiste, Zara

—No, en realidad, recuerda, jefe, que yo vi que le hiciste lo mismo a otros gerentes en la empresa del país M.

—¿Qué piensas sobre mí por lo que hago?

—Jefe, creo que si no lo hiciera de esta forma le faltarían al respeto todos esos viejos ancianos, es usted muy joven y seguro que no le tendrían miedo.

—Zara, tú crees que porque eras la más joven en tu departamento, ¿por eso te trataban como el bufón de la empresa?

—No, yo creo que era, porque no era ni bella, ni estaba vestida a la moda, en las empresas importantes y grandes, entre las mujeres se da una lucha de moda y poder, de forma tacita, y yo no podía competir de ninguna forma, así que simplemente me pisoteaban.

—¿Te hubiera gustado ser amante de alguno de esos gerentes?

—NOO, eso no, solo quería que me reconocieran por mis habilidades laborales, por mi inteligencia y capacidad para el trabajo, pero ellas solo buscaban a mujeres que fueran buenas en la cama.

—Bien, Zara, a continuación iremos a otra empresa que también es mía; esta se dedica solamente a invertir. No creo que existan problemas en ella, ya que la he manejado yo aun estando en el país M.

—Jefe, es usted muy joven y ya tiene muchas empresas, es un hombre muy rico e envidiable por su capacidad para hacer negocios.

—Mi madre siempre quiso que fuera un hombre capaz de ganarme mi propio sustento, así que me envió a las mejores escuelas.

—Eso es lo bueno de tener papás.

—Tú no tienes papás, Zara

—Yo no conocí a mis padres, fui criada en un orfanato hasta los 14 años, después vivía sola, trabajaba y estudiaba, por mi cuenta, así hasta la universidad.

—Comprendo, tu vida no ha sido nada fácil entonces, pero tiene mucho más valor porque lo que has logrado ha sido con tus propias manos y sin la ayuda de nadie.

—Pues me hubiera gustado tener un poco de ayuda, sobre todo cuando tenía que vivir en cuartuchos, en donde tenía que soportar a caseros muy insoportables y asquerosos algunos de ellos.






EL RINCÓN VELVET VIOLETA
BUSCANDO LA VERDAD TRAS MI MUERTE

Alessandro se preguntó si solo había sufrido lo que su investigador le informó o había pasado mucho más de lo que le dijeron en algunas cuantas hojas.
El solo hecho de pensar que por alguna razón alguno de esos hombres sucios hubieran abusado de ella, le causó una emoción desconocida en lo más profundo de alma.

Sintió que, de saber en ese momento que así fue, se dedicaría a encontrar a ese bastardo para matarlo con sus propias manos, por osar tocar a una mujer tan frágil como es Zara.

—¿Llegaste a sufrir algún abuso por parte de algunos de tus caseros, Zara?

—¿Se refiere a abusos físicos o de otro modo? No, cuando veía que trataban de sobrepasarse conmigo, era tiempo de irme y buscaba un nuevo lugar lejos de esas personas, pero vivía así, mudándome siempre de un lugar a otro, sin tener un lugar fijo donde llamar hogar.

—Ya veo, tu vida ha sido muy complicada.

—Yo no nací en una familia con mucho dinero y que me pudiera dar amor y lujos como los que usted recibió.

Alessandro sonrió de lado pensando en lo equivocada que estaba Zara en cuanto a eso. Si supiera en la forma que lo trataron y cómo lo vendieron a los traficantes de personas a los 7 años, para que lo desaparecieran para siempre, no diera lo que dijo hacía unos momentos.

—Zara, ¿tú crees que todos los que nacen en familias con dinero y padres, viven bien y no tienen problemas?

—Jefe, usted es un ejemplo de eso. Yo he tenido que trabajar toda mi vida para poder sobrevivir, y usted lo ha tenido todo a sus pies siempre, y vea hasta dónde ha llegado.

Zara no había conocido nada más que la pobreza más profunda, y ahora que vio la forma en la que vivía Alessandro, se dio cuenta de que realmente pertenecían a mundos diferentes, muy distantes uno del otro.

