BUSCANDO LA VERDAD TRAS MI MUERTE (71-80)

EL RINCÓN VELVET VIOLETA

Keira y Kelly se encontraban en la casa de Michel. Estudiando. Disfrutando de la deliciosa comida que les estaba preparando el ama de llaves. Unos bocadillos especiales que le encantaban a Kelly.

Ninguna de las dos esperaba lo que estaba a punto de suceder; estaban revisando sus apuntes y preparándose para el examen que estaba por suceder en una. A días que eran muy especiales, puesto que Kelly le había prometido a su tío que sacaría unas excelentes calificaciones y Keira. Había prometido que haría todo lo posible para que así sucediese.

—Señorita tiene que irse, no es posible que usted se quede aquí. Por favor, no me haga esto. Le pido, por favor, que salga; no puede quedarse aquí.

En ese momento se escucha una fuerte bofetada.

—Quién te crees tú para decirme que me tengo que ir de esta casa. Tú solamente eres una simple sirvienta; cuando yo sea la dueña de este lugar te voy a correr. De que te despidan en cuanto llegue tu jefe.

Keira y Kelly escucharon cómo es que fuera. En el patio había un escándalo. Y que acababan de golpear al ama de llaves… Además de que Kelly reconoció de inmediato la voz chillona de la persona que gritaba. Por lo cual se apresuró a salir.

—¿Quién te dejó entrar? Tú no puedes estar en esta casa. No tienes permiso para estar en ella.

—No, porque tú seas sobrina de Michel significa que solamente tú puedes estar aquí. Yo vine a traer un mensaje del abuelo, así que también puedo estar aquí. Además, también soy familia, no se te olvide que soy la hermana de la cuñada de Michel.

—Jinny, pero que tú seas la hermana. De la esposa de mi tío no te hace familia de nosotros. Tú simplemente eres una extraña que un día llegó y se quedó a vivir en la casa de mi tío. ¿Y qué quiere casarse con mi tío Michel? Pero él nunca se casará contigo.

—Todo pueblo está totalmente de acuerdo en que yo sea la esposa de Michel, así que no puedes ir en contra de los deseos de tu abuelo.

— Tú estás loca. Eso es porque lo tienes engañado. Pero en cuanto llegue, mi tío te va a correr de aquí porque tú no tenías por qué entrar. Iba a correr a la persona que te dejó pasar.

—En cuanto yo sea la dueña de esta casa tú vas a ser la que nunca va a volver a poner un pie aquí. Jamás te dejaré entrar. ¿Y además qué haces a Mocosa aquí? — Refiriéndose a Keira

—Eso a ti no te importa, porque aquí solamente a nosotras podemos estar; mi tío nos dio permiso para estar en su casa. Además, no tengo por qué darte explicaciones a ti. Simplemente lárgate.

Gini notó que iba a una niña muy bonita. Deseado para su gusto. Así que no le agradó nada que estuviese en la casa de Michel. De inmediato se dirigió a Keira de una forma muy grosera.

— ¿Quién eres tú? Seguramente eres una de esas arrastradas que vienen a buscar alguna forma de tratar de atrapar para Michel. Deberías de alargarte de inmediato, pero no se fijen niñas estúpidas como tú.

—¿A quién está llamando niña estúpida? Michell, Estaba llegando cuando escuchó los insultos que estaba balanceando Jinny sobre Keira. Cosa que lo disgustó en gran manera. A él nunca le ha gustado Jinny. No la soportaba al igual. Al igual que a su hermana, tampoco la soportaba. Que estaba haciendo esa mujer en su casa. Estaba prohibido que cualquier persona cruzara la puerta de su casa.

—¿Quién te dejó pasar? Tú no tienes permitido entrar a mi casa. ¿Qué haces aquí?

—Tu abuelo me ha enviado para decirte que te esperes este fin de semana a cenar.

—No quiero volverte a ver de nuevo en mi casa. Y si de verdad quisiera que yo volviera, él sabe cómo hacerlo. Necesitas no estar con él. No te soporto.

Jinny conocía muy bien el carácter fuerte de Michell. Y sabe perfectamente bien que se arriesgaba a que la humillara, pero ella estaba dispuesta a soportar eso y más… Con tal de llegar a ser la esposa de Michel y disfrutar de toda la riqueza de la familia Haggard.

Si su hermana una vez fue una chica de compañía, el hermano mayor de Michelle la sacó del lugar donde trabajaba para convertirla en su esposa. Como ella no podría llegar a ser esposa de Michel. Era el sueño de cualquier chica llegar a ser la esposa de un magnate como él.

Por otro lado, Michel detestaba a esas dos hermanas. No sabía cómo es que su hermano había caído en las garras de Vicky. La hermana mayor había trabajado en un prostíbulo y un buen día le dijo que estaba embarazada y que los hijos que esperaba eran de Merton, su estúpido hermano mayor.

—Dije que te marches ahora mismo.

—Michell, puedes llevarme a casa. El auto que me trajo ya se fue.

—Ese es tu problema. Yo no te invité, y aquí no hay nadie quien te lleve de regreso.

Jinny estaba furiosa; pensó que su plan funcionaría, pero estaba muy equivocada; nunca imaginó que estarían ahí Kelly y esa mocosa que todo echaría a perder, pero aún más, Michel estaba muy molesto porque insultó a esa niña.

—¿Terminaron de estudiar ya?, niñas —preguntó Michell.

—Si tío

—Kelly, que tu chofer te lleve a casa. Yo llevaré a Keira a su casa.

Cuando Kelly escuchó eso, no estaba la mar de feliz. Con tal de que… Se quedará en la calle. Ginny quedó sin nadie que la llevara de regreso a la ciudad Así que de inmediato llamó a una su chófer. Keira acogió sus cosas para poderse ir. Michell ayudó a que Keira se subiera al auto y se pusiera el cinturón de seguridad.

Michael estaba ayudando a Keira eso puso furiosa a Jinny tanto que estuvo a punto de romper los tacones que traía puestos de tanto estar pataleando en el piso.

EL RINCÓN VELVET VIOLETA

Keira Se encontraba un poco sorprendido con lo que acababa de pasar en la casa de Michell, pero no hizo ninguna pregunta durante todo el camino a casa. Simplemente prefirió ver por la ventanilla del auto. Los autos que pasaban a su lado.

Tenía demasiadas cosas en su cabeza también. Tenía su plato lleno como para preocuparse por cosas innecesarias. Estaba listo todo para. Comenzar. A llevar al límite a Amber me llamas. Ya tenía el dinero necesario para poder sufragar las pérdidas que significaría. Él lo llevará a la cárcel. A esa mujer.

Sólo quedaba esperar que ella misma comenzara su caída en picada. Eso no sería nada difícil, ya que había llegado a un punto sin retorno. Su ambición la estaba llevando demasiado lejos. Había conseguido demasiados inversores aquí y allá, cosa que ya estaba prevista de acuerdo a los planes de Keira.

Ya había tomado más de 40 millones de dólares en sus manos. Cosa que realmente no sabía cómo iba a apagar en su momento. Amber no tenía los fondos para devolver ese dinero.

Incluso se dio cuenta de que Luck había pedido prestado a Amber 5.5 millones de dólares. Que necesitaba para su empresa, pero Amber le dijo que ella no podía prestárselos porque todo lo tenía invertido en la Bolsa de Valores, cuando la verdad era que ella ya no tenía ni un solo centavo disponible.

Keira estaría presente. Para ver a quién culparía en esta ocasión por la pérdida de todo ese dinero. No podía culpar a nadie. Tendría que enfrentar ella misma las consecuencias de sus actos. Así que ahora sería ella la que iría a la cárcel y nadie más.

—Te noto muy preocupada. Keira, ¿te pasa algo?

—No mucho, son cosas normales.

—Keira, en ti nada es normal.

—A qué te refieres. Por un momento dudo de que Michell supiera algo sobre ella.

