PASEO EROTICO+18
Caminando por una concurrida calle del barrio rojo en Ámsterdam, mirando la tienda de Concomerle, los famosos escaparates de chicas, aprecie la singularidad de la libertad de expresión que se podía encontrar en ese lugar, lo admire, lo respire, me empape de esa libertad, mientras lo hacía, sentí una mirada sobre mi persona.
Unos ojos de profunda mira me observaban con divertido afán, quizás pensando que me veía divertida, excitada por estar en aquel sitio.
Me tomé mi tiempo para dejar que me viera con calma y dedicación, ese hombre de aspecto extraño, con barba de algunos días, pelo largo, cuerpo grande y fuerte, nada que me hiciera suponer que era un hombre que fuera alguien importante, más bien cualquier turista más visitando la zona roja, más, sin embargo, sí que era uno de esos hombres del tipo que atraen sexualmente a cualquier mujer que lo viera.
Aquella respuesta fue algo que no esperaba, no solo por esa voz con acento extranjero, tan varonil y sensual, sino por el desafío que tomó, esa fuerza en su voz, me excitó tanto.
El momento, el lugar, el tiempo, todo era un cúmulo de cosas, que me estaban provocando un éxtasis mental, arrollador, demoledor que me estaban haciendo pensar en una locura en aquel momento con ese desconocido.
Le reté, al responder: si así es y soy tu problema, déjame de mirar.
Respondiendo sínicamente el hombre: imposible si llevas esa blusa con un escote pronunciado mostrando casi los pezones y un short tan corto, provocando que tenga una erección aquí y ahora, entonces seguirás siendo mi problema.
Tomo mi mano y la guio de manera rápida a su abultada entrepierna.
Mostrándome como había ahí una gran erección, aquello disparó, mi ya excitada imaginación, fue inevitable continuar controlándome, después haber estado por el barrio rojo mirando cosas tan excitantes.
Ahora estaba realmente excitada y caliente ante un hombre de un cuerpo imponente, con una polla grande y grueso rabo en mi mano, era imposible no desearla en mi boca como mínimo.
Al día siguiente me preparé para la convención de la empresa para la cual laboro y por la que asiste a Ámsterdam, vestía con mi ropa totalmente formal, traje sastre de lana pura en color azul gris, con falda a la rodilla y sacó de corte a la cintura, tacón alto y delicado, después de terminar con mi arreglo y maquillaje, tome mis cosas y me marche a donde se celebraría el evento.
Aún tenía en mi mente muy fresco el recuerdo del hombre de la noche anterior, preguntándome donde estaría ese día, en realida no importaba puesto que yo regresaría a casa si todo salía bien por la noche al terminar el evento.
Entre en el recinto donde todos estaban ya listos para dicha reunión de los diferentes empleados corporativos de la empresa a la cual pertenecía yo, todos ellos elegantemente vestidos, de manera formal e impecable, demostrando su formal e inconfundible poder que poseen en cada uno de sus altos puestos de mando y puestos ejecutivos prominentes. (gente aburrida y pretenciosa para mi gusto).
Continúe mi andar hasta el lugar que me fue asignado, como representante corporativa, tome mi lugar.
Al inicio de la reunión fueron presentados los principales ejecutivos, directivos y demás personas, pero al final se hizo presente el director general, quien fue el principal motivo de que nos hicieran viajar y reunirnos en esta ciudad, puesto que sería un nuevo cambio en la empresa, el nuevo supremo dueño y señor de todo.
Miraba hacia otro lado casi aburrido, cuando dijeron el nombre del hombre que sería nuestro nuevo Director (señor todopoderoso yo mando tú obedeces) cuando decidí ver de quien se trataba, al ver a ese hombre casi caigo de mi asiento, era el mismo que la noche anterior me había encontrado en el Barrio Rojo, al que confundí con un turista calentorro, ese de pelo color castaño y largo, de ojos profundos, cielos sí, era el mismo, pero ahora estaba, bien afeitado, peinado y enfundado en un elegante traje color gris rata de seda, que le sentaba más que de maravilla, estaba espectacular el hombre, quien podría pensar que era el mismo que la noche anterior hizo que le tocara su abultado sexo.
Lo que menos hice los siguientes 30 minutos fue poner atención a su presentación, solo fue imaginarlos desnudo y posando sus manos en mi cuerpo, mientras yo jadeante tomaba de nuevo esa dura polla con mis manos para llevarla a mi boca y no dejarla salir de ahí hasta que se corriera dentro de ella.
Camine hacia los aseos, para refrescarme y cuál fue mi sorpresa, al toparme de frente con aquel hombre de nuevo.
Era imposible que me pueda reconocer, únicamente camine sin prestar atención, pero él me detuvo tomándome del antebrazo, diciéndome “aún siento tu mano caliente en mi polla”, marchándose enseguida, dejándome aún más excitada de lo que ya estaba.
Entre a los aseos y me encerré en un aseo y me toque masturbándome delicadamente para saciar ese deseo que sentía, cuando sentí que alguien entraba e interrumpí mi labor, escuche que alguien cerró la puerta de la entrada a los aseos eso me asustó un poco, pero escuche una voz conocida preguntando ¿dónde estás? … Era el de nuevo.
Salí de donde me encontraba con la falda hasta la cintura remangada y sin bragas mostrando mi sexo depilado y húmedo, él solamente me tomo en brazos y me puso sobre una encimera de los aseos para comerme el coño como si no existiera mañana, un desconocido me estaba comiendo deliciosamente, metiendo y sacando sus dedos de dentro de mi interior, me estaba matando de placer, cuando estaba por correrme en su boca, sin darme cuenta sentí una fuerte embestida, no se cundo se había sacado ya la polla grande y dura, lista para meterla en mi chorreante coño.
Me embistió tan duro que sentía que me partiría en dos, pero no me importo, únicamente deseaba sentirlo más y más, me baje de donde me tenía y me puse de espaldas a él para mostrarle mi bonito culo y que lo follara si así lo quería, lo cual lo hizo sin dudar, ese hombre sí que sabe lo que es aprovechar las oportunidades. Me taladro mi culito primero suave hasta que entro por completo y después sin piedad, hasta que me hizo correr, como una loca, estaba a punto de perder el sentido de tanto placer, cuando me dijo que me girara para correrse en mi boca, lo hice era una culminación deliciosa chupar esa polla y tragarme su semilla mientras veía cómo brillaban de lujuria esos ojos profundos.
Emitió un gruñido gutural tan fuerte que sentí que perdía el alma en él, mientras salía todo el semen por su polla y yo lo tragaba, fue extraordinario el final.
Él se arregló y yo me quedé aseándome lo mejor que pude y maquillándome de nuevo.
Aquel día terminó con una experiencia muy placentera, y muchas más que continuaron después, con mi nuevo director.

Me encantaría una novela de esta historia 😅😅
ResponderEliminarSi que merece una novela...
ResponderEliminarduelo de mentes inicial con un final que tod@s deseariamos
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