Mientras ella luchaba por comer o pagar libros y colegiatura, seguro Alessandro, solo pensaba en qué ropa usar o comprar o qué auto llevar a la universidad.

No sentía envidia por la vida de su jefe, si la tenía es por la herencia de sus antepasados y lo que hagan sus padres; en cambio, ella no tenía padres, ni sabía quiénes eran sus antepasados. Y si a estas alturas supiera quiénes son sus padres, solo les preguntaría por qué la abandonaron en un orfanatorio.

Mientras, Alessandro y Zara pensaban cada uno de ellos en sus vidas y en su pasado, llegaron a la siguiente empresa que tenía que revisar.

—Bien, Zara, vamos, esta es mi segunda empresa, que tengo que auditar hoy. Acompáñame y solo ve lo que hago y cómo se revisa todo y sobre todo cómo actúa el personal.

—Muy bien, jefe, estaré prestando suma atención a todos los movimientos del personal.

Zara, pensó que solo estaba acompañando a Alessandro como observadora, como lo hizo en la empresa donde trabajaba ella, como fue el primer día que lo conoció, cuando despidió a todos los gerentes corruptos.

Cuando entraron a la oficina del CEO, ya le tenían una montaña de informes que tenía que revisar Alessandro. Zara comenzó a ayudarlo a clasificarlos en su prioridad. Mientras lo hacía, Alessandro la veía que no perdía la calma, sino que ella seguía trabajando como siempre.

Cuando tenían los documentos más importantes separados, Alessandro comenzó a revisarlos con calma mientras Zara revisaba los demás, buscando algún problema en ellos, acorde a las instrucciones que ya había recibido de Alessandro.

Alessandro ya sabía que dos de sus empleados estaban haciendo inversiones en una empresa ficticia; de esa forma estaban desviando fondos. Lo hacían bajo el manejo de una empresa pequeña productora de consumos, así que en cierto modo no llamaba la atención, pero de un tiempo a la fecha se habían vuelto ambiciosos, por lo cual comenzaron a invertir más dinero en la supuesta empresa y los documentos que dio a Zara eran los de esa empresa esperaba que Zara fuera tan inteligente como ya había advertido y se diera cuenta de esto.

Zara se encontraba revisando el plan de desarrollo de una empresa de insumos, en el cual se solicitaba un apoyo mayor de inversión, mostrando que ya había tenido altas ganancias en el primer año, por esa razón deseaba que le dieran una nueva inversión de capital...

Zara, estaba leyendo el plan de negocios y su crecimiento a corto y largo plazo, cuando noto que no todo cuadraba en la realidad, así que decidió buscar más información sobre esa empresa en los informes de la empresa, que se encontraban grabados en los archivos de la empresa, al entrar en la base de datos interna se dio cuenta de que no solo se había inyectado capital en varias ocasiones a esa empresa sin ninguna base, sino que, había pedido varios apoyos financieros sin demostrar la valía en el mercado.

Esto era un claro desfalco de capital, a largo plazo, por lo cual dejo su lugar asignado y fue a donde se encontraba Alessandro para explicar lo que había encontrado, mostrándole todos los documentos y bases encontradas así como los nombres de los que habían firmado las autorizaciones de la entrega de capital.

Alessandro estaba feliz por saber que no estaba equivocado con esta mujer, era inteligente, y no temía a delatar a los que hacían las cosas mal. Desde que la vio por primera vez, siempre había sido recta y sincera en todo momento, no lo había decepcionado hasta ahora.

—Zara, ¿qué crees que es lo que se tiene que hacer ahora entonces?

—Se tiene que realizar una reunión urgente de directivos para saber qué es lo que está pasando con estas personas y quién más está involucrado en este desfalco y estafa.

—Bien, se organizará de inmediato. —Alessandro de inmediato llamó para que llamaran a todos los superiores a una reunión urgente.

—Zara, vayamos a la sala de reuniones, están todos reunidos.—Cuando llegaron a ese lugar, Alessandro dijo a Zara. —Zara, en esta ocasión serás tú quien lleve a cabo la reunión, yo te guiaré si existe algún problema.