—No sé lo que sufres por dentro, pero cuando te encontré aquella noche, me pediste que no te dejara morir de nuevo. ¿Has muerto ya una vez?

Keira se puso muy nerviosa y su cara parecía una hoja de papel. No mostraba sangre, solo estaba blanca pálida, como si temiera algo.

Michell notó de inmediato el miedo amenazante en Keira. Era algo que no podía esconder. Ese miedo lo había visto ciento de veces en otras personas cuando pedían clemencia. ¿Por qué ella, estaría así?

¿Cuál es ese miedo que la puede hacer sentir que puede morir? ¿De nuevo?

—Yo te dije eso —al final preguntó Keira eso a Michell, llena de miedo a escuchar la respuesta.

—Sí, eso me dijiste antes de perder la conciencia, como si aun no quisieras morir porque tenías cosas pendientes por realizar. Y de nuevo, te lo digo, Keira, aquí estoy yo, para ayudarte a hacer lo que tengas que hacer; no tienes porque manchar tus manos con una venganza de la cual no puedas después soportar los resultados.

Déjame llevar esa cargar por ti…

Mitchell estacionó su auto al otro lado de la carretera, y quitó el cinturón de seguridad de su lado, para poder girarse y ver a los ojos a Keira. Él estaba hablando con el corazón en la mano, con la verdad de un hombre que promete ser el guardián de la vida de la mujer que ama para siempre.

—Keira, te he estado esperando una vida, no dudes que te amo.

¿Cómo puede decir que una vida? ¿Podría ser que él me recuerde de esa noche cuando murió? Esa duda se perdió en lo más profundo de los pensamientos de Keira.

—Es mucho decir que me has esperado una vida.

—Cuando no despertabas, te hablé sobre lo mucho que te amaba y lo poco que sería si no abrieras los ojos de nuevo, pero también vi algo en un sueño, mientras dormía un poco sentado a tu lado. Te vi tirada en un charco de sangre, no con la edad que tienes, sino un poco más grande, pero con una gran cicatriz en tu bello rostro. Estabas palida, tus ojos verdes perdiendo la vida, y solo vi cómo te ibas sin decir una sola palabra, y sentía que mi corazón se partió en dos, pensando en por qué no te conocí antes.

Sentí que el destino era muy cruel con los dos. Porque yo sufría por estar solo y tú sufriste por una familia horrible, desperté llorando y me juré que jamás te dejaría en esta vida.

Que no me importaba si ese sueño fue algo real o no; solo quería estar a tu lado siempre.

Michell bajó su rostro de manera tímida y dio un beso puro en la frente de Kiara.

Kiara no pudo evitar derramar unas lágrimas de sus bellos ojos, sintiendo que no fue realmente el destino quien la envió para tomar una venganza sin más solamente, sino para encontrar al hombre que se apiado de ese cuerpo inerte que una vez fue el recipiente de su alma triste, atormentada y sola.

—No llores querida, si te cuento esto es para que confíes en mí como yo lo estoy haciendo ahora en ti.

—Yo confiaré en ti, pero dame un poco de tiempo, solo un poco.—Por primera vez en sus dos vidas, Keira fue la que dio su primer beso. A un hombre en los labios fue solo como un rose de alas de mariposa, pero para Michell fue suficiente confianza para saber que su amor era correspondido.

—Si ya no quieres vivir en la casa de la familia Cox, puedes usar mi casa, o cualquiera de mis propiedades.

—No puedo salir aún de ahí, solo dame un poco más y me iré de ahí.

—Te estaré esperando.

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BUSCANDO LA VERDAD TRAS MI MUERTE

—Que demos es lo que está pasando.

Amber estaba sumamente desesperada en su elegante oficina. No sabía lo que estaba sucediendo; ya hacía varios días que no respondía al teléfono el adivino y no podía saber qué tenía que hacer. El dinero que le quedaba después de gastar todo en lujos, fiestas y viajes, ya no lo podía invertir y recuperar para pagar las ganancias a los inversores, y le estaban llamando para recibir sus dividendos.

Se encontraba. Desesperada no sabía cómo localizar al adivino; por más que le llamaba no respondía y ya hoy que hacía una semana que trataba de encontrarlo, el teléfono ya se encontraba desconectado. Definitivamente estaba perdida.

Había reunido más de 40 millones de dólares. Sabía perfectamente que tenía que devolver esa cantidad más los intereses que había prometido a cada uno de sus inversores; en total eran más de 300 personas a las cuales había engañado para conseguir ese dinero. Ahora se había gastado ya cada dólar que había recibido.

Ella misma ya no contestaba el teléfono personal, ni contestaba el teléfono de la oficina. Mantenía las puertas cerradas para que nadie la molestara. Incluso estaba planeando su huida. Antes de que… Se supiera que ya no había dinero. Y la pudieran llegar a denunciar y la policía la atraparía.

Kira ya tenía todo listo para dar a conocer. Que Amber era una estafadora. Había utilizado un correo electrónico. Con un IP. Espejo para que no localizaran la dirección exacta. Mediante el cual deshizo saber a todos los inversionistas. Su dinero había sido malversado. Y que no recibiría ni un sólo centavo de dólar de regreso.

Cuando los 300 inversionistas se dieron cuenta de que no iban a recibir su dinero de vuelta, todos. Fueron de inmediato a la oficina de Amber. Llevaron a la policía para que la arrastraran. Antes de que se fuera a huir. Algunos de ellos eran personas. Que no tenían mucho dinero, que confiaron en ella ciegamente. Se aprovechó de personas. Trabajadoras. De medianos recursos, lo cual es al verse sin sus ahorros de toda la vida. Pensaron en el suicidio.

Keira ya esperaba esta situación, pues ya la había vivido en su otra vida así. A lo que se enfrentaría una vez que enviara a Amber a la cárcel. Por esa razón es que se había dedicado a recaudar fondos. Con antelación.

Una vez que Robert y su personal identificaron a las personas. Que habían invertido sus ahorros de toda la vida y que realmente habían sido estafadas. Keira comenzó a devolver. El dinero que habían invertido.

Sin devolverles. Nada de dinero de ganancia, debido a que ella solamente les pagaría lo que correspondía como dinero defraudado, pensando que esto era una lección para que no confiaran de nuevo en personas que prometían que podían hacerlos ricos de la noche a la mañana, pero no se hizo responsable de los inversores ballena e inversores tiburón. Ya que esos sabían a lo que estaban jugando con Amber y estaban al tanto de la estafa.

Una vez que se presentó a Amber en la cárcel, se le acusó de estafa, fraude y malversación de fondos, entre muchos otros delitos. Dejando la detenida hasta que fuera enviada a juicio.

Keira se encargo de que permaneciera en una de las celdas mejor cuidadas y con una compañera que estaba por los mismos delitos que ella.

Así tendría mucho de que hablar. Además de que estaría vigilada por otras que adoraban golpear a las mujeres que solían ser niñas ricas afuera.

Cortesía de la casa.

Todo hasta el día del juicio, después ya vería qué haría con ella.

*******

Claude se dio cuenta de lo que estaba pasando y fue a ver a Keira de inmediato.

—Keira Me enteré de lo que has estado haciendo y sé que estás manejando varias cuentas en la bolsa de valores. ¿Quiero saber qué tienes que ver con la estafa de esa mujer Amber Cox?

—Nada, solo he estado invirtiendo y ganando dinero, para poder pagar a la gente que defraudo, y ganando dinero para algo más.

—¿Qué tiene que ver contigo el que ella defraudara a esas personas?

—En realidad fue en parte mi culpa por algo que le dije, pero ya lo solucioné y ella está en la cárcel.

Keira sabía que no podía engañar a su hermano Claude con esas simples palabras, pero tampoco podía explicarle abiertamente la verdad.

Estaba hablando sobre lo que había pasado cuando llegó a la oficina de la pequeña empresa de Keira Leroy a buscar a Keira y vio que estaba ahí su hermano Claude.

