MUJER DE FUEGO+18
MUJER DE FUEGO
No después de aquel momento en el que este loco aventurero debió poseer ese cuerpo por primera vez.
Recostado en la soledad de mi habitación, me encuentro ahora, rememorando ese encuentro en el cual te vi por primera vez. Esa vez cuando te vi bailando, seduciendo a todo aquel que se dejará hipnotizar por esa belleza sensual, enigmática, casi hechicera. De mirada impertérrita color plata, de labios carnosos y sonrosados, deliciosos y sensuales.
Como olvidar, cuando me acerque sin temer a ser rechazo y te tome por la cintura para continuar en esa danza sensual Unidos nuestros cuerpos, iniciando así un descarado juego erótico en el cual nos entregamos al deseo de sentirnos más y más plenamente, solo éramos un par de desconocidos que deseaban, anhelaba cada vez más sentir y experimentar nuevas emociones carnales.
Sin dejar de mirarnos, continuamos así por más tiempo disfrutando de nuestro baile y unión, sin palabra alguna.
Nos marchamos no muy lejos de aquel sitio, no recuerdo cuánto tardamos en llegar, nada más que me llevabas sin parar, besarme y acariciar mi entre pierna todo el camino, excitándome y yo metiendo mano por debajo de esa diminuta falda – eso era una falda – y vaya sorpresa no llevabas ropa interior estabas con tu sexo expuesto y húmedo, eso me hizo ponérmela aún más duro y no solo sorprendió, mientras tú sonreías descarada, cínica, bella e imponente.
Mostrándome que habíamos llegado a tu apartamento.
Al entrar, solamente me tomaste como posesa, mordiendo mi cuello, mis labios mientras desabotonabas mi camisa y me decías – te vi desde que entraste aquel sitio y pensé que serías mío, que te sentiría dentro de mi cuerpo esta noche – eso me puso a mil, mientras bajaba la cremallera para liberar mi abultado y ya grande y duro pene.
El cual tomaste entre tus manos subiendo y bajando a lo largo de mi vástago, sin dejarme de mirar a los ojos.
Esa mirada color plata, deslumbrante como la luna misma, parecía fuego frío, lleno de deseo, estabas llena de pasión y osadía.
En un momento sin esperarlo erguiste todo mi falo, gasto lo más profundo de tu garganta, fue el momento más sublime cuando sentí mi glande topar con tu garganta una y otra vez.
Sentí que perdería la razón, hasta que te pedí pararas y te puse de pie para poseer tu cuerpo. Ese bello cuerpo pálido como el marfil de bellos pechos que mordisque para relajarme un poco y evitar correrme al intentar penetrarte después de tan deliciosa felación.
Te posé sobre un sofá abriendo tus piernas para deleitarme con tu sexo expuesto, depilado, color rosado y húmedo, con jugos provocados por la evitación del deseo que sentiste por mi cuerpo.
No puede evitar posar mis labios en ese lugar, provocando en ti un gemido de placer sin igual, mientras hachabas hacia atrás la cabeza y subías más tus caderas, abriendo a La vez más tus piernas y moviéndote hacia mi boca para que pudieras comerte bien ese delicioso coño, saciando mi deseo de sentir en mi paladar ese sabor a gloria.
Mi polla estaba por explotar cuando tú pediste – ahora que no puedo esperar más para sentirte dentro de mí – por lo cual fue imposible, no obedecerá esa orden imperante y necesaria.
Penetrándote de una sola estocada, gritando tu placer mientras yo me siento morir ahí mismo al sentir la tibieza de tus entrañas, abrazando mi falo, humedeciéndolo y dejándolo resbaladizo en tu interior.
Mientras te mordía los pechos, la boca, el cuello.
Arañabas mi espalda, sentiste tus uñas clavadas en ella y tus dientes en mis hombros, pero importaba estaba extasiado.
Perdido en esa mirada lujuriosa color plata.
Deseando no salir jamás de aquel lugar
Mientras te poseía de mis formas, sin remilgos ni preguntas o porqués, nunca me importo saber quién eras tú o quién era yo… únicamente el placer de estar unidos en un solo ser.
Mientras gemíamos, gritabas y pedías más, no pude contenerme más y terminé en tu interior. Fue la gloria.
Pero ahora, que ha pasado el tiempo y no sé
nada de ti… como puedo no recordar esa noche de fuego de plata color de luna.
No me daré por vencido, te encontraré de nuevo, mujer de ojos color plata y piel de alabastro, mujer con pasión de locura y fuego.
Serás mía de nuevo.

Eso estubo super ya callo ante esa Diosa😝😝🤩
ResponderEliminarSería muy interesante crear una historia así ...
ResponderEliminardefinitivamente me encantaría una historia de ese encuentro
EliminarQue fuerte ...jaja
ResponderEliminar