—Pero yo...

—Fuiste tú quien descubrió todo y eres quien está mejor informada hasta ahora, serás quien pueda enfrentar mejor el problema. —Alessandro solo quería probar la fuerza que podría tener Zara frente a esos tiburones sagaces

—Está bien, lo haré.

Comenzó la reunión, presentando Alessandro a Zara como su mano derecha, quien llevaría a cabo la reunión, al continuar Zara con el tema principal los involucrados pensaron que podrían burlarse de ella, pensando que sería una mujer fácil de engañar poniendo este y aquel pretexto, inventando mentiras torpes y pequeñas tretas que seguro ella que era de otro país no podría comprobar.

Alessandro estaba a punto de perder la paciencia por la forma en la que estaban tratando a Zara cuando ella dio un giro completo a su forma de actuar.

—Muy bien, caballeros como ustedes no quieren aceptar que cometieron un delito en contra de nuestra empresa y, por lo tanto, no están dispuestos a devolver todos los millones que han sacado de aquí, entonces creo que es momento de tomar otras medidas.
¿Alessandro, me podrías prestar a tus hombres por un momento?

Alessandro sonrió ante la petición de Zara. Nunca esperó que esa mujer pequeña y simple a la vista le hiciera esa petición, así que simplemente les hizo una seña para que se acercaran dos de los hombres que siempre lo acompañaban. Cuando llegaron al lado de Zara, ella se veía como una muñeca al lado de un par de dos grandes matones.

—Muy bien, entonces es momento de que les ayuden estos hombres a recordar dónde está el dinero que tomaron y que deseen que sea devuelto de inmediato a quien es debido.

Los dos hombres que hasta el momento se habían sentido seguros de sí mismos ya se sentían un poco inseguros, pero ellos nunca podían esperar ser intimidados de esa forma. Sería una manera nada moral de tratarles en su trabajo y Alessandro quedaría muy mal ante la sociedad del país X

—Alessandro, no puedes amedrentarnos de esta forma mientras no tengas pruebas para comprobar que nosotros hayamos tomado el dinero que está perdido de la empresa, además de que pensarán de ti en la alta sociedad del país.

—Señores, no es Alessandro quien les dará una lección aquí, y ahora seré yo, y como lo dijeron antes, yo no sé las costumbres de su país, así que actuaré como en mí. —Dijo a los guardias—: Adelante, tráiganlos aquí.

Todos los demás gerentes quedaron estupefactos por la manera de actuar de esa pequeña mujer; era más brava que una tigresa. Los guardias tomaron a los dos hombres y los llevaron delante de Zara, de inmediato los golpearon un par de veces para entonces ya estaban llorando como nenas, diciendo que estaba el dinero y quiénes eran sus cómplices. 

—Está bien, sáquenlos de aquí y hagan con ellos lo de siempre.—Dijo Alessandro a sus guardias.

Estaba realmente feliz al ver la actuación de Zara ante ese problema y sobre todo el aplomo con el cual resolvió la situación. Lo hizo del mismo modo que lo habia hecho en otras ocasiones, ella aprendía rápido.

Ahora sabia que era la mujer que siempre había estado buscando, los últimos casi tres meses que había pasado al lado de esa mujer viéndola actuar de todas las formas y ahora resolviendo un problema como el que tenía que realizarse en su empresa, lo termino de darse cuenta de que lo que sentía por ella no solo era admiración.

Lo que lo hacía sentirse atraído a ella era su fuerza, para poder salir de cualquier problema, esa capacidad para poder sobrevivir a pesar de cualquier adversidad, era una sobreviviente al igual que él, alguien que sabe que se tiene que hacer cualquier cosa para poder estar vivo y conseguir lo que se quiere.

Pero aún le tenía que mostrar lo más complicado de su vida, no solo su pasado, frío y solitario, sino quién es en realidad en esta nación. Si decide reclamar el trono, sería el siguiente rey.

Pero para eso tenía que saber qué es lo que Zara siente por él primero.

—Zara, marchémonos, tenemos que ir a comer, ya es tarde.