Leroy pensó que estarían hablando de sus negocios; nunca imaginó que la estaba interrogando sobre algo que había hecho, y menos sobre una maldad que estaba arreglando. Le pareció tan tierno que su hermano estaba regañando a su pequeña hermana por una travesura, que casi tenía ganas de grabar esa discusión para el recuerdo.

Si Claude supiera que seguro esa tipa le había hecho algo a su hermana, no estaría regañándola. Leroy ya estaba desde hace tiempo seguro de que lo que Keira estaba haciendo era vengarse de la familia Cox, por lo mal que lo pasó con ellos y por cosas que descubrió sobre su pasado.

Solo que aún no encontraba el kit de la cuestión de cómo descubrió esas cosas.

Él mismo, con los investigadores que ha tenido hasta ahora, ha sabido muy poco

—Keira, no me gusta que me mienta, si tengo que estar envuelto en un negocio. Que tiene problemas como este.

—No tiene nada que ver con nuestro negocio. Nuestra empresa está limpia de todo problema.

—Hola, hermano, eres muy duro con la pequeña Keira, hasta pareces su hermano mayor. Entró a la oficina de Leroy y dijo esas palabras sin pensar tanto.

Keira lo vio con ojos asesinos y Claude con ojos de metete en tus asuntos…

Leroy sonrió y pensó: estos dos son mis hermanos, ¡que viva la familia!

—Keira, ¿ya pronto es el examen de admisión a la universidad, verdad?

—Si, Leroy.

—¿Ya sabes donde vivirás cuando vayas a la universidad?

—No he pensado en eso, tengo muchas cosas en la cabeza.

—¿Qué puede tener una niña de 18 años en su cabecita, además de querer ir de compras y salir con chicos?—preguntó Leroy.

—Oh, déjame adivinarlo, jugar en la bolsa de valores, obtener nuevas empresas, tener bonos que están a la baja hoy y 10 veces más altos mañana. ¿No es así Keira? — Claude con una voz sarcástica, replicó.

—Claude, ya déjala, que solo es una niña, quiere jugar un poco. Tú lo hiciste a su edad, y papá te dejó que lo hicieras, ¿Por qué no puedes dejar que ella lo haga?

—Leroy, ¿te parece normal que esté jugando con más de 200 millones ella sola en la bolsa en un solo día?

—¿Eso es poco? Querida, ¿necesitas más? Dime para poder pasarte algo de efectivo a tu cuenta.

—Leroy, que no estoy bromeando, ¿Cómo puedes hablar así con mi socia?

—Ya, esto me parece realmente absurdo, ¿se lo dices tú o se lo digo yo? Porque parece que estamos jugando a esconder un secreto que solo un tonto ciego no puede ver. Leroy estalló

—Qué me tienen que decir.

—Claude, venos a Keira y a mí y ¿dime qué es lo que ves?

Claude vio con calma y sin tanto enojo ya en sus venas a su hermano y a Keira. Tenían los ojos verdes ambos, el pelo del mismo tono, su rostro era del mismo tono blanco, y eran igual de hermosos, solo que uno en hombre y otro en mujer, pero no, eso no era posible, ella no podía ser. Él había pensado que le era parecida a alguien la primera vez que la vio; de hecho creyó que era muy guapa, pero nunca la relacionó con su hermano.

Por todos los cielos es idéntica a Leroy, ¿Por qué no se dio cuenta antes, como se enteró su hermano?

—¿Desde cuando lo saben?— No preguntó nada más; él sabía quién era Keira; no tenía la menor duda de ello.

—Desde el accidente de Keira, cuando la conocí y la vi.

—¿Se hicieron la prueba de ADN?

—No, ¿pero crees que la necesitamos?—preguntó Leroy.

—Papá creo que si la va a necesitar, para los abuelos.

—Estoy lista, hagámoslo

EL RINCÓN VELVET VIOLETA

BUSCANDO LA VERDAD TRAS MI MUERTE

Después  de que llego el momento de recoger los resultado de la prueba de ADN, los hermanos se diriguieron al laboratorio arecoger el resultado, y ver cual seria la sopresa que le depararia el futuro a todos.

Cuando recibieron el sobre, de papel manila, conde se encontraba, la hoja de papel blaco, donde estanan escritos, los resultados que definitian sus fida, Claude ya estaba pensando en como rendria que tratar ese hermana suya,como tendria que decirle a su padre que habian encontrado a su hermana, eso sin contar el como podria reaccionar su madre al ver a una chica en casa, quizas no la aceptaria, o la quisiera dañar en alguno de sus arranques de agrecibidad como lo hacia con ellos cuando no los reconocia. Ya que por sus monetos de poca lucides era imposible estar a su lado.

Calude estaba realmente preocupado por Keira. pero Leloy esta muy complacido al saber que habia encontrado a su hermana, tenia muchas esperanzas que de ella pudiera ayudar a su madre a salir del transe en el que se encontraba, auto encerrada, para no sufrir por la culpa en la que había permanecido desde hacia ya 17 años, solo su padre era el unico que podia esta a su lado.

Ninguno de ellos podia estara su lado, por mucho tiempo, pues los deconocia y podia atacarlos, asi paso cuando Matt solo tenia 9 años y lo trato de matar.

Desde entonce el habia sufrido mucha soledad, pensando que su madre lo no lo queria en absoluto.

Ahora, esperaba que esosresultados hicieran que Keira pueda ir a casa y ver a sus padres.

Claude tomo el sobre y saco la hoja de papel que tenian los rsultado

— Los resultados señalan que sonos 99.99 % compatiblre.

—Lo sabia, nunca lo dude, somos hermanos Keira.

Tanto Calude como Leroy estaban felices de encontra de nuevo a esa merna que les habia sido robada hacia ya tantos años atrás .

Keira, queria que fuera verdad, pero también tenía una pqueña, esperanza de que no lo fueran, no hasta que pueda terminar, con su venganza, pero ya esta dicho, ella es una Howland.

Y lo aceptará, pero por ahora necesita, destriro a sus enemigos, que aun faltan.

—Keira tienes que regrear a casa parqe padre pueda verte y conocerte, aparte de saber que estas viva.

—Es verdad, de algun modo tienes que regresar a casa—Continuo Calude, no queria quirle su autoniomia, sabia que era muy capz.

Se que tengo, que ir a casa, y ver a nuestros padres, pero denme un para de días, yo misma ire a casa y me presentaré, no se preocupen.

—Bien, entonces te estaremos esperando en casa, nadie te dentendran en la puerta.

****************

Una vez que Keira estaba totalmente segura de que ella no era hija biológica de la familia Cox, estaba más decidida a saber la verdad de por qué fue llevada a esa casa, desde un principio, porque fue usada como moneda de cambio por parte de sus buenos padres; qué fue lo que pasó para que Grace siempre la tratara así; ¿fue ella la que la secuestró? ¿Tiene algo que ver en su secuestro? Y Luck, ¿hasta dónde estaba implicado?

Eran grandes preguntas que tenía que responder, para sí poder aplicar la respectiva venganza de acuerdo al daño que le causaron…

Keira entró en la Casa de los Cox, y subió las escaleras rumbo a su habitación, cuando escuchó que Camila estaba llorando amargamente por algo.

—Camila, ya no llores, siempre que lo haces, me rompes el corazón, te amo tanto que no sé qué hacer, para calmarte.

—Madre, en unos días será la fiesta de compromiso, y será algo muy discreto. Eso es una vergüenza, no será un gran banquete, como el compromiso de todas las chicas de mi estatus. No llamará la atención de nadie, y causa envidia.

—Pero sabes que no es posible realizar un banquete muy grande y llamativo, has esto envuelto en diversos escándalos, ya es mucho que no te haya repudiado los padres de Scott.

—Cómo podrían hacer eso, soy muy superior a cualquiera de las mujerzuelas que se acercan a él.

