CARTA A UN AMIGO ...

CARTA A UN AMIGO 

EL RINCON VELVET VIOLETA

Cuando éramos unos chiquillos, solo jugábamos y eso me hacía feliz, porque te veía junto a mí, mientras caminábamos de la mano, sin pensar si un día nos separaríamos.

En una noche oscura, hace algunos años, regrese a ese patio donde nos encontrábamos bajo aquel árbol, que tantas travesuras nos vio planear, pero ya no estabas ahí, y yo no era más una niña.

Bajo las estrellas, recordé esos viejos sueños que tuvimos cuando fuimos niños, cuando crecimos y fuimos adolescentes y pensamos en un futuro, que nunca llego.

Recorrí esas calles que corrimos tantas veces tomados de la mano, jugando como locos, gritando, conchabados, para escondernos de los demás.

Regrese a los mismos lugares que una vez vivimos, como nuestro gran patio de juegos, donde crecieron nuestras grandes historias.

Siempre estabas a cinco centímetros de distancia de mí, cinco centímetros nos separaron, con los años se convirtieron en mucho más que eso.

Esa mirada picará y divertida de ojos brillantes, que vi cuando éramos niños, ¿a dónde fue a parar ahora? Cuéntame que fue de ti.

No sé por qué razón, cuando llego el momento de poder mostrar nuestros sentimientos, simplemente nos comportamos como aves de paso.

Preferimos, perder aquel valor de la infancia y alejarnos poco a poco uno del otro, dejando que el silencio hiciera de nosotros un par de desconocidos.

Hoy me pregunto si esa fue la mejor decisión… 

Pero que importa ya, si tomamos caminos diferentes, vivimos vidas con otras personas.

Pero amigo mío, pasaron los días, los años y yo seguía,

de día viviendo, pensando en aquellos bellos momentos,

y de noche añorando un día encontrarte de nuevo.

Mientras partí lejos de las tierras que nos vieron crecer, añorando un día regresar y encontrar la ilusión

que un día dejé atrás.

Ahora que te busco y tu no estas, solo encuentro la soledad

como respuesta, ya no estas, para hacer

aquellas bromas, que me hacían tan feliz.

Pero he de confesarte algo, amigo mío, no importaba con quien yo estuviera, siempre sentí la necesidad de saber que sería de ti. Sabes descubrí que la soledad es eterna.

Las penas pesan más, que cualquier equipaje que tengamos que cargar, no importa cuán tan lejos vayamos a viajar

o cuán lejos queramos huir, eso lo sé ahora muy bien.

No importa que tan lejos vaya, siempre lo vivido, estará en mis recuerdos y lo que más ame, en el fondo de mi corazón,

donde guardo lo mejor de ti.

No son suficientes unas cuantas líneas para expresar

lo mejor de mi pasado, pero algunas palabras servirán para decir cuanto significas para mí antes, ahora y hasta el final del final.

Lo mejor de mi vida, que fue lo compartido a tu lado y el de aquellas personas que fueron igual de inocentes

en aquel entonces.

Mas yo estoy feliz de saber, que cuando llegue ese tiempo

del frio adiós de este mundo infructuoso e insulso,

falto de emociones y amor hacia mí.

Cuando, esa amiga mía, que sé que vendrá a tocar a mi puerta vestida de blanco, llegará a recoger lo que quede de esta rota alma, llena de vacío y tristeza.

Mis últimos pensamientos serán, llenos de lo que más ame.

Amigo mío, dame un poco de paz, un poco de ese amor

que alguna vez quisiste para mí.

En esta noche, que me siento tan frágil como un copo

de nieve al caer al césped.

Que desaparecerá en cualquier momento.

Amigo, amigo...