—Si ya es muy tarde y no hemos tomado alimento alguno.

Se fueron de la empresa con rumbo a uno de los mejores restaurantes de la ciudad, pensando Alessandro en plantearle, de manera que sería lo que pensaba sobre él como hombre, o quizá pareja.

Cuando ya se encontraban en el restaurante, comenzaron a charlar de manera simple, sin tocar el tema de lo que había pasado hacía un momento, hasta que la propia Zara, lo hizo.

—¿Jefe, no me regañará porque me extralimité por lo que hice hace un momento en la empresa?

—No

—Jefe, creo que utilicé un método muy poco ortodoxo, pero como he visto que le funciona a usted, por eso lo utilicé.

—Zara, me gustaría saber qué es lo que piensas sobre mí.

Zara soltó un largo suspiro antes de comenzar a hablar. — Es el primer hombre que he visto que realmente es inteligente, recto, capaz y muy trabajador. Antes solo había encontrado hombres perversos, o que querían ganar su puesto lamiendo los pies de sus superiores.
Al principio, cuando lo vi aquella mañana en la empresa, pensé que era un ángel que acaba de aparecer de la nada. Pero después reaccioné y me dije que eso no podría ser cierto, así que lo vi de nuevo y me di cuenta de que era un hombre real, de carne y hueso, eso sí, demasiado atractivo y cuando lo vi como actuó con todos esos gerentes basura y las mujerzuelas que tenían como secretarias entonces pensé que era un ángel segador.

—Ja, ja, ja, Zara, eres tan graciosa en cómo me describes, pero no soy un ángel, quizás un segador, sí. No soy un hombre bueno, no quieras verme así, porque puede que te decepciones.

—Lo sé, con el tiempo he visto que es un hombre con una gran belleza pero con un carácter un poco aterrador. Eso no quiere decir que le tema, todo lo contrario lo admiro por la fuerza y poder que puede demostrar y esa aura que desprende, que hace que las personas se mantengan alejadas de usted.
Además de que me ha enseñado que, siempre que se pueda demostrar la capacidad que cada uno tiene, se puede llegar a donde se lo propone cada uno.

—¿Cuáles son tus metas a corto plazo, Zara?

—Por ahora seguir aprendiendo lo más que pueda de usted, lograr avanzar en mi trabajo y puesto, me encantaría ser como es usted, tener esa seguridad, inteligencia y seguridad para los negocios.

—Zara, yo tengo que regresar a este país después de la boda de mi prima, solo visitaré el país M una o dos veces al año.

—No lo sabía, eso quiere decir que ya no lo veré.

—¿Te preocupa no verme más?

Zara no pudo ocultar la tristeza en sus ojos, así como el rubor en su rostro. Mostrando una cara un poco extraña para la visión de Alessandro.

—Bueno, yo... Ya me había acostumbrado a verlo todos los días y aún me falta tanto que aprender.

—Es solo por esa razón, por la que sientes que me echaras de menos, por el trabajo.

Zara se quedó callada, ella no tenía las agallas para poder decirle que había comenzado a enamorarse de Alessandro en silencio, y que le parecía el hombre más perfecto del mundo, pero también el hombre más imposible de alcanzar.

Alessandro notó el mutismo que invadió a Zara, y eso le dio esperanzas de que ella sintiera, aun cuando solo fuera un poco de atracción por él.

Estaba en sus profundos pensamientos Alessandro cuando recibió un mensaje de su madre. Noemí, le avisaba que tenía que ir a revisar a un nuevo inquilino en los calabozos de su casa. Esa era una buena excusa para poner a prueba a Zara de nuevo.

Salieron del restaurante y Alessandro no le dijo nada a Zara sobre a qué lugar se dirigirían, solo le indicó al chofer que fueran a la mansión principal.

Zara imaginó que sería otra casa de Alessandra, pero cuando llegaron se topó con un castillo, no muy grande, pero sí de unas 30 habitaciones, que resultó ser el de la madre de Alessandro. Eso la dejó perpleja y, aún más segura de que ese hombre no era para ella, estaba a años luz lejos de sus posibilidades.