—Hija, eres mucho más que cualquiera, pero tienes mantener un perfil bajo ahora y control ese carácter.

—Maldita sea Keira, por ella me ha pasado todo esto, no sé por qué la encontraste y porque tenías que traer a tu verdadera hija. Que no era suficiente ya.

Grace, está sufriendo mucho, por su hija, y ya no pudo más con el secreto, que guardaba.

—Hija, tengo que decirte algo, pero prométeme que nunca se lo dirás a nadie, o perderemos todo lo que tenemos ahora.

—¿Qué puede ser, que nos haga perder todo? Ya casi no nos da mi padre; que más no puede quitar.

—No es solo eso; perderías incluso el apellido, la casa y donde vivir.

—¿De qué estás hablando?

Keira, ya imaginaba de lo que estaban hablando, pero ella nunca se percató que otra persona se encontraba también ahí escuchando.

—Camila, yo soy tu verdadera, madre, naciste de mí, no Keira, esa niña, nunca nació de mí; es hija de una mujer que dio a luz el mismo día que yo, y que murió, y recordé que estaría en orfanato, cuando tu padre se dio cuenta de que no eras su hija, tena que justificar, porque no llevabas su sangre e invente que te habían cambiado.

Por lo cual busque a Keira en los barrios bajos cerca del orfanato, y mande falsificar la prueba de ADN.

—Mamá, si eso se supiera...

—¡Eres una perra maldita e infiel! —Luck entró, como un toro furioso, a la habitación, después de escuchar las palabras de Grace.

—Espera Luck, te lo puedo explicar.

—Nada puedes explicar ahora, recuerdo que te fuiste durante un mes al hospital, diciendo que estabas muy delicada, y cuando me avisaste ya habías dado a luz, me pareció que no concordaban las fechas, pero pensé que diste a luz de manera prematura. Pero lo que pasó es que fui un estúpido cornudo; cuando me case contigo ya estabas embarazada.

—Luck, yo, soy la única culpable. Camila no tiene la culpa.

—No me importa saber más de ti ni de esta bastarda, solo quiero que se case y desaparezca de mi vista.

—¿No quieres verme nunca más? ¿Y qué hay de Keira, ella tampoco es tu hija?—Grito, Camila.

—Eso ya no te importa a ti, solo aléjate de mí, no quiero verte nunca más…

—Keira sabía que esto pasaría, pero solo había especulado sobre quién era la madre de Camila. Ahora tendría que averiguar quién era su padre.

En la habitación estaban la madre e hija llorando desconsoladamente, al saber lo que había sucedido… Y el furo que les esperaba.

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BUSCANDO LA VERDAD TRAS MI MUERTE

Kelly no soportaba a la hermana de la esposa de su tío Mentón. Era una arribista igual que Vicky; incluso sus padres decían que esas dos mujeres jamás deberían de haber entrado en la familia, pero como cuando su tío, que era muy aficionado a los burdeles, se empeñó en casarse con esa mujer, no pudieron hacer nada para evitarlo, ya que decía que los gemelos que esperaba eran de él.

Cuando nacieron, sus abuelos realizaron una prueba de paternidad y realmente eran hijos de su tío. Eso fue un golpe bajo para sus abuelos y para su bisabuelo. Esa mujer la sacó de un burdel y su familia era muy pobre, y ahora, después de 22 años de casados, la familia de Vicky ya tenía varios negocios gracias a su tío.

Por esa razón es que Jinny se creía con derecho a casarse con su tío Michell, pero desde que Kelly tenía recuerdos, su tío siempre ha despreciado a esas dos mujeres.

No esperaba que algún día su tío Michell se fijara en ella, ni de broma lo haría. Además, esos dos primos suyos siempre le han hecho la vida imposible a Kelly. Ella no quiere decirle nada a su tío, pero Wendy, la gemela de Walter, fue la que la separó de Koby, al decirle a él que ella solo era una sanguijuela que se pegaba a él por quién era y no por ser su amiga de verdad.

O que más le dolió fue cuando Wendy le pidió que se alejara de Kelly y Koby. Le dijo que sí. Por eso prefirió alejarse ella primero de Koby; hacía dos años ya de eso y desde entonces ya no le dirigía la palabra a ese mal amigo, traicionero. Si sabía lo mal que la trataban esos dos gemelos, ¿por qué le hizo caso a esa malvada prima suya?

Prefería ya no llorar, por lo que pasó. Le dolió mucho esa traición, ya que Koby era su amigo desde el preescolar, pero todo se termina un día.

Pero ahora no dejaría que le pasara lo mismo; si en sus manos estaba, nunca sería Jinny, su tía. Prefería mil veces darle a Keira preferencia a que ella fuera su tía.

Además de que veía que su tío estaba feliz, cuando la veía, parecía un perrito con ojos llorosos; cuando estaba a su lado, nunca lo había visto así de obediente, solo con una sola palabra de otra persona.

Si su bisabuelo lo viera, junto a Keira, no estaría pensando en que se casara con esa fulana llamada Jinny. Qué mal gusto tenía su bisabuelo.

********

El bisabuelo estaba molesto, porque ya habían pasado un par de semanas desde que había enviado el mensaje a Michell de que quería verlo en casa, pero él no se había dignado a ir a verlo, y eso lo tenía muy enojado.

Él fue quien lo crio, mientras sus padres se dedicaron a revisar todas las empresas que tenían dentro y fuera del país. Michell era 12 años más joven que su hermano mayor. Por eso, cuando nació, sus padres estaban ya ocupados con otras cosas, como enviando a Mertón a la escuela secundaria y a Andrew a su último año de primaria.

El bisabuelo ya se encontraba en casa y decidió criar al pequeño Michell. Darle todo el amor y conocimientos que tenía, así como la disciplina que merecía un futuro heredero. En la familia Haggard, se hereda por las capacidades que demuestre el que se postule como heredero; así se decidirá si es un buen poseedor del título o no.

Por esa razón, el bisabuelo, desde que recibió a Michell, pensó que ese niño sería quien dirigiría la familia en el futuro, y lo educó con tanto esmero, amor y mano dura, que logró que sea lo que es ahora, un hombre digno de poseer todo lo que la familia tiene, aparte de lo que él mismo posee.

Pero con lo único que no contó es que sería tan difícil de manejar en cuanto a ese carácter. Es un hombre ingobernable y difícil de tratar. Ya está en edad de casarse, o no lo tomarán con seriedad para tomar posesión de todo. Necesita hablar con él de nuevo y recordarle eso.

—Buenos días, Señor Haggard. —Saludó a Jinny, quien vivía dentro del complejo de la mansión, que comprendía 4 casas separadas pero a la vez unidas por pasillos y jardines. Ya que un día llegó a visitar a su hermana Vicky y no se fue, de forma descarada se quedó con la esperanza de ver más seguido a Michell, cosa que no logró, pues él no va seguido a ese complejo.

Al bisabuelo Haggard no le gustaba esta chica del todo, pero al menos no fue una acompañante, como su hermana era egresada de una universidad privada, y se conocían desde niños con Michell, así que pensó que no sería un mal partido para su nieto, en caso de que él no encontrara a una mujer por su cuenta.

—¿Qué te trae por aquí Jinny?, es muy temprano para hacer visitas sociales.

—Venía a saludarlo y saber si ya vino. Michell a verlo.

—Está muy ocupado con sus asuntos, es un hombre con muchos negocios que atender.

—Comprendo, seguro que será eso. —Mientras sean los negocios y no una mujer, lo que lo esté ocupando no le importaba a Jinny.

—Ya vendrá cuando tenga tiempo, no tienes por qué preocuparte por eso.

—Entonces me retiró.

El bisabuelo Haggard sabía que seguro no lo visitaba su nieto, porque no quería encontrarse con esta chica en su casa; si quería verlo tenía que hacer algo para que viniera, pero ella no tenía que estar.

Y si no, ¿cómo engatusaría a su nieto para que lo visite?