—Vamos, Zara, quiero que conozcas una parte de mí que nadie más conoce. —Le dijo Alessandro a Zara.

Zara se sintió complacida al saber que le tenía esa clase de confianza, sin aún saber qué es lo que le mostraría.

—Este castillo es de mi madre, marquesa de St. John's, ella es en realidad mi tía. Mi madre murió cuando yo tenía 4 años de edad. Mi padre se casó con su amante, quien es la madre de David. Cuando mi padre murió, su amante me vendió a los traficantes de personas. Si no fuera porque los hombres de mi tía me encontraron por casualidad, yo habría muerto hace mucho tiempo.
Sé que te estarás preguntando por qué no odio a David, ese pobre chico es demasiado ingenuo, además él nunca dejó de buscarme, y por un acuerdo antes de que mi madre muriera, nunca podrían heredar nada los demás hijos de mi padre, así que todo lo que hay como propiedades en el país M, son mías, pero son nada en comparación con lo que tengo aquí. Por eso se las dejaré a David bajo el acuerdo de que no ayude a su madre.

Zara ahora estaba arrepentida por haberlo juzgado a la ligera anteriormente. Pensando que había sido un niño nacido con una cuchara de oro, sin ningún problema en su vida. Pero al final se parecían mucho en algunos aspectos de su infancia y vida.

—¿Y qué tenemos que hacer aquí?—preguntó Zara

—Una mujer intentó matar a mi prima en el país M y mi madre la detuvo ella misma y la envió a uno de los calabozos de este castillo y quiere que revise que está aquí ya.

Zara, pensó que los ricos podían darse ese tipo de lujos cuando los ofendían, incluso ponerlos presos ellos mismos, pero eso de querer matar a un miembro de una familia poderosa sí que era estar loco como para intentar hacerlo y fallar terminando de este modo.

—No te asusta lo que mi madre ha hecho.

—En realidad no, si yo pudiera hacerlo, lo haría, si me intentaran matar.

Bajaron hasta los calabozos, sabía que en uno de ellos estaba Marcus y tendría que decirle que la persona que estaba en otro era su hija.

—Alessandro, ¿eres tú? —Lo llamo Marcus

—Marcus, mi madre te ha enviado un regalo para que tengas compañía, es tu hija, Intentó matar a mi prima, así que ella misma la ha detenido antes de que consiguiera hacerle daño a Keira, está dormida en la celda de a lado, cuando despierte podrán ponerse al día padre e hija.

—Alessandro, así es como tratas a tu padre.

—Marcus, tú siempre me trataste, solo como un peón en tu juego, tratando de manipular a mi madre, pensando que si me pasaba algo, ella sufriría. No me trataste como un hijo de verdad. Y no tengo tiempo para discutir cosas de las que ya hemos hablado mucho.

Alessandro tomó de la mano a Zara y la sacó de ese lugar sin pensarlo dos veces. Zara estaba confundida por la vida que tenía Alessandro, era tan confusa y a la vez llena de soledad como la de ella, solo con la diferencia de que tenía mucho dinero, pero su forma de pensar anterior sobre que el dinero daba la felicidad había cambiado, en este mismo instante.

Alessandro puede ser un hombre hermoso, casi irreal, pero en el fondo no es feliz. Lo podía notar ahora que había visto cómo reaccionó cuando ese hombre le reclamó por tratarlo de ese modo.

Zara no quería soltar la mano de Alessandro, quería que su calor le hiciera sentir que no estaba solo. Puede contar con ella, para lo que necesitara. Ella podría ser su amiga, con la que podría contar para escucharlo en momentos como esos.

—Zara, es una noche muy bella, hay luna llena, te llevaré a un lugar donde solo se puede ir cuando hay luna llena. Existe una leyenda, en ese lugar, donde se explica cómo surgió esta nación.

Sin esperar una respuesta, Alessandro la llevó de nuevo hasta el auto, le indicó al chofer que los llevara hasta el templo de la diosa de la luna.

Alessandro esperaba que Zara descubriera el más grande de los secretos que temía descubrir ella sobre él. El principal que podría hacer que ella no quiera estar a su lado bajo ninguna circunstancia. Por su sangre real.