Tenía que pensar un plan muy ingenioso para que fuera a visitarlo de inmediato, o ese nieto malvado no llegaría ni al portón de la entrada de la mansión, a menos que estuviera dispuesto a derribar toda la mansión por algo que lo hiciera enojar mucho.

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BUSCANDO LA VERDAD TRAS MI MUERTE

El bisabuelo decidió que tenía que pedir ayuda de su fiel ama de llaves; ella siempre le ayudaba en los momentos más complicados, cuando ese nieto, enojón, no quería venir a visitarlo, así que allá que va a buscarla para proponerle un plan.

Mientras el bisabuelo está creando un plan para poder ver a Michell, él está en una reunión en las oficinas principales de las empresas que pertenecían a la corporación Haggard.

—Barnet, después de esta reunión, ¿qué sigue?

—Señor, tendré una conferencia con el presidente de la Corporación Magnus.

—¿Hoy es el día, verdad, Barnet?

—Así es, señor, tendrá que realizar ese pedido especial.

—Comprendo, entonces dejaste libre mi agenda para toda la tarde.

—Así, es.

Michell estaba meditando en el trabajo que tendría que desempeñar por la tarde, cuando vibró su teléfono móvil. Vio que era el número de teléfono de la casa del abuelo y de inmediato se dio cuenta de que lo estaban buscando para que fuera a ver a su abuelo.

Ya estaba por terminar la reunión. Cuando diera por finalizada, les devolvería la llamada.

Aún se encontraba muy molesto por enviar a esa mujer a su casa, y más porque se atrevió a entrar y golpear a su ama de llaves, la cual fue su niñera.

Ni él se atreve a levantarle la voz al ama de llaves, por el respeto que le tenía por tantos años que lo ha acompañado. Como va a dejar que un extraño le ponga la amo encima.

Michell no sabe cómo su abuelo puede soportar a ese par de mujeres, todos los días metidas en su casa. Con esa cara de mustia. Por lo menos una era la esposa de su hermano, pero la otra no era nada de la familia.

Terminó la reunión y salió del lugar a pasos largos, hasta llegar a su oficina, en el último piso.

Donde se encontraba, ya esperándolo, la conferencia con el presidente de otra corporación. Su tiempo mientras trabajaba estaba realmente controlado, siempre bien planificado.

Cuando terminó después de 20 minutos, decidió llamar a casa de su abuelo.

—Joven Michell, le llamé hace un rato para decirle que su abuelo ha estado en cama todo el día.

—No soy, médico; entre los títulos que tengo ese me falta.

—Jove, sabe que es porque el señor lo quiere ver, y está muy triste y no ha querido salir de la cama desde ayer.

Michell sabía todas las tretas que podía usar su abuelo para lograr que fuera a verlo, pero ahora realmente estaba enojado con él.

—Dile que iré, pero no quiero toparme con esa mujer que envié a invadir mi casa sin permiso.

—Se lo haré saber.

—Y una cosa más, si menciona que me case con ella, nunca más pondré un pie en esa casa.

El abuelo de Michel estaba escuchando la conversación; sabía que su nieto estaba molesto por lo que había hecho Jinny, pero él no la envió; ella fue por sí sola. Tenía que decirle a esa chica que se abstuviera de hacer cosas innecesarias.

Cada vez que realizaba una cosa así, lo que provocaba era que Michell se enojara y se alejara más de ella, y así nunca se ganaría ni un poco a su nieto.

Él ya no podía hacer nada más para ayudarla; él sabía que esa niña estaba enamorada de su nieto, desde que eran jóvenes, pero no podía obligar a su nieto a que la quisiera; eso no lo haría nunca.

Solo había dejado que ella se acercara a Michell, para que por sus propios medios Jinny conquistara a Michell, pero por lo que ve esa niña, no lo va a lograr; al contrario, lo está alejando cada vez más.

Solo esperaba que esa niña se diese por vencida y no haga una tontería de la que se pueda arrepentir. Michell no es como su hermano Mentón alguien a quien puedan engañar; si trata de engatusarlo como lo hizo su hermana con su otro nieto, lo que logrará es que Michell la quiera matar.

Será mejor que hable con ella antes de que se busquen problemas que no pueda resolver ella misma.

*********

—Te digo, hermana, que Michell tiene que ser mío y de nadie más. Yo lo conozco desde que éramos niños.

—Jinny, eres mi hermana pequeña y te quiero, pero de verdad, que siempre te he dicho, que te alejes de Michell, es un hombre de mucho peligro y nunca se fijará en ti.

—Tú eras una cualquiera trabajando en un burdel, y te casaste con el hermano mayor, ¿por qué no se casaría Michell conmigo?

—No olvides, que yo no fui a ese lugar, por voluntad propia; nuestro padre me vendió al dueño, para pagar sus deudas. Y no tienes cara para recordarme el pasado; si no hubiera estado ahí y conocido a Mertón, ustedes seguirían muertos de hambre.

Desde el día que vendieron a Vicky a aquel burdel, ella despreciaba a su padre y a su madre; prefería evitarlos y no saber nada de ellos, pero Mertón, por no tener que tenerlos metidos en su casa, simplemente les dio algunos negocios que hacer para él y así los tenía felices y listos para recibir cualquier sobra que les quisiera dar su marido.

—Además, Jinny, tú solo venías por una semana y te has quedado ya por tres años. Deberías de salir ya de esta casa, antes de que me causes problemas. Mis hijos ya regresan de estudiar en el extranjero, así que ya no habrá lugar para ti.

—¿Me estás echando, sin preguntarle a tu marido?

—¿Y qué importa lo que diga mi marido?

—Mi cuñado está de acuerdo en que yo sea la esposa de Michell.

Vicky ya había olvidado que su marido siempre ha tenido celos de su hermano menor, y piensa que si su hermana se casa con él podrá tenerlo dominado. Ya no sabe quién es más ingenuo, si su hermana o su esposo, de donde habrán sacado esa estúpida idea de que pueden dominar a Michel.

Vicky, que era 12 años mayor que Michell, le tenía miedo a su cuñado de lo que pudiera hacer, si lo enojaban. ¿Por qué estos dos estaban tan seguros de que lo podrían controlar?

EL RINCÓN VELVET VIOLETA

BUSCANDO LA VERDAD TRAS MI MUERTE

Michel está listo para realizar su otro trabajo, ese que realmente era el que lo liberaba de todo el estrés que tenía que pasar cuando estaba en la oficina.

Desde que su abuelo lo entrenó tanto para ser heredero del imperio de su familia, también lo entrenó para ser uno de los mejores limpiadores de problemas. Por llamarlo de algún modo.

Cuando estuvo en el extranjero, también asistió a una escuela militar, donde fue elegido y entrenado como militar de elite, para después servir como policía secreto en su país, pero su gobierno eligió destinarlo como exterminador.

Ahora, solo unos cuantos del gobierno saben quién es bajo las sombras, aparte de un joven empresario de éxito. Trabajaba para las fuerzas especiales, pero, como un exterminador, es convocado cuando tiene que eliminar algún problema incómodo para el gobierno: espías, desertores, o incluso buscar empleados de altos mandos del gobierno que son traidores… Entre otras cosas.

Había visto ya tantas cosas en su vida, que la sangre no era algo desconocido para él; hoy era uno de esos días.

Tenía que capturar a un espía que se había adentrado en la capital y capturarlo para entregarlo con vida a la milicia de su país. Si era posible, si no, él mismo tenía que averiguar cuanto sabía, y cuál era su misión, antes de ejecutarlo.

Esta era la principal razón por la que se preguntaba si de verdad podría tener un hogar. ¿Podría mantener a su pareja, siempre a oscuras, de esta doble vida que tenía?

No estaba seguro de si podría hacerlo, no cuando se trataba de Keira; ella era tan sencilla y fácil de tratar, que sentía que mentirle en algo como esto sería como ser infiel y eso lo mataba de solo imaginarlo.

Pero él había hecho un juramento a su gobierno y tenía que cumplirlo, al menos hasta que fuera liberado del servicio. La vida es lo que es; él eligió esta, mucho antes de conocerla.

Cuando aceptó vivir así, siempre en riesgo, no pensó que algún día se enamoraría, o que encontraría a la mujer perfecta para él. Sin embargo, llegó sin buscarla y ahora se niega a dejarla ir.

—Señor, estamos llegando.

—Comprendo. 

Ya es el momento de entrar en acción su otro modo de trabajo. Se colocó los guantes negros y preparó su arma, para ponérsela en la cintura en la parte detrás de su pantalón. Aparte, revisó una navaja de rápida acción que tiene en uno de sus bolsillos; se pone unas gafas oscuras y un sombrero que le cubre el rostro.

Tiene poco tiempo para entrar a ese hotel, encontrar a su objetivo, disparar y salir, igual que como entro, sin que lo note.

Solo tiene que estar seguro de que está solo; no tiene que morir, solo dejarlo dormido para que lo recojan otros.

Esta ocasión es algo muy fácil y rápido. Tiene el tiempo justo para hacerlo y salir sin mucho que arriesgar.

—Espérame atrás como siempre. Barnett.

—Si señor.

Michell salió del auto y se marchó a realizar su trabajo como exterminador.

*********

—¿Te dijo que si vendría, verdad?

—Sí, señor, dijo que vendría.

—Espero que ya no tarde tanto, porque me estoy poniendo nervioso, porque no llega.

—Señor, ahí viene el joven Michell. Está pasando por el jardín ahora.

Está Michel en la mansión caminando por los amplios jardines, para llegar a la casa de su abuelo, la cual era la más grande y se encontraba en el centro…

Echaba de menos esa casa donde se crio, cuando era pequeño, pero ahora no le agradaba ir, por culpa de ese par de mujeres cazadoras de oro.

—Muchacho, eres un irresponsable, porque no has venido en tanto tiempo, desde que te envió el mensaje para que vinieras.

—¿Tú enviaste a esa mujer a mi casa, abuelo? ¿No pudiste solo llamarme por teléfono? ¿Desde cuándo, cualquiera, puede entrar a mi casa?

—Bueno, ya estás aquí; deja eso, ya paso.

—No volveré a verte si esa persona regresa a mi casa, sin ser invitada.

Este hombre, de verdad, era imposible de complacer; de quién habrá sacado lo obstinado —se preguntaba el abuelo de Michell…

Para completar el lío sobre la visita, en ese momento llegó alguien que había estado viendo desde la venta la llegada de Michell.

—Michel, hola, he estado esperando a que vinieras, para saludarte.

Michell sintió una sensación de náuseas al escuchar su nombre salir de la boca de Jinny. Era algo demasiado incómodo para él.

—Desde cuando le di permiso para llamarme por mi nombre, señorita Smith.

—Michel, nos conocemos desde niños, porque tendría que pedirte permiso para llamarte por tu nombre, además tu abuelo está de acuerdo en que yo sea tu novia.

—¿Y a caso me han preguntado a mí qué pienso sobre eso? Nunca estaría con una mujer como usted, señorita Smith, se lo ha hecho saber varias veces, pero parece que no le queda claro.

—Y que si te gusta o no, si tu abuelo lo ordena, sabes que así será. —Jinny perdió la compostura al pensar que el abuelo de Michel la apoyaría.

—Jinny, si mi nieto no está de acuerdo con tenerte en cuenta como su pareja, en un futuro, yo no puedo hacer nada, ni obligarlo a que se fije en ti. Pensé que podría funcionar porque se conocían desde pequeños, pero no es así, será mejor que busques a alguien más.

—Pero usted, señor Haggard, siempre me había dicho que yo sería su nieta, ¿cómo puede decirme esto ahora?

—Pudiste pensar que serías una nieta, pero yo no puedo forzar a mi nieto a hacer algo que no quiere.

Michell solo veía como esa mujer comenzaba a llorar; eso sí, que lo hace poner de mal humor a una mujer que lloraba por nada; era la manera más hipócrita de retener a un hombre y no podía soportarlo, de ninguna de las formas…

Ahora que ve a esta mujer, nota como su amor por Keira es muy real. Incluso si Keira llora, se ve hermosa, pero esta mujer es más fea, llorando.

—Déjate de hacer más tonterías y vete de aquí o me iría yo. —Michell ya no soportaba más a esa mujer.

EL RINCÓN VELVET VIOLETA

BUSCANDO LA VERDAD TRAS MI MUERTE

El abuelo de Michell estaba observando como actuaba Jinny, y la verdad estaba muy decepcionado de esa chica, la forma en que actuó, como si ya fuera una más de la familia, fue muy grosera, ahora entendía a su nieto, pero por cortesía y por los años que tenía de conocerla él no la echaba fuera de la casa.

Solamente no evitaría que lo hiciera su nieto, ya que le había dicho con antelación. Que él no quería estar en presencia de esa niña. Que sí la encontraba en casa. No lo visitaría más. Y él prefería 1000 veces que Michell estuviese, en su casa, ah que una desconocida. Hiciera que su nieto favorito ya no lo visitara más.

—Es imposible que eches de esta manera Michell, yo soy de la familia, por eso puedo llamarte por tu nombre.

—No, usted está equivocada, señorita Smith, su hermana es la que cazo a mi hermano mayor, y es ella la que logro entrar a mi familia, nada más, usted no pertenece de ninguna manera a la familia Haggard y nunca lo hará.

—Hablaré con mi cuñado y le haré saber la humillación que me estás haciendo.

—Muy bien, si tiene alguna objeción, que me busque, que con gusto le haré entender quién pertenece a la familia y quién no. Por el momento será mejor que se vaya de aquí o la mandaré echar.

Jinny, salió dando largos pasos, sin prestar atención alguna si se veía femenina o no, solo quería ir a contarle a su cuñado como había sido tratada por Michell, había sido uno de los peores momentos de humillación, que había vivido, pero eso no la amilanaría para poder continuar con la caza de marido.

Ella sentía que había nacido para ser mucho más rica que su hermana y ser una gran señora y eso es lo que conseguiría cueste lo que cueste y no dejaría que nada ni nadie se interpongan en su camino.

Así fuera el propio Michell, ella lograría hacer que su abuelo lo case con ella. Era el mojar partido que podría encontrar, ya que él se negaba a tener una prometida.

—Abuelo, te advertí que no quería ver a esa mujer y la trajiste.

—Yo no traje a ninguna, mujer, pero no me negarás que está enamorada de ti, es muy insistente y tú no buscas una novia y yo moriré sin conocer a mis bisnietos.

—No morirás pronto y yo ya tengo a una mujer, así que no me estés buscando más mujeres que de eso me encargo yo solo.

—¿Ya tienes novia? ¿Y por qué no la has traído para que la conozca?

—Porque ella no me ha dado el sí aún.

—Como es posible que una mujer no te dé el sí, si eres un hombre perfecto.

—Para ella, no soy tan perfecto.

—Debe ser ciega, entonces déjala, no vale la pena.

—Ese es mi problema, así que no la dejaré. Y no quiero que te metas en mis cosas.

El abuelo de Michell, nunca había visto que defendiera nada ni a nadie, su nieto, hasta ahora siempre se había mantenido pasivo en cuanto a mujeres se trataba, pero al parecer si estaba realmente interesado en esa chica, lo dejaría por el momento y esperaría hasta que él le informara que ya eran novios oficiales.

 —Está bien, esperaré, pero no mucho, ya tienes la edad para tener una pareja y es necesario que estés casado, para proponerte como heredero, y sabes que eso maderera en cuanto tus padres regresen del extranjero.

—Lo sé

—Bien, espero que estés realmente seguro de lo que quieres, porque no será una carga fácil de llevar, lo que has decidido como vida, es algo complicado. Por lo cual no puedes elegir a cualquier mujer.