Pensando en esto pasó el tiempo en el cual llegaron hasta el templo de la diosa de la luna. Cuando bajaron y se dirigieron hacía el santuario de la diosa, Zara pudo notar lo expendido que era ese templo, además de lo bello que era, la belleza que podía notarse de la diosa que se encontraba en el altar representada en una estatua casi como si fuera una mujer humana hermosa y con ojos de un color azul cristalino y un cabello blanco, con facciones tan bellas así como si fueran irreales. De inmediato se giró para ver a Alessandro, quien no apartó su rostro para que lo viera bien y comparó su cara con la de la diosa de la luna.


e visto, para mí eres tú, Zara, y te quiero a mi lado. No te ofrezco una vida de total tranquilidad, siempre habrá momentos con muchos problemas y otros con paz donde solo estaremos nosotros dos, pero sí te prometo un amor solo para ti.

Zara no paraba de llorar, ella siempre había soñado con tener una familia, tener un día un novio, una familia propia, pero nunca esperó una declaración de amor delante de  la estatua de una diosa que parecía la verdadera madre del hombre al que amaba.

—Alessandro, te amo, te he amado en silencio durante los últimos meses. Te prometo que seré solo tuya, que no habrá nadie más para mí, que esos momentos difíciles los pasaremos juntos y los buenos serán los mejores recuerdos de nuestras vidas.

Alessandro la tomó entre sus brazos, sus ojos azules cristalinos se deslizaron como dos estrellas mientras se acercaba para besar los labios de Zara. Cuando el roso por primera vez los labios de Zara, un rayo de luna plateado, entró por el traga luz del techo del templo, cubriéndolos a los dos, como si fuera la bendición de la diosa de la luna para ambos.

Comenzando así una historia de amor.






ÉL RINCÓN VELVET VIOLETA
EPÍLOGO 



El evento del año está en todo su esplendor. La boda tan esperada de la hija menor de la familia, Howland y el hijo menor de la familia Haggard.

Todos quienes eran alguien importante en la capital de la nación M estaban presentes en dicho evento, todos estaba realmente sorprendidos cuando vieron entrar a la novia, pues nunca habían visto muchos de ellos en persona a la hija menos de Macey y Jonathan, quien realmente parecía un ángel que acababa de bajar del cielo para hacer su aparición en esa fiesta, con elegante vestido hecho a medida, diseño exclusivo de su ahora cuñada y madre de su mejor amiga Leila Haggard, el cual era indescriptible, pues tenía la firma tan+ especial de Leila, usando pedrería y un escote espectacular en la espalda que enmarcaba a la perfección la figura tan hermosa de Keira

Aun cuando Michell cuando la vio de frente no pensó nada, ya que sola estaba cubierta con el velo y su vestido estaba atado al cuello con una cinta creada de joyería a juego con los aretes y pulsera, así que no se percató de la parte de atrás hasta que bailaron el primer vals juntos y sintió la espalda desnuda de su ahora ya esposa y quiso quitarse la chaqueta del esmoquin para taparla, causando una gran carcajada por parte de Keira, quien ya había planeado entrar después de que Michell estuviera dentro del salón para que así no notara la parte de atrás del vestido o sabía que se pondría molesto por lo descubierto que estaba.

Por su parte Alessandro y Zara se encontraban tomados de la mano viendo como su prima se encontraba sonriendo a su marido, él sabía sobre todo lo que habían tenido que pasar para poder estar juntos y lo que ella había sufrido por causa de lo que había hecho Marcus, así que la apreciaba mucho, por lo fuerte y persistente que había sido como para lograr todo lo que tenía y poseía en ese momento ella sola.

Alessandro conocía el secreto de Michell y a que se dedicaba detrás de bambalinas, por lo cual decidió ayudarlo en lo que pudiera, para que Keira no se preocupara demasiado por él. Y a su vez, Michell, le ofreció toda su ayuda y poder si decidía tomar el poder como rey de la nación X. Alessandro sabía a qué poder se refería, tenía un ejército secreto, que le pertenecía solo a él y ese era otro secreto que nadie sabía. Si sus mujeres supieran la verdad sobre el poder que pueden llegar a manejar, quizás de verdad no se acercarían a ellos. Alessandro decidió que existen secretos que jamás se deben revelar, como le dijo Michell.