—Ella no es cualquier mujer.

—Confiaré en ti y en tu elección.

—¿Bueno, y que paso con tu enfermedad abuelo, que no estás en la cama reposando?

Después de eso se quedó con su abuelo charlando un rato más con su abuelo Michell.

*******

—Cuñado, no comprendo por qué me trata así, soy la mujer perfecta para él, no encontrará a una mujer como yo.

Mertón ya estaba aburrido de escuchar a su cuñada Jinny, de escucharla siempre hablara de su hermano Michell, si no fuera porque pensaba que si se casara con él, podría tener a una informante de su lado todo el tiempo, cuando él heredara todo lo de la familia, podría tener controlado a su hermano pequeño, por medio de su cuñada.

—Comprendo, pero ya te había dicho que no lo presionaras, mi hermano tiene un carácter muy fuerte.

—Pero eso no es suficiente para que me humille así, cuando a él le dé la gana.

—Hermana, ya te había dicho que no fueras tan persuasiva. Tenías que ser más discreta.

—Como me pides que sea más discreta Vicky, si es un hombre que cualquiera lo quiere como marido. Además, me dijo que yo no pertenezco a la familia y que tengo que irme de aquí.

—Ya te había dicho yo, que tienes que irte de la casa, nuestros hijos regresan de la universidad.

—En eso tiene razón Vicky. Regresarán los niños y ya no podrás estar aquí.

—¿Y como podre acercarme a Michell, si no estoy aquí?

—Eso es algo de lo que tienes que preocuparte tú, ya has pasado aquí un año completo y no lograste nada — Le dijo Mertón

—Pues si me voy menos lograré nada.

—Ya no podemos ayudarte más, hermana, mis hijos necesitan su estación, ya no son pequeños.

—Lo sé, lo sé, pero pueden dejarme que me quede en alguna de las otras casas, están vacías.

—Imposible, sabes que eso solo lo puede autorizar el abuelo, y el abuelo no dejara que lo hagas. La otra opción es pedirse a mi hermanito.

Jinny estaba perdida, era imposible seguir dentro del complejo de residencias que pertenecían a la familia Haggard. No quería irse de ahí, era un gran lujo vivir en ese lugar, además de que podía presumir que vivía en ese lugar.

—Voy a salir esta noche. Ya pensaré que hacer después.

EL RINCÓN VELVET VIOLETA

BUSCANDO LA VERDAD TRAS MI MUERTE

Keira fue invitada por Kelly y Maggi a salir esa noche a un club a pasar un buen rato, además estarían algunos otros chicos compañeros de la escuela, con los que se llevaban bien Kelly y Maggi, decidió que saldría un rato, para relajarse y olvidarse de las cosas que habían pasado en la casa de los Cox, cosas que ya conocía o esperaba que sucedieran, pero que escucharlas, no dejo de ser impactante.

Kelly pasó por ella, con su chofer, ya estaba en compañía de Maggi y se dirigieron a un bar que estaba de moda donde se podía beber y bailar. Entraron las tres, donde habían quedado ya con los otros chicos.

Se encontraban todos, felices, bailando y bebiendo, un poco de alcohol, nada fuerte, menos Keira, quien pensaba estar completamente sobria por si algo sucedía. Ya tenía mucha experiencia de su vida pasada en cosas malas que sucedían mientras todas las chicas estaban ebrias.

Así que decidió cuidar a sus amigas, estaban dentro de una habitación privada, donde solo el mesero entraba y salía de ella, mientras todos estaban bailando, cantando y bebiendo, pero fue en cierto momento que Kelly le pidió a Keira que la acompañara al baño y fuero.

—¿Viste a esa perra, como me estaba viendo?

—¿No sé cómo se atrevió a siquiera acercarse a mí?

—¿Nos permites pasar? —Pregunto Keira a la chica que se encontraba parada en la entre  de la puerta del baño y no las dejaba pasar.

—Yo te he visto antes, eres la niña que estaba en la casa de Michell, a sí, pues estas con esa mal educada de su sobrina. —Jinny vio a Keira y Kelly entrando al baño, era la que estaba charlando con la mujer que no las dejaba entrar.

—Tú, otra vez, no aprendes, que mi tío no te quiere. —Kelly no estaba totalmente sobria, así que soltó lo primero que se le vino a la cabeza sin tapujos.

—Tú siempre has estado en contra de que yo me case con tu tío, pero él será mi esposo. —Le espeto Jinny

—Sí, sigue soñando, él ya tiene a una mujer mucho mejor que tú.

—Estás loca, él sigue solo.

—Eso es lo que tú crees, pero él ya tiene a una chica, y es mucho más guapa que tú y más inteligente. —Jinny se enojó tanto que abofeteó a Kelly.

Keira no soportó ver eso, pues Kelly estaba diciendo eso por ella, y sabía que no tenía la culpa su amiga. Por lo cual ella empujó a Jinny y le devolvió la bofetada por doble vez.

—Que te pasa, como te atreves a golpearme. ¿Quién eres tú para pegarme?

—Soy la mejor amiga de Kelly, y no dejaré que la toques, solo porque dice la verdad.

—De qué verdad están hablando ustedes dos locas. Yo seré la mujer de Michell Haggard.

Keira no tenía ganas de pelear con una tonta de remate esta noche, pero sí tenía que hacerlo que así fuera. Antes de comenzar a discutir, marco un número en su teléfono y dejo que la persona del otro lado escuchara todo lo que se estaba diciendo en ese lugar...

—¿Estás segura de que Michell se casara contigo? —Pregunto Keira

—Sí, el abuelo de Michel, está de mi lado, él siempre me ha preferido a mí antes que a cualquiera, porque crecimos juntos. Soy la mujer perfecta para él.

—¿Y el abuelo de Michel sabe como tratas a su bisnieta, que le golpeas cuando no te agrada, lo que te dice?

—Ella debe saber que cuando yo sea su tía, le pasará eso y más si me falta al respeto, yo tendré el poder de hacer lo que quiera.

EL RINCÓN VELVET VIOLETA

BUSCANDO LA VERDAD TRAS MI MUERTE

Lo que nunca pensó Jinny es que en el otro lado del teléfono se encontraba Michell escuchando todo lo que esa mujer estaba diciendo y que había golpeado a su sobrina, y por medio del localizador del teléfono de Keira ya sabía dónde se encontraban, por lo cual se dirigió de inmediato a ese lugar.

Cuando llegó, descubrió que era uno de los locales más visitados por los jóvenes en ese momento y que era un sitio muy elegante, de hecho para niños ricos. Estaba en la barra un hombre guapo y lleno de tatuajes, cosa que lo tenía sin cuidado. Estaba acompañado de dos de sus guardias, los cuales lo esperaron en la barra mientras él se dirigía hacia el baño de mujeres.

Al llegar escuchó cómo Jinny continuaba insultando a las dos chicas que se encontraban presas en el baño por ella y su amiga.

No es que temiera que le pasara algo a Keira; ya la había visto pelear contra aquellos bandidos fuera de la escuela, pero no le gustaría saber que alguien la había tocado y mucho menos por su culpa; eso le hacía hervir la sangre.

Sin pensarlo más, entró al baño y se dirigió hasta donde estaba Keira protegiendo a su sobrina Kelly.

—¿Qué diablos te pasa, Jinny, no te fue suficiente con lo que dije en casa de mi abuelo esta tarde que ahora insultas a mi sobrina y a mi novia?

Jinny no reaccionó tan rápido como deseaba; cuando escuchó la palabra novia, sintió que el mundo en el que siempre había soñado se le estaba haciendo añicos y eso no fue suficiente.

¿Qué era lo que había dicho que esa pequeña perra era su novia? Como es que no lo pensó antes, cuando la vio en la casa de Michel, que era la novia de ese hombre, cuando la tomó de la mano para llevarla a su casa y la dejó a ella tirada fuera, en la calle.

—¿Me estás diciendo que me rechazas por esta pequeña niña? ¿Cómo puede ser eso posible? De verdad estás ciego; esa niña no tiene nada que pueda ser llamativo; es solo una mujer a medio terminar, ja, ja, ja. Eres tan patético. Cuando el abuelo la vea, te hará dejarla.

—Te lo he dicho antes, nunca lograrás estar a mi lado; no eres nadie que merezca la pena, siquiera limpiar mis zapatos. Jinny Smith, si te acercas de nuevo a mi sobrina o a mi novia, no respondo lo que te pueda pasar.

La chica que acompañaba a Jinny estaba realmente asustada, solo de ver esos ojos acerados que brillaban con mucha ira; daban un miedo aterrador; no entendía cómo es que Jinny podía enfrentarlo.

Después de que llegara Michel y le dijera esas cuantas palabras, tomó de la mano a Keira y la sacó de ese lugar. Keira tiraba de Kelly, y así salieron del baño todos.

—¿Qué estaban haciendo en este lugar? —Pregunto Michell

—Vinimos a tomar algo y divertirnos porque ya terminó el curso escolar.  —Se apresuró a decir Kelly.

—Comprendo, pero ¿por qué no me avisaste antes de que estarían aquí? ¿Podría acompañarlas?

—Bueno, es que vinimos con algunos compañeros de la escuela.

Michel miró a Keira con los ojos muy abiertos y una ceja arqueada; Keira no sabía a donde poner su mirada, pues estaba saliendo sola y con otros chicos, mientras que a él le daba largas.

—Kelly y Maggi me invitaron y en casa pasaron cosas; necesitaba salir.

Se agachó hasta el oído de Keira y le dijo Michell: —Ya hablaremos tú y yo solos.

Keira solo sintió un cosquilleo que le bajaba desde su oído hasta el estómago, que se convirtió en miles de mariposas. Y pensé que esa charla no le agradaría mucho.

—Está bien, ya hablaremos —respondió al final Keira.

Michel le dio un beso tierno en la frente y continuaron hasta la habitación privada donde se encontraban las cosas de las dos para que las recogieran y sacaran a Maggi para que se marcharan a casa todas.

La noche no resultó como lo habían pensado, ni divertida, ni inolvidable despedida de final de cursos; fue un total fracaso debido a esa loca de Jinny.

Kelly estaba muy enojada con una disposición enorme para decirle a su tío todo lo que le había hecho esa mujer.

—Tío, no sé cómo es posible que el bisabuelo deje que esa loca mujer esté en la casa grande, entrando y saliendo como si fuera la dueña del lugar. Ya me ha golpeado, y no sé de lo que será capaz la próxima vez; me ha amenazado de que me irá peor si ella se casa contigo.

—Kelly ve a casa y descansa; yo me encargaré de este problema y de esa mujer; por ahora, olvídate de todo lo que ha dicho esa persona y, como tú misma has dicho, solo es una loca.

—Está bien, tío, entonces me voy y mi chofer llevará a Maggi, adiós.

Michell y Keira se fueron juntos en el auto de este. La llevaría a casa de los Cox, sería lo mejor por ahora, ya que no estaba listo del todo el plan para terminar con ellos y además aún no sabía quién había sido el que planeó su segundo cuando solo era un bebé, y eso lo tenía que averiguar estando dentro de esa casa de los horrores.

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BUSCANDO LA VERDAD TRAS MI MUERTE

—¿Me contarás que es lo que ha pasado, Keira?

Keira realmente no sabía qué contarle a Michell, si lo que había escuchado en la casa de los Cox, o que ella era hermana biológica de los hermanos Howland.

Tenía tantas cosas que contarle, que no sabía por dónde comenzar. Él le había hablado con el corazón en la mano no hace mucho y ella no había comenzado a decirle nada de lo que le pasaba.

No estaba demostrando que podía confiar en él y eso no era algo bueno, y lo sabía. Tenía que dejar de lado el odio que la dominó cuando regresó a la vida en esta época y comenzar a vivir de nuevo y tomar esta nueva oportunidad como lo que es una nueva vida, para reparar todo el mal que le fue dado en su vida anterior y disfrutar de las bendiciones que está recibiendo al encontrar a su familia real y el amor de este hombre que conoció solo en los últimos minutos de su vida anterior.

Pero ¿por dónde comenzaba?

Nunca había sido dada a hablar y, menos de lo que le sucedía, fue tantas veces traicionada, que ahora no sabía cómo hablar.

—Hoy escuché que Grace le decía a su hija Camila que ella era su hija biológica y que a mí me buscaba solo para usarme como una cortina de humo para que Luck no se diera cuenta de su infidelidad.

—¿Me estás diciendo que te buscaron, solo para usarte para encubrir una infidelidad?

—Sí, eso es lo que hizo Grace.

—¿Por qué tú? ¿Por qué te buscaron a ti especialmente; si había muchas chicas a las cuales podía usar esa mujer, te buscó a ti especialmente? No comprendo por qué se tomó tantas molestias en encontrarte entre todas las personas que vivían en la calle, especialmente a ti.

—Bueno, eso es lo que tengo que saber también, que es lo que esa mujer sabe sobre mí.

—¿Estás segura de que no sabes nada de porque fuiste tú?

—Tengo que comprobar algunas sospechas que tengo, por eso no puedo salirme de ahí todavía; además, dentro de poco será la fiesta de compromiso de Camila; espero poder averiguar algo para entonces. Luck les advirtió que espera que se case antes de que se enteren de que no es hija legítima de verdad. Si no una bastarda.

—Una fiesta muy interesante será esa. Creo que la familia Cox solo sabe ofrecer fiestas interesantes.

—Creo que sí, ya veremos como resulta esta.

—Y de nuevo no confiaste en mí, sino que preferiste salir con tus amigos para olvidarte del problema.

Keira sabia que al final llegarían a ese tema, la falta de confianza, pero ella aún no aclaraba eso de que era su novia.

—Por cierto, ¿desde cuándo soy tu novia? Yo no he aceptado nada.

—No es que no lo vayas a ser, es algo de lo que antes o después serás, solo es cuestión de tiempo y semántica.

—Pero esa mujer al parecer estaba muy segura que se casara contigo.

—Se ha hecho ideas equivocadas solo porque su hermana logró casarse con mi hermano mayor.

—Vaya, quiere entrar en la familia, por lo que ha visto por la vida de su hermana.

—Supongo, no tengo idea, no es algo que realmente me importe analizar.

—Comprendo, entonces, simplemente es cosa de esa mujer, de su imaginación.

—Y las cosas que le ha metido en su loca cabeza mi hermano, creen que no sé nada, pero mi hermano mayor cree que si se casa conmigo, su cuñada puede tener bajo control al poner una espía en mi propia casa…

Que ingenioso deje de su hermano que no tiene nada de inteligente, pero tiene que dejar que crea que no sabe nada sobre lo que hace; por el momento, mientras no se meta con él de frente o trate de dañarlo, no le hará nada, pero si se atreve a dañarlo o tocar a alguien a quien ame, Michell lo destrozará sin pensar.

—No es mala idea, pero poco ingeniosa.

—Pero si hasta tu pequeña, lo sabes, que es poco ingeniosa.

—Hemos llegado, te llamaré después, gracias por traerme.

Ahora era tiempo de terminar lo que le faltaba a Keira. La fiesta de compromiso era el siguiente paso.

Sabía que solo tendrían pocos invitados, no los 300 invitados que quería Camila; solo serían unos 100, pero los más importantes inversores de Luck, y eso es lo más importante.

Que tenía que hacerlos perder toda la cara delante de ellos; para eso tenía que utilizar lo que tenía en sus manos.

Además, todavía tenía que vengarse de esa basura de Murdock; a él le tenía reservado algo tan divertido, que nadie en esta vida lo olvidara.

Por ahora tiene que conseguir que el salón de la fiesta esté listo y preparado para el espectáculo.