Por otro lado, las hermanas estaban sollozando al ver a Keira bailando su primer vals como la señora de Haggard, sintieron que nunca verían algo así en sus vidas, una porque pensó que no tenía familiares en este mundo y la otra porque pensó que nunca encontraría a su hija.

Los hermanos Haggard, estaban con cara de que les habían robado algo, los tres sentían que algo se les estaba perdiendo para siempre, no miraban ni a las guapas chicas que los veían con caras de endiosamiento.

—Claude, ¿qué te parece si mandamos a Michel a un viaje lejos por unos 10 años?

—Matt, deja de decir tonterías, nuestros padres quieren nietos pronto. 

—No repitas eso de nuevo, Leroy, porque estoy seguro de que recibirás un puñetazo. —Matt estaba de muy mal humor por la boda de su hermana. Para su carrera fue el que menos tiempo pasó con ella.

—Ya déjense de tonterías, ellos son felices y además ya no pueden hacer nada, nuestra hermana ya está embarazada —les dijo muy alegremente Claude a los dos
Ya que Michell era su mejor amigo, no pudo ocultarle la noticia. En cuanto se la dio Keira, después de la primera vez que pasaron juntos, se les hizo costumbre ya dormir como pareja en casa de Michel, así que era normal que Keira quedara embarazada.

Los otros hermanos se quedaron con los ojos tan abiertos que Claude pensó que en cualquier momento se caerían desmayados por la noticia de que pronto serían tíos.

Las cosas estaban saliendo como las habían planeado, todos los invitados estaban felices, por supuesto, también hubo grandes ausencias, como el hermano mayor de Michel y su familia.

Sin tomar en cuenta todos los que no eran necesarios que estuvieran presentes, Keira estaba radiante, feliz y encantada de estar entre los brazos del hombre al que amaba.

Ese hombre que en su otra vida le dio una sepultura sin siquiera saber quién era ella, mientras los que se hacían llamar su familia la mataron y dejaron muriéndose tirada en medio de un charco de sangre en un salón lleno de gente que se encontraba celebrando la boda de la que se hacía llamar su hermana.

Pero ahora ella era la novia, y todas esas personas que le hicieron daño ya no existían en su vida y muchas de ellas ni siquiera existían más.

Estaba con su verdadera familia, con los seres que de verdad la amaban y la habían estado buscando en su otra vida y en esta.

Ahora solo agradecía a ese destino que dejó que regresara en el tiempo para que recuperara todo lo que le había sido arrebatado, y recuperar su dignidad como ser humano, esa dignidad que le fue robada a la fuerza por esos seres repugnantes que se hicieron pasar por sus padres en su otro pasado.

Ahora solo estaba dispuesta a vivir esta vida que es la real, la que le está ofreciendo su verdadera felicidad al lado de quien él ama de corazón y de a quienes ella ama.

—Michell, te amo desde la primera vez que te vi, desde ese momento sentí que podía confiar en ti, de cualquier forma. No me apartare de ti nunca jamas.

—Keira, te amo desde hacía mucho tiempo, siento que ya te había conocido antes, y que prometí cuidarte si te encontrara de nuevo y se me permitió conocerte, así que no sé si fue el destino o qué, pero te cuidaré, amararé y haré feliz por siempre.















Comentarios

  1. Los capítulos desde el 140 al 150 no se encuentran para leerlos

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    1. puedes encontrarlos en la parte superior donde se encuentra la búsqueda

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  2. Cuando los demás capítulos

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    1. Lamento la ausencia, pero tenía que ponerme la vacuna del Covi, y me resulto contraproducente, así que me enferme y la he pasado muy mal, pero ya estaré de regreso.

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  3. Te felicito muy bella tu historia todavía falta los últimos capitulos espero con ansias poder leerlos

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